Fundada por Fernando Valdés en México a finales de los años ochenta, Plaza y Valdés llegó al ámbito editorial español en  2003. Su intención inicial era poner en circulación en el mercado español los títulos que había publicado originalmente en el país americano. Sin embargo, a partir de 2005, bajo la dirección de Marcos de Miguel, Plaza y Valdés España ha adquirido un perfil con identidad propia, paralelo y complementario al de Plaza y Valdés México.

Como ocurre con su contraparte mexicana, Plaza y Valdés España es una editorial predominantemente académica. En términos generales, sus títulos se centran en las ciencias sociales y las humanidades. A pesar de su alto grado de especialización, Marcos de Miguel subraya que la editorial ha querido apostar también por el pensamiento crítico. Su compromiso con algunos de los temas en el campo de la ética los ha llevado a crear la colección LiberÁnima. Impulsada junto con la ONG Igualdad Animal, LiberÁnima es una colección en la que los títulos reflexionan sobre las condiciones de los animales en el mundo contemporáneo. Lo trascendental con esta colección es que los beneficios generados por la venta de sus títulos se dedican íntegramente a financiar una parte del trabajo de Igualdad Animal en el mundo.

En la actualidad, Plaza y Valdés España cuenta con 10 distintas colecciones y más de 300 títulos publicados.

Una editorial con aspiración universal

¿Cómo definirías la línea editorial de Plaza y Valdés España?

Nos definimos a nosotros mismos como una editorial de pensamiento crítico. Nos interesa que los temas que publicamos tengan una visión crítica sobre la realidad. Es por eso que a mí me gusta definir a los libros como un arma de construcción masiva. Les pedimos a los autores que hagan el esfuerzo de escribir pensando en el público general, sin renunciar nunca al rigor y a la calidad propios de su posición de investigadores. No queremos que los libros se queden en las bibliotecas, sino que intentamos que lleguen a todas las librerías: de fondo, generalistas, especializadas, universitarias, no universitarias, etcétera.

¿Es rentable editar filosofía?

No lo sería si no hubiésemos encontrado las fórmulas adecuadas para hacerlo: las coediciones, la ampliación del mercado y la divulgación.

La coedición permite compartir el riesgo económico, cofinanciando las obras entre la editorial y una institución, como por ejemplo el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en España, o el Tecnológico de Monterrey, en México. Esto permite publicar libros que sería demasiado arriesgado publicar de manera independiente porque la demanda es muy pequeña.

Otra fórmula es la ampliación del mercado. Por eso es importante pensar en Hispanoamérica, porque en términos de público objetivo en España se puede llegar a 100 o 200 personas, lo cual no sería rentable; no obstante, si localizamos esas 100 o 200 personas con los mismos intereses en México, en Colombia, en Chile, en Argentina o en Perú, ya estamos hablando de 1.000 ejemplares, y entonces ya es rentable.

En cuanto a la divulgación, la apuesta es transformar nuestra línea editorial del ensayo estrictamente académico y científico al ensayo de divulgación. Un buen ejemplo es un libro que acabamos de publicar titulado Felicidad a golpe de autoayuda. Tu vida en manos de un bestseller. ¿Qué es lo que hemos hecho aquí? Pues trabajamos con Juan Carlos Siurana, el autor, sobre la razón por la cual la gente recurre a los libros de autoayuda. En este libro nos preguntamos qué tipo de recetas o fórmulas mágicas se espera encontrar ahí cuando los problemas que se abordan llevan más de veinte siglos tratándose desde la filosofía. Por qué esa ansiedad por encontrar una solución a todas las preguntas cuando un tema como la felicidad se trata desde Sócrates. Este libro es un buen ejemplo de un filósofo esforzándose muchísimo para entender cuáles libros de autoayuda tienen éxito comercial y por qué lejos de ayudar a veces pueden ser contraproducentes. Es un estudio filosófico de un tema aparentemente no filosófico pero que afecta e interesa a miles o millones de personas. Esa es la línea editorial que queremos seguir desarrollando; es decir, pongamos a los filósofos a trabajar sobre temas que interesen a todo el mundo.

¿Cuál es el perfil del lector de Plaza y Valdés España?

Yo creo que es un público con inquietudes sociales, políticas y filosóficas. Me atrevería a decir que tiene más de 18 años y un perfil universitario. No obstante, creo que podríamos abrir el abanico a un público con inquietudes de pensamiento crítico en el campo de las ciencias sociales. Tenemos muchos trabajos de antropología, antropología social en particular, sociología, que van dirigidos a un público general pero con cierta formación académica.

