“La derecha española manipula la trágica situación sanitaria, social y humana para generar desorden y miedo”, dice el autor de este artículo en referencia a las manifestaciones atizadas por Vox y el Partido Popular en los barrios más ricos de Madrid sin tener en cuenta las distancias de seguridad ni ninguna recomendación sanitaria.

Opinión de Xavier Caño Tamayo *.

MADRID, España.- ¿Se imagina alguien a Angela Merkel insultando 19 veces al líder alemán socialdemócrata en una intervención en el Congreso? Eso hizo Pablo Casado contra Pedro Sánchez. Los insultos con los que se puso a la altura de cualquier bocazas de taberna fueron traidor, felón, mentiroso, ridículo, irresponsable, incapaz, desleal, catastrófico, ególatra, escarnio de España, incompetente, mediocre… y así hasta 19 insultos.

Esa inaceptable conducta marca una diferencia esencial porque, acorde con esa ausencia de espíritu democrático, la derecha española manipula la trágica situación sanitaria, social y humana por la pandemia del coronavirus para generar desorden y miedo.

Buena muestra ha sido el ruido de su descontento que llevaron al barrio de Salamanca de Madrid, uno de los más ricos de España. Atizadas por una postura antipatriótica de Vox y del PP, decenas de personas arracimadas se han manifestado contra el gobierno en la calle Núñez de Balboa, a veces incluso acompañadas de sus muchachas y conserjes, sin tener en cuenta las distancias de seguridad, ni ninguna otra recomendación sanitaria.

Tienen la desfachatez de hablar de libertad, como si tuvieran el menor conocimiento y la menor comprensión de lo que significa cuando son partidarios, seguidores o nostálgicos del franquismo. Ese régimen criminal mereció todas las condenas posibles de la ONU, del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, del Consejo de Europa y de grandes asociaciones globales defensoras de derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, por sus constantes atentados durante cuatro décadas contra las libertades y derechos de la ciudadanía.

Esos ultraderechistas salen a la calle para provocar, no para resolver nada, cuando ya se han registrado unos 230.000 casos de infección por coronavirus y ha habido en el país más de 27.000 fallecidos. Esa derecha irresponsable pide ‘libertad’ para salir a la calle sin respetar las medidas de seguridad, que en realidad son medidas de solidaridad y empatía con la salud de todos los ciudadanos, ellos incluidos.

En ese panorama de ruido fascistoide y mentiras de la derecha, la crisis del coronavirus no parece confrontar dos propuestas de gobierno, izquierda y derecha, sino dos modelos de Estado contrapuestos: uno democrático y otro autoritario. Los grupos parlamentarios que sacaron a la derecha del gobierno de la nación con una moción de censura contra Mariano Rajoy demuestran una concepción democrática de la política y del gobierno. Pero la concepción de la derecha del PP y Vox es autoritaria, lo que es evidente al comparar la derecha española de Casado y Abascal con la alemana de Ángela Merkel.

Además de insultar, esa derecha manipula la información y miente tanto como respira para atacar al gobierno. Miente porque el gobierno progresista ha afrontado la crisis sanitaria y social de tal modo que le propia OMS aseguró al poco de declararse el estado de alarma que la respuesta de España a la pandemia había sido heroica y la labor del personal en primera línea de lucha contra el coronavirus, extraordinariamente innovadora. ¿Dónde quedan entonces las críticas genéricas y sin concreción de la derecha española? Agua de borrajas.

Ojalá que esta difícil crisis contribuya a sacar lo mejor de la gente, como ya se ve en algunos casos y situaciones, y aísle a la derecha tramposa y desleal.

* Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad del autor y pueden no reflejar la visión de este medio de comunicación.