Es fin de semana y necesito unos pantalones. Nos recomiendan ir a Santa Fe para disfrutar de las rebajas, pero hemos desarrollado miedo y alergia a ese mastodonte comercial.

Nos dirigimos al Parque Delta. Allí donde ahora hay un centro comercial moderno, estuvo el diamante del campo de béisbol donde el gobierno de la ciudad colocó la morgue provisional del terremoto de 1985.

Miles de muertos yacieron en la arena sobre la que hoy miles de vivos buscan un descuento. Tiemblo un poco cuando lo pienso un segundo antes de entrar a una tienda que promete un 50%. Parque Delta nos recuerda que el capitalismo tiene unos cimientos muy resistentes.