Su naturaleza inquieta y guerrera la llevó a crear Malteza, su marca de cerveza artesanal, y a romper moldes en un mundo dominado por hombres en México. Además de su variedad Morrigan, Jessica Martínez Ignorosa ha desarrollado una nueva receta que produce en la fábrica de La Cibeles, una de las principales marcas de cerveza artesanal en España, y que le vende al restaurante ‘La Chamana’, en Madrid.

Por Carlos Miguélez Monroy *

MADRID, España.- Jessica Martínez Ignorosa acaba de producir 3.000 litros de Hechiza, una receta de cerveza artesanal para La Chamana, en Madrid. Su amigo y dueño de este bien valorado restaurante mexicano le propuso desarrollar una variedad personalizada cuando se enteró de su incursión en el mundo de la cerveza, en el que creó la marca Malteza.

Jessica Martínez Ignorosa - Malteza

Las “casualidades” de la vida le habían presentado a David Castro, fundador de La Cibeles, una de las marcas españolas de cerveza artesanal más consolidadas en España. Lo conoció en una competencia cervecera en Japón, como muchas en las que ha participado y en las que ha salido bien parada su cerveza Morrigan. En la Copa Cerveza MX, obtuvo bronce en la sección amateur en 2014, plata en la sección profesional en 2015 y mejor cerveza latinoamericana en 2016.

El restaurante que quería su cerveza y la fábrica de una prestigiosa marca de cerveza artesanal coinciden en la misma ciudad. Todo encajaba para una producción en Madrid en lugar de hacerlo en México, con todo lo que habría implicado de permisos para el transporte, aranceles y otras complicaciones administrativas.

Hechiza en Madrid, Morrigan para México

La empresaria asegura que sus dos cervezas maridan bien con los sabores de la comida mexicana. A diferencia de su primera producción de cerveza roja de 5,5º de alcohol, esta vez ha hecho una versión rubia de Hechiza con sabores lupulados, frutales y cítricos, con 4º y menos amargor para La Chamana. Lo hizo también con la mente en la primavera que se acerca, y la búsqueda de sabores frescos y más ligeros por parte de los clientes que empiezan a buscar las terrazas de Madrid para refrescarse con una buena cerveza.

Amante de la literatura y de la cultura, Martínez Ignorosa bautizó su variedad en México con el nombre de Morrigan, diosa de la guerra en la mitología celta que se convierte en cuervo para sobrevolar los campos de batalla. Esta diosa celta también hace un guiño al estilo escocés de su cerveza oscura, de 7º de alcohol a la que califica de “compleja, intensa, con un ligero sabor dulce y a caramelo tostado, aunque también a chocolate”.

Su producción de entre 1.500 y 1.800 litros cada tres meses tarda unas tres semanas para fermentar y para que pueda ser embotellada para su comercialización, eslabones del proceso que ha decidido externalizar para poder hacer el resto del trabajo de su marca.

Comienzos de una mexicana inquieta en el mundo de la cerveza

Martínez Ignorosa aterrizó en el mundo de la cerveza más por inquietud y por “azar” que por impulso feminista. Con una trayectoria en el mundo del teatro y de la comunicación, trabajaba en una productora hasta que, un día, cayó en la cuenta de que no quería sacrificar sus años más productivos en trabajar para el sueño de alguien más. Se asoció con otro trabajador de la productora para dedicarse al reciclaje de plástico.

Cuando la inconformidad volvió a llamar a la puerta, decidió probar con algo que siempre le ha gustado: la cerveza. Hizo un curso de un año con la Asociación de Sommeliers Mexicanos. Durante ese tiempo comenzó a realizar catas y obtuvo en 2014 su certificación como juez para evaluar cervezas.

Era mucha responsabilidad. ¿Cómo les voy a decir cómo hacer sus cervezas si yo no tengo mi propia cerveza?

En ese momento decidió empezar a probar con sus propias recetas. En poco tiempo había desarrollado 5 variedades, que fabricaba en su casa en un volumen de 100 litros por mes. Había nacido una marca: Malteza. Llegó un momento en que tuvo que rentar una fábrica para producir 1.000 litros de la única variedad a la que redujo su producción.

Dominio masculino en un sector estancado en México

Comenzó a tomar conciencia del sexismo que impregna el sector en México al coordinar un grupo latinoamericano de cerveceras. En poco tiempo pasó de 17 a 120 mujeres para convertirse en plataforma para dar voz el trabajo de las mujeres en el sector. También daba visibilidad a la brecha salarial entre ambos sexos para los mismos puestos, de la ausencia de mujeres y de actitudes excluyentes de trabajadores varones que en pleno siglo XXI se niegan a tratar con personas del sexo opuesto en su trabajo.

Jessica Martínez Ignorosa - Cervecera mexicana

También se muestra crítica con otros aspectos del panorama cervecero en México, al que considera estancado por falta de creatividad y de desarrollo. También afirma que tampoco se regulan la venta, los impuestos y el control de calidad, lo que sirve de caldo de cultivo para la competencia desleal entre distintas marcas.

No hay modelo de negocio definido y sí mucha improvisación”, dice Martínez Ignorosa, que ha tenido oportunidad de conocer de cerca el mundo cervecero de distintos países europeos.

Aunque ha disfrutado de los países más cerveceros por tradición, Italia le llamó la atención de forma especial.

Se mezcla su gran variedad junto con el aprovechamiento de ingredientes y procesos locales”, dice en referencia al mosto, a productos de la uva y a otros componentes esta guerrera mexicana de la cerveza artesanal.


Fotos: Carlos Miguélez Monroy (excepto la del montaje fotográfico con el logo de la marca)