El mexicano Rodrigo Cajiga Vázquez tuvo la oportunidad de disfrutar de la banda mexicana Zoé en Londres, donde él vive, y que comparte con nosotros en esta crónica: “Era mi segundo concierto de Zoé pero éste, en un espacio reducido, se sintió íntimo y cercano”.

LONDRES, Reino Unido.- Me enteré del concierto de Zoé en Londres el día anterior y compré la entrada 5 horas antes. El concierto tuvo lugar en la sala Village underground London, un antiguo almacén en el barrio de Shoreditch. La mayor parte del público era mexicano, de países latinoamericanos y algún británico que conoce a la banda de León Larregui.

El DJ Carlitos reprodujo éxitos del rock mexicano en la sala desde que abrieron hasta que Zoé salió al escenario, cerca de las 21:20. Abrieron concierto con No hay mal que dure de su nuevo disco Aztlán, que han promocionado en su gira por Europa. Antes de Reino Unido estuvieron en varias ciudades españolas, Barcelona y Madrid entre ellas.

Cantaron clásicos como Reptilectric, Te soñé, Labios rotos, Nada, Luna y cerraron concierto con Love. No conozco muchas canciones de su nuevo álbum pero pude reconocer AzulHielo y Arrullo de estrellas, que forma parte del disco Prográmaton.

En un momento del concierto, una chica del público le pasó a Larregui un letrero que decía #mexiconiunamas, que el vocalista relacionó con ninguna muerte más en México por la llamada lucha contra el narco y los feminicidios, dos grandes problemas a los que se enfrenta el país.

“El rock en español es algo distinto ahora, México es algo distinto ahora. Lo hicimos, vamos a tener un nuevo México. Todos ustedes podrán regresar y ser mas felices”, dijo el vocalista en clara alusión a los posibles cambios que se aproximan con un nuevo gobierno. Dirigió estas palabras después de que el público entonara su tradicional grito de Culero cuando los grupos y los artistas se despiden al final de los conciertos, con el fin de que toquen una canción más. Así lo hizo Zoé antes de pedirle al público que no usara esa palabra porque nadie en la sala lo era y México ya era distinto.

Dijo también que los latinoamericanos no somos ciudadanos de segunda clase, sino de primera, que “somos hermosos” y que tiene fe en un futuro con un mundo sin muros ni fronteras.

Se mostro muy amigable y muy relajado sobre el escenario, estrechando manos a todos los que estaban al frente, incluido yo. Al final del concierto dejaron pasar a la zona privada donde ellos estaban a personas del público que tenían brazalete amarillo.

Era mi segundo concierto de Zoé pero éste, en un espacio reducido, se sintió íntimo y cercano.


Para ver videos y más fotos del concierto: roderic84