Investigadores de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo desarrollaron un respirador mecánico económico con material de fácil acceso y que cumple con las necesidades requeridas para emergencias como son portabilidad, confiabilidad y autonomía.

MORELIA (Michoacán), México.-  El respirador desarrollado por investigadores de la Universidad Michoacana de  San  Nicolás de Hidalgo (UMSNH) cumple con los lineamientos establecidos por COFREPRIS para su uso y comercialización en respuesta a la contingencia generada por la pandemia.

Así lo aseguraron distintos integrantes de la UMSNH: el director de la Facultad de Ingeniería Eléctrica, Juan Anzures Marín, el profesor Galileo Christian Tinoco Santillán y Alfredo Raya, del Instituto de Fisicomatemáticas y Arnoldo Bedolla G., del Instituto de Investigación en Metalurgia y Materiales.

El respirador artificial desarrollado por la UMSNH consiste en un ambu-bag o bolsa de resucitación, que acciona un carro desplazable movido por una leva sujeta a un motor de uso automotriz de alta fiabilidad. El motor se controla mediante un sofisticado sistema electrónico que proporciona diferentes modos de funcionamiento. Es capaz de censar la necesidad de respiración de un paciente que no está sedado de forma total y suministrar el volumen de aire y/o oxígeno deseado. Asimismo, el sistema cuenta con los modos automáticos 1:1, 1:2, 1:3 que se refieren a las relaciones de tiempo inhalación-exhalación y que pueden ser utilizadas en pacientes altamente sedados. Estos modos de operación funcionan en el rango de frecuencias respiratorias atendidas clínicamente con una alta confiabilidad y precisión.

El control del dispositivo es intuitivo y de fácil manejo. Además, al haber contado con la colaboración de un grupo de expertos en inhalación durante su desarrollo, el dispositivo cumple con los estándares requeridos para su uso, el cual no necesariamente se limita a personas afectadas por esta pandemia.

Como medidas de seguridad, el sistema cuenta con un filtro HEPA de alta eficiencia contra bacterias y virus hasta en un 99.97% que también tiene la función de intercambiar calor y humedad con el paciente.

Éste se acopla a un manómetro y una válvula de alivio que previene de una presión alta que puede causar daño pulmonar. El sistema también cuenta con una válvula PEEP que previene el colapso de los pulmones al mantener una presión positiva al final de la espiración. Todas las variables biofísicas relevantes son monitoreadas y se muestran de forma digital en las pantallas del dispositivo. A su vez, estas lecturas pueden activar diferentes alarmas programables para mayor seguridad del paciente.

El ventilador ha superado las pruebas preliminares con pulmones artificiales con diferentes niveles de resistencia pulmonar, así como con seres vivos, manteniendo valores de saturación de oxígeno en la sangre de entre el 97 y 100%. Actualmente, se están desarrollando pruebas más restrictivas con seres vivos que presentan un elevado daño pulmonar y/o elevados niveles de restricción de vías respiratorias. Se espera que el dispositivo pueda ser aprobado en un corto plazo por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios para su fabricación en masa y utilización.

Esta acción se suma a las otras acciones impulsadas por la Universidad Michoacana durante la contingencia del COVID-19: elaboración de gel antibacterial, de caretas, de pruebas rápidas para diagnóstico y atención psicológica para sectores vulnerables, etc.

Por otro lado, la UMSNH no ha detenido su actividad académica, ya que a la fecha ha titulado más de 200 estudiantes de licenciatura y posgrado en línea. Además, ha mantenido las actividades académicas por medio de plataformas digitales.