Más de 577 millones de personas hablan español en el mundo y se espera que para 2050 la cifra se eleve hasta representar casi el 8% de la población mundial, gracias al creciente interés por nuestro idioma en Estados Unidos y China. Son algunas de las conclusiones del anuario “El español en el mundo 2018”, del Instituto Cervantes.

 

MADRID, España.- El número de personas que hablan español en el mundo alcanza ya los 577 millones, de los cuales 480 millones lo tienen como lengua materna, según el anuario El español en el mundo 2018”, del Instituto Cervantes. El estudio proyecta un aumento hasta 2050, cuando los hablantes de español supondrán el 7,7% de la población mundial.

El español ocupa el tercer puesto entre las lenguas más habladas, detrás del chino y del inglés, en primer lugar. El éxito de los dos primeros puestos se debe al posicionamiento comercial de Estados Unidos y China, aunque los países hispanohablantes suman el 6,9% de la contribución al PIB mundial. Pero en estas dos grandes potencias es precisamente donde el español está obteniendo un mayor interés.

Las relaciones comerciales de China se centran cada vez más en mercados hispanohablantes, como demuestra el aumento del número de viajes de autoridades chinas a España e Hispanoamérica. “China está mirando a España”, explica Inmaculada González-Puy, directora del Instituto Cervantes en Pekín. Más de 700.000 ciudadanos chinos visitaron España en 2017, pero el atractivo no es sólo cultural o turístico. Comienza a crecer el interés de los padres chinos porque sus hijos aprendan español. Prevén que les será útil en la dura competencia de los mercados del futuro.

Más de 700.000 ciudadanos chinos visitaron España en 2017. Comienza a crecer el interés de los padres chinos porque sus hijos aprendan español.

La creciente población hispana aumenta el interés estadounidense

En Estados Unidos, el español se ha convertido un idioma cada vez más necesario, no sólo para cuestiones comerciales; las migraciones aumentan el número de hablantes hispanos cada año. En el sector de la medicina, por ejemplo, el español es un idioma muy demandado por la gran cantidad de pacientes hispanos que no dominan la terminología médica en inglés. Los cursos de español en las universidades estadounidenses son los que tienen mayor acogida. En algunas universidades, los cursos de lengua española suman más que todos los de otras lenguas juntos.

Se calcula que, en 2060, la población hispana en Estados Unidos será de 120 millones de habitantes. Es decir, 1 de cada 3 ciudadanos será de origen hispano. Además la tasa de mantenimiento de la lengua es enorme entre estos residentes.

En el sector de la medicina estadounidense el español es un idioma muy demandado por la gran cantidad de pacientes hispanos que no dominan la terminología médica en inglés.

Pero el interés por el español llega incluso a países donde la lengua principal es el inglés y el aprendizaje del español no es obligatorio, si no por interés.

En Reino Unido el español es percibido como la lengua más útil para los ciudadanos”, sostiene David Fernández Vítores.

El español en la ciencia y las redes

Unas 21 millones de personas estudian español en el mundo. El anuario ha obtenido estos datos a través del estudio de 107 países, pero la información no incluye la enseñanza privada, por lo que el Instituto sostiene que la demanda podría ser un 25% mayor. Este aumento se ha reflejado en sectores punteros para España como la ciencia y la tecnología, que han aumentado el número de publicaciones en las últimas décadas. aunque sigue siendo una lengua secundaria para la divulgación, detrás del inglés.

En Internet también conserva el tercer puesto entre las lenguas más usadas y alcanza el segundo en plataformas como Facebook, Twitter y Wikipedia. Los académicos calculan que el impacto del español en las redes se multiplicará cada vez más debido al aumento del acceso a la Internet en países hispanohablantes. Entre ellos México es uno de los más hablantes hispanos aporta, colocándose entre los diez con mayor número de usuarios en la red. 

El español conserva el tercer puesto entre las lenguas más usadas en Internet y alcanza el segundo en plataformas como Facebook, Twitter y Wikipedia. Imagen: Instituto Cervantes

 

Anuario “El español en el mundo 2018”, del Instituto Cervantes

En el estudio del Instituto Cervantes el español aparece como la cuarta lengua “más poderosa del mundo”. El ránking se estableció a través de las ponderaciones de diferentes variables.

El anuario es una coedición con el Boletín Oficial del Estado. Se publica anualmente y este año cumple 20 años. Se puede consultar en la biblioteca digital del Instituto Cervantes y estará en las tiendas a partir del próximo año. Está dividido en cuatro secciones: datos del español de referencia, en la que se recoge la información del censo de hablantes o las previsiones para el español. La evolución de la lengua y la cultura española en el mundo, en que grandes académicos como Alex Grijelmo analizan la evolución de las palabras, su significado y su implantación en nuestro idioma.  Análisis geográficos de la lengua, en el que se han obtenido datos varios países como China o Brasil. El informe del Instituto Cervantes en el mundo, en el que estudia el papel de la institución en los países donde se habla español.

Presentación del anuario “El español en el mundo 2018”, en Madrid

“Nos interesa abrir una reflexión compartida a la hora de hablar sobre el español en el mundo”, declaró Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, en la presentación. García Montero insiste en que el estudio no quiere incidir en la competencia por el ránking del número de hablantes si no que el trabajo de la institución es incentivar el español en los medios de comunicación, culturales y de divulgación científica y tecnológica.

Entre 2050 y 2100 es previsible que el número de hispanohablantes descienda en el mundo a entre el 6 y el 7%, debido al descenso de la natalidad por el desarrollo económico en los países de habla hispana. “La demografía juega en contra de la cuota de hablantes en español”, afirma David Fernández Vítores, profesor e investigador en el proyecto.


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