En vísperas de la gran fiesta que es la Feria del Libro de Madrid, entrevistamos a la poeta y traductora mexicana Jeannette L. Clariond, fundadora de la editorial Vaso Roto, quien compartió con nosotros su perspectiva del quehacer literario.

MADRID.- Vaso Roto nació en 2003 como un proyecto editorial cuya intención original era ofrecer una selección de la mejor poesía anglosajona y las mejores traducciones al español de la misma. Con el paso del tiempo, no obstante, se ha convertido en una referencia indiscutible en la edición de poesía no solo del ámbito anglosajón sino de Poesía, con mayúsculas, en el ámbito hispanohablante, concretamente en México y en España.

La exquisitez y delicadeza de las ediciones de Vaso Roto tienen explicación: detrás de ella se encuentran la poeta y traductora mexicana Jeannette L. Clariond, que es quien determina la línea editorial, y el artista plástico chileno afincado en Barcelona Víctor Ramírez, autor de los grabados que ilustran las cubiertas de algunas de las colecciones de Vaso Roto y autor, al mismo tiempo, del logo de la editorial. Ambos se conocieron en la capital catalana y decidieron emprender el proyecto.  Jeannette seleccionando los títulos y Víctor aplicando su perspectiva plástica en la elaboración editorial.

Al día de hoy, la obra de arte que constituye el catálogo de Vaso Roto está compuesto de 13 colecciones en las que se distribuyen más de 200 títulos. Y contando. Los títulos incluyen a autores que se antojan imprescindibles en la gran tradición poética universal: de fray Luis de León a Robert Lowell; de Elizabeth Bishop a Charles Simic; de Hugo Mujica a Elsa Cross; de novísimas poetas mexicanas a novísimos poetas rumanos; por mencionar solo a unos cuantos.

En vísperas de la gran fiesta que es la Feria del Libro de Madrid, nos dimos a la tarea de entrevistar a Jeannette L. Clariond, quien compartió con nosotros su perspectiva del quehacer editorial.

¿Cuál es el origen de Vaso Roto y cuál es el origen del nombre de la editorial?

Vaso Roto Ediciones nace como un acto de soledad. Uno traduce pensando que el otro cambiará tu vida y que con los libros podrás cambiar o, tal vez, que apoyarás en el cambio que de sus vidas deseen hacer los otros. Pronto te das cuenta que no es así. Lo que ha transformado al editor no necesariamente se logra en otros lectores.

Empecé publicando a Alda Merini, una poeta altísima, directa, culta, con algo qué decir no sobre la locura sino sobre la culpa, la poesía, el manicomio, el amor. Vaso Roto está tomado de un poema cabalístico de un gran poeta norteamericano, de difícil lectura, con una gran técnica y poco conocido: “The Broken Bowl”, de James Merrill. Es un poema hondo, bello, sincero, como dice Roberto Juarroz que debe ser toda la poesía, “la más alta forma de sinceridad humana”. Y de Hölderlin, de su prólogo al Empédocles, que leí en una pared del Hotel México, frente a Zócalo.

¿Por qué editar poesía, considerando que se trata de un género minoritario?

Quizá por la misma razón que nos induce a seguir comiendo lentejas si son bíblicas. O quizá porque lo son las comemos. La poesía más bella está en los libros sagrados. Salman Rushdie dice que en su casa, cuando un libro se caía al suelo, se recogía y se besaba. Lo mismo hacían con el pan. El libro, como alimento espiritual, es una cosa sagrada. Sin lectura, sin leernos, no podemos hacer alma.

La poesía es raíz de la que se nutren los demás géneros. Y, ¿por qué las minorías? Todo país que se precie piensa en lo diverso; es lo que cuenta, cuando algo ha de tomarse en cuenta. Todos los cuerpos lectores estamos en contacto con otros cuerpos, grupos, voces, soledades, expresados desde los orígenes. Homero pidió que los cuerpos estuvieran unos frente a otros, y Hölderlin agregó que teníamos que oír los unos de los otros. La poesía no narra la vida, la desnuda de forma tal que puedas entrar a ella y casi renacer. La poesía está donde aparece inesperadamente.

¿Cuál es su concepto de “calidad editorial”?

En la calidad de nuestros autores, en el trato que se da a su voz, en lo que se elige para su cubierta, el papel, la formación, edición, corrección, y así corresponder a su necesidad de ser escuchado, con altura. La calidad va ligada a la selección, que no con la exclusión.

Dos títulos de la colección Vaso Roto Poesía.

Teniendo su origen mexicano, ¿cuáles son los motivos para editar también en España?