El sector editorial español y el sector editorial mexicano

¿Cuál consideras que es el estado del intercambio comercial en el sector editorial entre México y España?

A nivel comercial México es el primer destino en Hispanoamérica de los libros españoles. El núcleo del mundo editorial hispanohablante es México, no España. Las principales razones son la cantidad de habitantes y la cercanía con el mercado hispanohablante americano.

No obstante, a pesar de que hay muchos vínculos y muchas plataformas para poder comercializar los libros entre México y España, hay un problema que tiene que ver con el propio funcionamiento del mercado editorial latinoamericano, en particular el de México. A diferencia de España, en México hay muy pocas distribuidoras. Las editoriales se distribuyen a sí mismas y eso supone un problema para las editoriales independientes españolas que quieren distribuir en México. Al final, la mayoría intenta hacerlo a través de una editorial mexicana con la que pueda compartir esfuerzos y recursos. Si no se hace así, la distribución es realmente difícil.

En nuestro caso no existe ese problema porque realizamos la distribución en México de la mano del Fondo de Cultura Económica, institución que sin duda es uno de los motores culturales más serios del país y que además de ser editora es distribuidora y cuenta con una enorme red de librerías.

¿Es decir que ni siquiera Plaza y Valdés México tiene la posibilidad de distribuir los libros de Plaza y Valdés España?

Tiene la posibilidad y de hecho lo hace, pero no tiene la capacidad que tiene el Fondo, porque estamos hablando de 27 librerías distribuidas en casi todos los estados y además muy bien ubicadas en relación con el mundo universitario y con el público general.

¿Qué contraste harías entre el ecosistema de librerías en España y el que hay en México? ¿Ahí también observas alguna diferencia?

Creo que en México hay muy buenas librerías. Ahí están Gandhi, el Fondo de Cultura, El Sótano, Porrúa… Lo que no hay es una red de trabajo común como la que puede haber en España. Aquí hay plataformas, como Cegal [Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros], que hacen verdaderos esfuerzos por facilitar la cuestión de la difusión de los libros a través de las librerías. Para mí, el mejor ejemplo es Todostuslibros.com, que te permite saber en qué librería puedes encontrar el libro que estás buscando sin tener que llamar una a una. Ese tipo de herramientas, si se hiciesen en México, ayudarían mucho a los editores mexicanos a vender en su propio mercado y, lógicamente, también a las editoriales españolas.

¿En dónde consideras que hay mejores condiciones para impulsar una empresa editorial, en España o en México?

En España hay más posibilidades para las editoriales independientes que partan de cero. Creo que al final hay muchas herramientas para conseguir que los libros tengan proyección en el mercado editorial contando con librerías y distribuidores y también con los apoyos del gremio de editores y del gremio de libreros. Creo que hay muchas plataformas que están constantemente formando a los editores para ayudarnos a entender todas las posibilidades de la proyección de nuestro negocio y hasta dónde puede llegar. Y no estoy tan seguro de que eso exista en México. Creo que en México hay muy buenas editoriales y muy buenas librerías, pero quizá el trabajo de los gremios de editores o de los gremios de libreros no está tan enfocado a las pequeñas editoriales sino a las grandes plataformas. Creo que en México sería más complicado sacar adelante una editorial independiente de lo que resultaría en España.

Dicho esto, tenemos muchísimo que aprender desde España del trabajo que se hace en México, porque no tenemos instituciones como el Fondo de Cultura, como la UNAM (que es mucho más que una universidad desde el punto de vista editorial), o actividades institucionales como la Feria del Libro de Guadalajara o la Feria del Libro del Palacio de Minería. Creo que España sigue siendo un país muy eurocéntrico y egocéntrico, y que cuando mira a Hispanoamérica solo piensa en exportar, pero no pone la atención suficiente a cómo es el mundo cultural y editorial mexicano. Creo que habría muchísimo que aprender por parte de España en cuestiones cómo organizar presentaciones, ferias, congresos, charlas, coloquios, etc., es decir, en todo lo que se refiere a la movilización de la sociedad civil hacia actividades culturales y formativas.

Es decir que estarías de acuerdo con que el sector editorial español puede aprender mucho del sector editorial mexicano desde una perspectiva institucional mientras que el sector editorial mexicano podría aprender mucho del español desde una perspectiva comercial.

