Los médicos de cabecera en Cataluña convocaron una huelga de cinco días para reivindicar recursos y la contratación de personal con el fin de aumentar el tiempo de atención a cada paciente y de reducir listas de espera. Estas exigencias coinciden con la visión de los médicos mexicanos José María Sesín y Alan Miliet Bernal sobre el Sistema Nacional de Salud, que conocen desde dentro y al que reconocen grandes virtudes, aunque también advierten de un deterioro por los recortes después de la crisis.

MADRID, España.- José María Sesín, un joven médico mexicano con 10 años de experiencia, trabaja en Barcelona en un centro de salud primaria. En estos centros, conocidos en España como ambulatorios, cada persona tiene asignado un médico de cabecera como él y un enfermero.

Salvo en casos de emergencia en que los ciudadanos pueden acudir a cualquier servicio de urgencias en el hospital más cercano, tienen que solicitar una cita con su médico de cabecera, el primer “filtro”.

“Hay médicos de cabecera que atienden hasta a 40 pacientes en cuatro horas. Esto es muy desgastante para el personal sanitario”, afirma Sesín.

Los médicos de Cataluña en huelga que exigen recursos y la contratación de personal piden un máximo de 28 pacientes al día para garantizar 12 minutos de atención a cada paciente, cuando pueden tener menos de cinco minutos en la actualidad. Se suman ahora los de Andalucía, que en la actualidad llegan atener tres minutos para cada paciente, y piden un mínimo de 10 minutos.

Tiempos de espera para ver a un médico especialista

Los médicos de cabecera pueden prescribir, pedir pruebas o derivar a un médico especialista cuando se trata de un problema que requiera la atención de un doctor de alguna especialidad concreta.

A raíz de la crisis, que estalló cuando hacía la especialidad, los tiempos de atención de un especialista se retrasaron”, dice Sesín. Asegura que los médicos como él tenían mayor capacidad para solicitar pruebas y para acelerar la atención.

“Solíamos derivar pacientes a especialistas más rápido. Los tiempos de espera para patologías menores eran de uno o dos meses. Han cerrado quirófanos por no tener capacidad de personal y por carencia de material. Las urgencias se mantuvieron, aunque se colapsaron más”, dice. Recuerda el conocido caso de platas enteras del hospital Vall d’Hebrón cerradas por falta de personal a causa de los despidos y los recortes.

Pueden transcurrir 78 días entre la visita al médico de cabecera en el centro de salud, conocido en España como ambulatorio, y la primera cita con el traumatólogo; 77 días con el oftalmólogo, 71 días con el dermatólogo, 63 días con el cardiólogo, 61 días con el neurólogo y así hasta 41 días para el cirujano general de aparato digestivo. Así lo revelan los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad en España, aunque varían en función de las distintas Comunidades Autónomas. Se espera menos en Madrid, en el País Vasco y en las Islas Baleares, mientras las Islas Canarias y Cataluña hacen esperar más a sus pacientes.

Sanidad pública, sanidad privada

Once millones de españoles tienen contratado un seguro privado, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), lo que confirma la toma de fuerza de la sanidad privada en España, como también ocurre en México. Considera difícil recuperar la calidad de la atención previa a la crisis y afirma que, tanto en España como en México, la ideología sobre la supuesta superioridad de la calidad de la sanidad privada ha contribuido al deterioro de los servicios públicos.

Defiende el Sistema Nacional de Salud, “la pública”, como la mejor opción para urgencias extremas, patologías graves y otros problemas de salud que requieran tratamientos multidisciplinares. Los grupos interdisciplinares para estudiar y atender los casos, así como por los protocolos y los sistemas de preferencia garantizan una atención de calidad para las patologías de calidad urgencia.

Aún así, reconoce que la sanidad privada absorbe a pacientes con una capacidad adquisitiva para problemas de salud que no requieren de grandes recursos. Sobre todo, desahoga el sistema público contribuye a un equilibrio en la atención sanitaria.

Hay gente muy demandante, a veces piensa que sus problemas son más importantes y exageran, lo que retrasa la atención de otras personas con dolencias graves. Las urgencias se colapsan con un 40%-50% de patologías banales como gripes comunes”, dice.

 

Un médico mexicano en Quirón, gigante de la sanidad privada

El médico mexicano Alan Miliet Bernal trabaja en el quirófano del hospital Quirón San José en Madrid donde también atiende consultas de ginecología, su especialidad. El hospital donde trabaja pertenece a la red de hospitales Quirón que a su vez forman parte de una empresa alemana que ha crecido en los últimos años por el mercado tan grande que, según el propio Miliet, hay en España. Tiene casi 10 años de experiencia médica en España, aunque también trabajó en México.

México tampoco está tan mal porque ofrece alternativas.

Si no, tienes seguridad social, puedes acudir a la Secretaría de Salud, donde te cobran algo simbólico. Si no, tienes también el Hospital Universitario. En España tienes que elegir entre público o privado”, dice, aunque reconoce la amplitud de una clase media que sostiene un sistema con unas urgencias que atienden a las personas al margen de su situación y de su nacionalidad.

Pero advierte de la necesidad de dar seguimiento a muchas urgencias, algo que se perdió por la derogación de la Sanidad Universal con el gobierno anterior y que se recuperó hace pocos meses con un nuevo decreto ley. Pero el daño estaba hecho, como explica este joven médico.

Afirma que la sanidad pública está muy bien, pero que a los médicos se les exigen cada vez más resultados cuantitativos, papeleo y trabajo burocrático desde arriba. Esto puede perjudicar al paciente por las listas de espera que se generan, por las pruebas que no se piden para ahorrar costes o que tardan demasiado. También tardan algunas consultas con especialistas, lo que retrasa los diagnósticos y la atención en muchas especialidades aunque no en ginecología, donde se hacen ecografías en urgencia.

Como el doctor Sesín, el doctor Miliet defiende la eficacia de la sanidad universal como la mejor opción una vez que los problemas se han diagnosticado, sobre todo para casos graves o con especialidades como oncología.

El centro donde ejerce su profesión trabaja con varias aseguradoras privadas con las que hay que tener contratado un seguro para ser atendido, aunque en los casos de urgencias los obligue a atender siempre a las personas.