Pescado a la veracruzana, caldo de mariscos o salsa de chile de árbol. Lo que suena para muchos a misión imposible puede convertirse en receta asequible para quienes entren en el blog Enchílame esta gorda, donde cada martes o miércoles se publica una nueva receta mexicana con fotos y con una historia.

La autora del blog, Lupita Galán Chanteiro, vive en Arganda del Rey (Madrid) desde hace dos años con Diego, un español al que conoció en Veracruz, el primer palmo de terreno que pisó Hernán Cortés en 1519. Todo comenzó en el restaurante de un hotel que ella dirigía siendo más joven de lo que es ahora. La mandaron llamar porque un cliente se quejaba de que él había pedido tiramisú y no tarta de tiramisú. De ese primer choque cultural nació una relación de pareja, aunque Diego recibiera muchas calabazas antes de pisar por primera vez el rancho cafetalero del señor Galán, padre de Lupita.

Lupita reconoce que le ha resultado difícil adaptarse a España por la soledad que se instala cuando se siente triste.

“Te falta la familia. La mía es muy unida, los fines de semana mi madre y mi padre nos reunimos todos y mi madre hace tacos o lo que le apetezca hacer y los fines de semana les llamo y me dicen que están ahí todos”, dice.

Aunque tenga algo de amistad con sus compañeras de universidad, sospecha que se debe a que comparten algo y, aunque las considera compañeras y buenas personas que la apoyan, no considera que pueda llamarlas “amigas” todavía.

Estudia educación infantil por los obstáculos para aplicar en el marcado laboral de España sus conocimientos de la carrera de turismo enfocada a la hostelería que hizo en México. Por ahora tampoco puede vivir de su blog sobre recetas de cocina mexicanas. Su plato estrella es la tinga de pollo, un guiso mexicano encontrado con frecuencia en locales mexicanos que pocas veces hace justicia a su receta original.

Su visión de Veracruz y de México como lugares peligrosos coincide con la que percibe en los españoles, influenciados por los medios de comunicación.

“Lo peor la gente ya normalizó ver todos los días en el periódico descabezado, sin piernas. Me parece increíble que vean otro muerto y digan ¿qué habrá hecho?”, dice.

Sin embargo, cree que la Secretaría de Turismo hace un buen trabajo a la hora de dar a conocer lo positivo de México más allá de la Riviera Maya.

Nos encontramos en La Esquina Mexicana. Resisten a las inclemencias del viento y su pérdida por La Latina los buñuelos que fotografió para la receta, que publicó en su blog hace unos días y que nos trae por si quedaba duda de sus conocimientos prácticos de cocina.

¿Tu pasión es la cocina?

Canalizo mi pasión por la hostelería en el blog pero creo que mi pasión es más México, hablar de su cultura. La mejor forma de hacerlo puede ser la gastronomía. A ver si la gente va a pensar que la comida mexicana es sólo tacos y totopos.

¿Contribuimos a ese estereotipo con la comida que comemos fuera de México, que reduce nuestra propia gastronomía?

No es reducirla, yo creo que nos avergüenza. Lo veía cuando estudiaba turismo y hacíamos las prácticas. Me iba a la sierra y la gente era muy humilde, no les importaba darte su comida. Y muchas personas les daba vergüenza aceptarla. La gente en México prefiere ir a comer a un restaurante italiano. Yo sabía de nuestra gastronomía, de la riqueza cultural que tiene México y hablaba de ella pero no con la importancia con que lo hago ahora. Aprendí a cocinar de manera autodidacta. Le hablo a mi madre y le pregunto ¿esto cómo se hace? Siempre me dijo que me metiera a la cocina.

