Celebramos Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo. En el mundo, 1 de cada 160 niños presentan esta condición, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, en México, 1 de cada 115. El diagnóstico tardío de esta condición, cuatro veces mayor en niños que en niñas, dificulta la intervención temprana.

El autismo se define como un trastorno del neurodesarrollo que está caracterizado por alteraciones en el lenguaje y la comunicación social. Además, los afectados presentan un patrón estereotipado en cuanto a sus intereses. No existen grupos raciales, étnicos o sociales con una prevalencia mayor a otros.

En cuanto a su origen y causa, encontramos que es un desorden poligénico, pues varios genes determinan que se dé este trastorno. Hasta el momento, no se ha esclarecido al completo el porqué, pero todo apunta a alteraciones en la conectividad entre los dos hemisferios cerebrales, y de la neuroanatomía y funcionamiento de varias regiones cerebrales, así como a desordenes en la bioquímica neuronal. En muchos afectados, se ha visto asociación con otras enfermedades como el Síndrome de Angelman o el Síndrome X frágil. Todos estos factores complican y dificultan el estudio de esta condición.

Ciertos autores relacionan también las infecciones víricas prenatales con el riesgo de padecer autismo, ya que producen cambios en la síntesis de neurotransmisores y en la anatomía del cerebro. También se cree que la edad materna es un factor; a mayor edad de embarazo, mayor probabilidad de que la descendencia tenga autismo.

A todo esto es necesario sumar que en cada niño o niña la manifestación es diferente, y aparece en un momento distinto del desarrollo, si bien los síntomas aparecen en el desarrollo temprano del menor.

Esto ha llevado a los especialistas a cambiar la clasificación, y en la actualidad hablamos de TEA (Trastornos del Espectro Autista) para recoger mejor toda la variabilidad entre personas.

En México, uno de los principales problemas que se plantea es el diagnóstico tardío de estos menores. Se ha demostrado que la intervención temprana por parte de profesionales de la salud y de los equipos docentes favorece el desarrollo del niño y conlleva un incremento de su calidad de vida.

Es necesaria la colaboración entre docentes, equipos médicos y familiares para logar la correcta intervención y la inclusión de las personas con autismo. Series como Atípico, de Netflix, ponen de manifiesto esto último al hablar de la inclusión de un adolescente con autismo en su instituto, en su trabajo y en su comunidad.