Completamente de acuerdo. Y es más, añadiría que los lectores mexicanos tienen muchísimas más inquietudes que los lectores españoles. Cuando en México se habla de Estado fallido porque hay un problema de corrupción, de inseguridad, de violencia, y eso obliga a la gente a hacerse preguntas y movilizarse; cuando se produce una crisis de identidad social, la consecuencia es una crisis de identidad personal, individual. Por ejemplo, en términos políticos, ¿vivimos en una democracia? ¿Qué es la democracia? ¿Qué es la libertad? ¿Puede haber libertad sin seguridad? Este tipo de cosas obliga a la gente a pensar, y en ese pensar es donde entran los libros como parte de ese proceso de búsqueda de soluciones, salidas a una crisis social, política y cultural. En España está pasando algo parecido debido a la crisis económica y política que vivimos actualmente. Hay mucha gente que está tratando de entender lo que está pasando y seguir con sus vidas de la mejor manera posible, pero creo que, paradójicamente, esa crisis permanente en la que está sumergido México desde hace tantos años favorece que haya un ejército de lectores siempre pendientes de nuevas propuestas, nuevas soluciones. No olvidemos que, a lo largo de la historia del pensamiento, muchos de los pensadores más importantes e influyentes han surgido en periodos de crisis o incluso de guerra. No es casualidad.

Feria del Libro de Madrid

¿Qué tipo de gente se acerca saludaros en la Feria del Libro de Madrid? ¿El de los lectores habituales o personas con otro tipo de perfil?

Yo diría que la Feria es otro tipo de gente. Es verdad que nuestros lectores habituales vienen a saludar o a conocer en persona a un autor o a una autora, pero el grueso del público en la Feria es muy distinto, es un público más interesado en temas de narrativa, de bestsellers; es un público familiar, lejano de nuestra línea editorial pero al que queremos llegar, al que queremos atraer.

Para nosotros la Feria no es solo cuestión de rentabilidad sino también una forma de posicionarnos en el mercado y de tener una presencia comercial frente al público que no está habituado a nuestros libros. Una de las cosas que hemos descubierto en la Feria es que este público no accede a nuestros libros simplemente por desconocimiento de su existencia, no porque no le interesen. El mejor ejemplo es los libros sobre el tema de los animales. Mucha gente que tiene sensibilidad con cuestiones de ética animal ni siquiera sabía que existían libros que abordaban estos temas. Era una cuestión personal y en la Feria descubren que hay una colección sobre ello.

La Feria también permite que la gente acceda a los editores, que se acerquen a nuestro trabajo y que incluso nos puedan hacer sugerencias o propuestas de títulos que encajarían en nuestro catálogo. En ese sentido la Feria es importante porque permite una mayor cercanía entre el lector y el editor.

¿Qué relevancia le daría una editorial como Plaza y Valdés a la Feria del Libro de Madrid?

La máxima. Precisamente por este afán que tenemos de llegar a un público cada vez más amplio, la Feria nos sirve casi como un experimento, como trabajo de campo para constatar si lo estamos haciendo bien.

En el marco de la edición del libro en España, ¿qué relevancia le darías a la Feria del Libro del Madrid?

La Feria del Libro de Madrid, si no me equivoco, es la feria del libro más grande del mundo al aire libre. Este siempre es un factor importante porque es verdad que hay ferias profesionales como la de Guadalajara, en México, la Liber, en España, o la de Frankfurt, en Alemania, pero la Feria del Libro de Madrid es a cielo abierto, de entrada libre y gratuita. Es una Feria diseñada para pasear agradablemente ojeando libros y dirigida a un público amplio.

Lo singular de la Feria son las casetas de las editoriales, porque llevamos todo nuestro fondo. Puedes encontrar títulos que son o no novedades, pero que constituyen un micromundo enteramente a tu disposición. Casi todas las casetas de librerías, salvo las especializadas, venden lo mismo: los best sellers del momento, pero esos títulos los encuentras con facilidad en cualquier librería en cualquier época del año. Si te gustan los libros lo más probable es que vayas dos, tres o cuatro días a la feria, como me pasa a mí. Además, es la única época del año, junto al día del libro, que se permite aplicar un 10% de descuento sobre el precio de venta al público.

Para terminar, dime un libro o autor mexicano con el que te sientas identificado o que consideres relevante en términos personales.

Voy a mencionarte dos de los que más me han influido: Juan Rulfo y Pedro Páramo, y Carlos Castaneda y Las Enseñanzas de Don Juan.

En esta edición de la Feria del libro de Madrid, que se celebrará en el parque de El Retiro del 25 de mayo al 10 de junio, Plaza y Valdés España se encontrará en la caseta 244.