Fiona Krüger recuerda con cariño su infancia en México. Los colores, los patrones y sobre todo las calaveras del Día de los Muertos quedaron marcados en su memoria. Años después esta diseñadora ha convertido las catrinas en relojes de lujo que llevan el espíritu de México en cada mecanismo.

Un escritor llamado Faye Dowling escribió una vez: ‘La calavera es el símbolo definitivo de la vida, de la muerte y de la experiencia humana’. ¿No es increíble? ¿Qué mejor símbolo para un objeto que muestra el paso del tiempo?

Las calaveras están presentes en todos los relojes que Fiona Krüguer produce con la ayuda de Michael, su marido. Estos diseños están inspirados en las calaveras del Día de los Muertos de México. Para crearlos se basó en sus propios recuerdos de los paseos junto a su padre por los mercados de México. Estudió la historia de la horología (relojes), descubriendo la trascendencia del símbolo de la calavera en el tiempo.

“El símbolo de calavera trasciende lenguajes, culturas y épocas… es un símbolo que todo el mundo reconoce y para mí eso fue crucial a la hora de diseñar esta colección. Tenía mi concepto fuerte, la idea del memento mori, que para mí era una forma muy humana de vincularme a la idea del tiempo y especialmente relevante para crear un reloj en el mundo de hoy”, afirma Krüguer.

 

Una artista muy unida a México

Esta diseñadora vivió en México unos tres años cuando era pequeña pero fue tiempo suficiente para enamorarse del país, que considera una fuente constante de inspiración.

Después de muchos años Krüguer sigue muy unida a México y continúa aprendiendo y fascinándose con su cultura.

“En mi última visita fui al Museo de Antropología, uno de los mejores sitios que he visitado en mi vida. Después hubo un desfile en la avenida principal con centenares de alebrijes, algo irreal. ¿En qué otra parte del mundo se puede ver algo así? Todo el color, los diseños, las formas… tanta creatividad. Es un lugar estupendo para visitar como artista”.

Catrinas en una industria conservadora

El diseño de la calavera nació el año que Krüguer estudió en Suiza, donde se acercó a la fabricación de relojes. Uno de los patrocinadores del curso, Audemars Piguet, una marca de relojes muy conocida, pidió a los alumnos de su clase que diseñaran un reloj para ellos. Organizaron una visita a la fábrica, donde Fiona quedó sin aliento al ver cómo se ensamblaban los relojes, con la complejidad de los movimientos mecánicos. Pero reconoce que lo que le hizo enamorarse de la fabricación de relojes definitivamente fue la visita al Museo Patek Philippe en Ginebra y poder disfrutar su colección histórica. Cuenta para Espacio Méx que al acercarse a la fabricación de relojes se dio cuenta de todas las posibilidades que ofrecía. Los relojes no tenían porqué ser redondos, podían tener formas de animales, ángeles, instrumentos musicales…

Reconoce que la industria del reloj es bastante conservadora y a veces es difícil encontrar intermediarios que apuesten por un producto tan diferente. Pero también ha recibido el cariño de los consumidores, que se muestran encantados con sus diseños.

Nuestro mayor cumplido ocurrió en el Salón Internacional de Alta Relojería (SIAR) en México, donde la gente dijo que pensaba que el diseñador era mexicano porque las piezas proyectaban esa inspiración mexicana. Eso significó todo para mí.

Otros proyectos

Fiona y Michael trabajan en equipo, aunque la diseñadora reconoce que empezó encargándose ella de todo. “Quería entender cada aspecto del negocio y ahora veo lo buena que fue esa decisión y el privilegio que fueron esos primeros años ya que me han dado una visión del negocio de 360º que es inestimable e increíblemente excepcional”. Actualmente Michael se encarga de toda la parte de venta y marketing y Fiona puede centrarse en la fabricación y diseño. De esta manera ha podido implicarse en otros proyectos relevantes como su primera co-creación con L’EPEE el año pasado, el reloj de Vanitas con una reserva de energía “de bostezo” o una pieza única para Fabergé el año pasado, el “Lady Libertine III”, inspirado por los rubíes de Mozambique. También ha podido volver a enseñar en un taller en ECAL (Ecole Cantonale d’Art de Lausanne), donde obtuvo su grado de Máster. “Les pedimos a los estudiantes desarrollar diseños, con resultados muy buenos. Las primeras piezas se lanzarán este año, así que espero hacer más de esto también”.

Conforme la marca se desarrollan Fiona y su marido planean nuevos proyectos centrados en la idea del tiempo. Este primer proyecto representaba el memento mori y a partir de él Fiona trabaja en uno nuevo que lanzarán este año y que tendrá su propio movimiento mecánico.