Como poeta y traductora, mis primeros editores fueron españoles. He trabajado con personas de gran altura profesional, como son Manuel Borrás, y sus compañeros, Silvia Pratdesaba y Manolo Ramírez. Son editores serios, profesionales, comprometidos con sus autores, con la actualidad y con el pasado. Son seres humanos arriesgados, entrañables. También trabajé con Sergio Gaspar en DVD, incansable y muy querido, con La Poesía, señor hidalgo, una casa de gran altura y con un fondo sumamente bien curado. Claro, estoy publicada en México en Ediciones Sin Nombre, en Mantis, Conaculta, el Fondo de Cultura Económica. Mi último libro está por salir en Ediciones Monte Carmelo, de Chico Magaña.

Un editor serio, sea en China, Estados Unidos, España o México, lo será sin importar la geografía. Publicas como autor en donde eres incitada e invitada a publicar. Inicié en España, no en México, porque los trámites legales y fiscales en ese momento eran mucho más agiles y transparentes. Además, mis bisabuelos paternos eran españoles. En algún momento pensé en cambiar mi residencia a España, y es algo que me gustaría hacer.

¿Encuentra alguna diferencia entre la manera de editar en México y la manera de editar en España?

No, sí en la manera de distribuir.

¿Cuáles son las diferencias que aprecia entre el mercado de la poesía en México y el mercado de la poesía en España?

El mercado de la poesía en general suele ser el mismo en América Latina y en España. No estamos hablando de la Dinastía Tang fundada por Li Yuan en donde, a través de la Ruta de la Seda, China se benefició del comercio y se tuvo la intuición para saber que la poesía era un modo de llegar al pueblo, de pensar lo real por medio de sus grandes poetas. ¿Puedes creer que Li Yuan fue un comandante militar proclamado a sí mismo emperador? Ellos eran los más cercanos a quienes tomaban las decisiones importantes de su nación. ¿Imaginas a nuestros gobernantes leyendo a Wan Wei?

En términos del sector editorial como una industria, ¿aprecia alguna diferencia entre México y España? ¿Qué elementos de la industria editorial mexicana considera que pueden ser de interés o utilidad para la industria editorial española? ¿Y en sentido contrario?

Sobre la industria per se tenemos modos distintos. Para subsistir, la industria editorial mexicana requiere de la imprenta universitaria, y allí se descuida el fondo, o de las editoriales apoyadas por el gobierno, como es el caso del Fondo de Cultura Económica, que si va mal en México, como ahora por el tema de las elecciones, no reciben el apoyo necesario. Pero el Fondo de Cultura será siempre el Fondo de Cultura, en México y en España. Y es una casa editorial seria.

Charles Simic. La vida de las imágenes. Prosa selecta. Traducción de Luis Ingelmo. Vaso Roto, 2017.

Sobre la Feria del Libro de Madrid, ¿cuáles serían las características que más le agradan como editora?

Una feria de España es una fiesta del libro, un acercamiento con el libro como objeto, es un encuentro con lo que buscas o no, un hallazgo de algo que se valora porque el libro siempre da un placer, un valor espiritual sin importar género, edad, porque un libro es lo único justo que queda en este mundo. El Retiro no es ni debe de ser feria de profesionales, para eso está Liber.

¿Cuál sería la diferencia que aprecia entre una feria como la Feria del Libro de Madrid y ferias como las del Palacio de Minería (en la Ciudad de México) o la FIL (Guadalajara, México)?

Las tres son muy distintas. En Madrid la gente sale a pasear al Retiro, acerca a sus hijos, se lleva a los alumnos, se acerca la población en general al fenómeno del libro. La FIL se lleva a cabo en un espacio interior, es una feria de expositores, presentaciones, negociaciones. El Premio FIL es importante, hay encuentros dichosos como ver autores que de otra forma serían inalcanzables. La FIL es cada vez más seria y profesional y se puede asemejar más a la Feria de Londres. Me siento orgullosa de la gente que, un mes después de su término, ya está trabajando en lo que sucederá el año entrante. La Feria de Minería requiere de una mejor estructura, mejor selección de editoriales, y de hacerse más dinámica.

Para concluir, le quiero pedir que comente un título o un autor que considere esencial en el panorama de la literatura mexicana. Indique por qué razón.

¿Puedo dos? Jorge Volpi es un autor que escribe novela de pensamiento, eso que el gobierno mexicano no promueve: gente pensante, crítica de su sociedad, crítica de los malos gobiernos, de la corrupción, de la inseguridad, de la desigualdad. Jorge es un intelectual creativo que ha puesto sobre la mesa los temas más vergonzosos de los últimos tiempos en América Latina. Es un narrador lúcido y talentoso. Serio, digamos. No entretiene. Nos hace pensar.

Y Ricardo Yáñez, un poeta de culto, porque es poeta todo él: cómo lee, cómo tallerea, cómo camina. Ricardo ha formado a much@s poetas mexican@s. Se le quiere y se le respeta. No escribe como nadie más: es él, y eso tiene un valor enorme. Lo queremos mucho también por su entrañable generosidad.


En esta edición de la Feria del libro de Madrid, que se celebrará en el parque de El Retiro del 25 de mayo al 10 de junio, Vaso Roto se encontrará en la caseta 211.