La caza, el tráfico ilegal y la expansión de los territorios humanos amenazan cada vez a más especies dentro de la enorme biodiversidad de la que goza México. El ajolote, el quetzal o la vaquita marina son algunos de los animales que México y el mundo podrían perder en los próximos años si no se garantiza su conservación.
MADRID, España.- México tiene una de las variedades más completas de especies animales. Es el país que posee más tipos de reptiles, sumando más de 700 especies. Uno de los mejores ejemplos se aprecia en su diversidad de tortugas marinas. De las ochos especies que existen en el planeta México cuenta con siete de ellas. Este animal es uno de los más apreciados en el país debido a su importancia para el turismo. La mayoría de las especies de tortuga gozan de programas de protección y de concienciación para la población. Pero no todos los animales de México cuentan con esa protección.
Algunos animales han conseguido beneficiarse del aprecio de la población mexicana, como los colibríes, los tapires o la mariposa monarca, para conseguir programas de protección. La mariposa monarca, Danaus plexippus, cuenta con una reserva natural para las épocas del año que pasa en México. Pero aún así, el cambio climático está mermando sus números y están entre los animales amenazados, según National Geographic.
México es el segundo país del mundo con mayor número de especies de mamíferos y el cuarto en la cantidad de anfibios. Estas dos categorías son las que más se ven amenazadas por la acción humana. La construcción de plantas de energía contamina zonas naturales y afectan a los animales que viven en lagos y charcas.
El tráfico ilegal de especies es uno de los más lucrativos. Muchas especies de México se ven perjudicadas por la leyes de venta de animales del país, que permiten que cualquier animal que tenga un recibo pueda venderse. Las más afectadas por el tráfico son loros, primates y tortugas mexicanas.
Existen otros animales que se ven amenazadas por especies invasoras. De las más intimidadas es la Pardela de Townsend, natural de la isla Socorro del archipiélago de Revillagigedo. Este ave marina se encuentra en peligro por los ataques de gatos silvestres introducidos en los años 70.
No todo está perdido. Personalidades como el incansable investigador Gerardo Ceballos , recién ingresado en la National Academy of Sciences, dedican su vida a proteger a estas especies y al planeta
Los más amenazados
Entre los animales que cuentan con menor número de ejemplares destacan aquellos que son propios de zonas pequeñas del país. En estas zonas los animales encuentran condiciones únicas que normalmente están en peligro por la acción del ser humano. Es el caso del mapache de Cozumel, la musaraña de Los Tuxtlas, el conejo de la Isla San José o la coqueta de Guerrero.
La riqueza de los colibríes mexicanos
Ajolote (Ambystoma mexicanum)
Desde tiempos prehispánicos, el ajolote ha sido muy importante en la cultura mexicana. Este anfibio se considera representación del dios Xólotl. Su hábitat natural es Lago Xochimilco, en la cuenca del valle de México. Pero actualmente es casi imposible encontrar ejemplares en esta zona por el alto nivel de contaminación de sus aguas. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) puso en marcha un plan de conservación de la especie en la Reserva Ecológica del Pedregal. Pero se teme que la cría en cautividad pueda afectar a una de las características que hacen más especial al ajolote, el mayor genoma jamás secuenciado. Las cualidades genéticas de este animal le otorgan una capacidad de regeneración asombrosa, que incluso le permite reponer miembros dañados. Su sistema es 1.000 veces más resistente al cáncer que la mayoría de los mamíferos. Se cree que el estudio de su ADN podría ser la clave para toda una serie de avances médicos, pero las duras condiciones en las que hemos situado a esta supuesta deidad azteca hacen que la prioridad actual sea salvar a la especie.
Ajolote: un anfibio símbolo de tradición y esperanza en México
Jaguar (Panthera onca)
Es uno de los felinos que tiene más peligro de desaparecer en México. Seguido por el ocelote. La expansión del territorio humano fragmenta el hábitat natural de los animales obligándolos a vivir más cerca de los humanos. Estos contactos aumentan el número especímenes que son eliminados por la caza o por sus pieles, como ocurre con los jaguares. Estos animales suelen huir de la presencia humana pero la invasión de sus hábitats está reduciendo la cantidad de ejemplares. Personalidades como el doctor Ceballos y organizaciones como Alianza Jaguar apuestan por la concienciación para que los mexicanos conozcan la situación actual de estos animales y se den cuenta de la importancia, tanto cultural como ambiental, que tienen para el país.
Fotografías mexicanas que protegen la vida salvaje con cada ‘disparo’
Lobo mexicano (Canis lupus baileyi)
Es la más pequeña de las subespecies de lobo. Un informe de la Academia Nacional de las Ciencias de Estados Unidos (NAS) determinó recientemente que, junto al lobo rojo, estos animales son únicos y fundamentales para la supervivencia de los ecosistemas. Como el resto de grandes depredadores, los lobos ayudan a controlar la población de herbívoros.
