La Cabrera, ubicado, en pleno barrio de Salamanca, en la elegante calle de Velázquez, es un restaurante argentino que brilla con el arte de su parrilla. Desde ahora, Madrid puede presumir de tener una insuperable “casa de carnes”, donde tradición, maestría en el corte de éstas, gran calidad de la materia prima, satisfacción del cliente y simpatía argentina se dan la mano.
MADRID.-España-La Cabrera nace en Buenos Aires, en 2002, creada por el cocinero y empresario argentino Gastón Riveira. Lo que al principio fue un pequeño local de estilo familiar, en el barrio de Palermo bonaerense, que rápidamente arraso con gran éxito, es, hoy, un “emporio” de 22 sedes por todo el mundo, bajo forma de franquicias. En España, además de Madrid (gestionada por el empresario chileno José Luis Ansoleaga), hay locales en Barcelona y Málaga. En el resto del mundo, La Cabrera está presente en América Latina-en países, como México, Chile, Colombia o Perú-, Estados Unidos, Asia y Europa.
Las carnes a la parrilla son la estrella de La Cabrera. El comensal puede elegir el tipo de cocción de la pieza y el corte. En la carta, encontramos los principales cortes argentinos, lomo alto y lomo bajo. Hay piezas excepcionales (todas de gran calidad) como el ojo de bife (lomo alto en España), la entraña, el bife parrillero o el chuletón argentino. Está claro que, en La Cabrera, dominan el arte de la parrilla y las brasas (usando mitad carbón, mitad leña). Cada corte de carne se asa de una manera distinta, como se hace en Argentina.
También podemos degustar otros platos típicos de la cocina argentina como las empanadas caseras elaboradas con masa auténtica traída de Argentina (no hay que perdérselas), el escalope Milanesa, mollejas de corazón asadas, el chorizo criollo, varios tipos de pollo, pastas, patatas, ensaladas o verduras asadas, entre otros.
Muy divertido, colorido y rico el concepto de los pequeños acompañamientos gastronómicos calientes y fríos que se sirven junto a las carnes (“Técnicas gastronómicas”, como fueron bautizadas en el origen del nacimiento de la Cabrera en Buenos Aires). Los calientes están compuestos de puré de patata, pisto, ajos dulces o crema de manzana, entre otros. Entre los fríos, encontramos, por ejemplo, crema de guisantes y menta, coliflor o nabo encurtido. No hay que perderse, el reconfortante y soberbio consomé de carne casero que te sirven al sentarte.
Los postres son ideales para golosos a tope, como el increíblemente rico volcán de dulce de leche o unos buenos helados artesanales. Además, La Cabrera posee una interesante bodega con vinos españoles y argentinos (famosos en el mundo por su gran uva Malbec).
El ambiente de La Cabrera- repartido en dos plantas con muros de ladrillos visto, una barra y una bonita terraza en la calle Velázquez- es acogedor, desenfadado, bohemio y chic. Está decorado con objetos diversos, modernos, antiguos, divertidos y sorprendentes que rememoran, no sin alguna nostalgia, los recuerdos de Argentina: juguetes antiguos, coches, trenes, motos y globos aerostáticos con aire retro, raquetas, patines y bolos, máquinas de escribir, escudos y banderas de equipos de fútbol que hicieron y hacen historia al otro lado del charco, instrumentos de cocina…
Las noches en La Cabrera resultan muy amenas. Desde sus espectaculares cócteles de autor diseñados por el bartender mexicano Christian Conde, la música en vivo- dos veces al mes- y los viernes y sábados por la noche, Dj.
Dirección: c/ Velázquez, 61- Madrid
Precio: 60 euros por persona
Horario: De lunes a sábado de 12:00 a 01:30 horas y los domingos de 12:00 a 00.00 h ininterrumpidamente.
Reservas: 34 671 280 178 / https://lacabreramadrid.com/