Cuéntanos cómo trabajas

Diego tiene páginas webs y administra a algunas bloggers conocidas aquí en España. Me decía: “todo lo que me cuentas de gastronomía, escríbelo”, y en México me metió la idea de contarlo. Lo llevaba a sitios y le contaba historias. Yo no tenía idea y me daba un poco de vergüenza decir: la gente me va a leer y va a decir “ésta está loca”. Siento lo que escribo. Él me propone la línea editorial, me acota las búsquedas y yo lo voy haciendo, aunque a veces me lo salto y hago lo que a mí me apetece, como los buñuelos de rodilla (en referencia al proceso de estirar la masa y darle forma en la rodilla). Pienso en el plato, pienso en qué me recuerda. La fotografía tiene que contar una historia, me gusta que se me vea haciendo cosas porque muchas veces la gente puede pensar yo cómo voy a hacer esto.

¿Qué es lo que más extrañas de México?

Lo que más extraño de México es la alegría con la que la gente vive. La capacidad de resiliencia que tenemos los mexicanos es inigualable. Camino por las calles y la gente va como triste. La alegría de los mexicanos te contagia, la gente es muy amable, te saluda sin conocerte. Cuando alguien estornuda y digo “salud”, no me contestan.

Algunos platos si que los echo de menos, algunos platos de mi madre, cosas que no se pueden conseguir. Por ejemplo, en Córdoba es muy típico el tesmole, un caldo que lleva pollo y bolitas de masa fritas. Lleva hierba santa, una hoja que se utiliza para sazonar la comida. Mi madre me hacia eso y no lo puedo reproducir, no soy capaz.

Mis padres viven en un rancho en Córdoba. Mi padre cultiva café, toda mi vida giró en torno al rancho. Soy más de pueblo que las amapolas. Crecí montando a caballo, mi padre me llevaba a cortar café. Tenemos platanales, iba con mi madre a cortar hojas de plátano cuando a mi madre se le antojaba hacer tamales. Crecí comiendo hierbas, quelites, la flor del frijol silvestre.

¿Cómo surgió la idea de tu página o más bien se le ocurrió a alguien y te animó?

A, Diego, mi pareja, le llevaba a sitios y le contaba. Al principio yo no quería, siempre me decía que le llevara a sitios que no fueran turísticos. Al principio era muy personal, pero luego empecé a hacer la comida y vi que me quedaba bien.

¿Es tu hobby o buscas sacarle oportunidades de negocio?

Como negocio no, en principio. Sólo si surge la oportunidad. Busco incentivar a la gente que vive aquí en España a cocinar, porque estoy en grupos en los que preguntan cómo conseguir harina, o cómo conseguir tal chile. Lo que pretendo es que la gente de aquí se incentive a cocinar con productos aquí, incluso españoles y para quitar la idea errónea que tienen los españoles de todo tacos y decir ándele güey todo el tiempo. En cuanto al público mexicano, pretendo que se sientan orgullosos de su gastronomía. Que vayan a comer a la fonda doña chonita y no siempre pongan posts sobre un restaurante argentino.

¿Que más conoces de México?

He ido a Cancún, que es lo que más conocen los extranjeros. Antes de venir a España me recorrí desde Córdoba hasta Nayarit en coche y pasamos un poco afuera de los locales, íbamos comiendo un poco lo típico de cada lugar. Me gusta ir a sitios típicos y tradicionales. Me sorprendió cómo cambian los platillos, incluso los nombres. México tiene tantos estados y en cada estado hay tantas ciudades con diferentes platillos. Por ejemplo las picaditas jarochas, los sopes se llaman de otra forma en Colima. Me gustó el pescado fresco de Veracruz. Pero mi comida favorita sigue siendo los tamales. Viví en Coatzacoalcos dos años y comía tamales de masa colada que para mi eran los veracruzanos, los chanchamitos.

¿Qué nuevas ideas tienes para tu página?

He pensado en hablar de tradiciones enfocadas a recetas de distintos estados. De Catemaco por ejemplo, un sitio increíble que da un poco de miedo, pero creo que es parte de nuestra cultura. Se conoce poco pero tiene mucha riqueza cultural y no sólo por decir es una ciudad de brujos. Tiene esencia del México prehispánico, de lo que suponía curar con hierbas. Esas cosas son las que me gustan y quiero darle a la página un giro en esa dirección.


Imágenes de Juan Carlos Rojas y de Lupita Galán Chanteiro