La caza estuvo a punto de extinguirlos en el siglo XX. Quedan cerca de 120 ejemplares en la actualidad. En México están prácticamente extintos en estado salvaje. En los años 70 se encontraron cinco ejemplares con los que se empezó un programa de recuperación que aún continúa. Antes de la persecución a la que fueron sometidos por el programa de caza favorecido por el gobierno mexicano vivían en la Sierra Madre Oriental y Occidental, en el Eje Neovolcánico y en la montañas de Oaxaca.
Lobo mexicano en serio peligro
Oso negro (Ursus americanus)
El carnívoro de mayor tamaño en México y la última especie de oso que queda en el país. Aunque antiguamente ocupó la mayoría de los bosques templados de México, en la actualidad se pueden encontrar al norte del país, sobre todo en Sonora, Chihuahua, Nuevo León y Coahuila. Suelen habitar zonas apartadas, con un acceso complicado para los humanos, por lo que es difícil cuantificar el número de ejemplares que aún sobreviven. Se encuentra amenazado por culpa de la reducción de su hábitat natural y la persecución de los cazadores furtivos. A consecuencia de los cambios climáticos en sus zonas de alimentación cada vez le es más complicado encontrar sustento.
Vaquita marina (Phocoena sinus)
Uno de los animales más amenazados de todo el planeta. Sólo cuenta con 10 ejemplares y cada año se reducen sus posibilidades de supervivencia. Las últimas vaquitas se localizan en el Golfo de California y hace unos pocos meses se encontró el cadáver de uno de los últimos especímenes en su Reserva de la Biosfera. El Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA) tiene en marcha un programa de recuperación apoyado por las autoridades de México. Pero al parecer no está cosechando resultados y el número de vaquitas continúa reduciéndose. La causa principal del fin de este animal se debe a la pesca ilegal. Las vaquitas quedan atrapadas en las redes que los pescadores furtivos utilizan para capturar totoabas, otro pez protegido por las leyes de México.
Tortuga caguama (Caretta caretta)
Se puede encontrar en los mares de Baja California pero también en Quintana Roo, Campeche, Yucatán, Veracruz, Tabasco y Tamaulipas. Se distingue del resto de las especies de tortuga por su color rojizo y es una de las de mayor tamaño. Como la mayoría de las especies marinas amenazadas en México se encuentra amenazada por el uso de redes ilegales de pesca. Estas redes no permiten que las tortugas puedan escapar entre sus huecos y mueren atrapadas. En tierra uno de sus parientes seriamente amenazados es la tortuga del bolsón.
Guacamaya roja (Ara macao)
Era uno de los animales más comunes de las selvas mexicanas pero su número se ha reducido drásticamente por culpa del tráfico ilegal. La guacamaya roja es uno de los animales más cotizados. Resulta muy llamativo por la intensidad de sus colores. Existen varias reservas, como el refugio de Xcaret, en la península de Yucatán, que cuidan por la supervivencia de la especie en cautividad.
El resto de las aves amenazadas nacionales amenazados suelen estar más amenazados aún por la reducción de sus hábitats. Es el caso del picamaderos imperial o carpintero imperial, que ha visto como sus zonas de alimentación han sido destruidas por la deforestación. Actualmente se encuentran virtualmente extintos.
Manatí (Trichechus manatus)
De las tres especies de manatíes que existen, en México habita la conocida como manatí del Caribe. Era un animal adorado en la cultura mexica, al que llamaban tlacamichin, “hombre pez”. Incluso el país celebra el Día Nacional del Manatí, el 7 de septiembre. Al igual que en muchas otras culturas, el manatí se ha asociado siempre al mito de las sirenas, seres mitad pez y mitad ser humano. Es una especie protegida en México y cuenta con un santuario marino en la Bahía de Chetumal.
Quetzal (Pharomachrus mocinno)
En la cultura prehispánica las plumas de este ave se usaban para decorar las vestimentas. Eran símbolo de poder, riqueza y fertilidad. Representaban a los dioses Quetzalcóatl y Kukulkán. Al igual que muchas de las aves con un plumaje llamativo en el país, su principal amenaza es la caza y tráfico ilegal. Uno de los mayores sinsentidos porque los quetzals no sobreviven a la vida en cautividad. Además su hábitat se está reduciendo por culpa de la expansión humana. Habitan los bosques de niebla de Chiapas, al sureste de México, que llegan hasta Panamá y recorren distancias de hasta 30 kilómetros. Estos ecosistemas se han reducido un 78% en las últimas décadas por culpa de la deforestación.