Leonardo Ricárdez lidera la marca Cielito Wine, produciendo variados tipos de vino desde Nueva Zelanda. Desde el pasado octubre los exporta a su natal México, donde proyecta instalarse en los próximos años.

El mercado del vino en México se considera uno de los más dinámicos en el mundo. Según un estudio realizado por la Oficina Económica y Comercial de España en México, entre 2015 y 2019 las ventas de este licor han crecido anualmente un 8%. Aunque pareciera que cualquier enólogo podría triunfar en tierras aztecas, el caso de Leonardo Ricárdez es bastante peculiar dentro del rubro.

Leonardo Ricárdez y su Cielito Wine

Ricárdez, enólogo e ingeniero agrónomo mexicano, nunca pudo producir vino en su propio país. Sin embargo, fue en la lejana Nueva Zelanda donde comenzó su aventura en este negocio: “En un principio, pensé hacer en México el vino, pero como se fueron dando las cosas, me ofrecieron un trabajo permanente aquí en Nueva Zelanda”.

  • «Entonces era la oportunidad de seguir aprendiendo aquí, con tecnología supermoderna. Aproveché que me ofrecieron trabajo para seguir aprendiendo de la industria, de enología en general», dice Leonardo Ricárdez.

Su marca Cielito Wine —nombrada así en honor a su familia— fue creada en 2014. Gracias a la tecnología y los vastos recursos de Nueva Zelanda, puede ofrecer tres tipos de vino de alta calidad: chardonnay, pinot noir y sauvignon blanc, cuya mejor expresión en Nueva Zelanda se encuentra en Blenheim, donde vive Ricárdez.

El objetivo de Ricárdez es, dentro de cinco años, lograr independizarse en la producción de su vino, que actualmente elabora en la bodega de una amiga, donde suele procesar tres toneladas de uvas. Su sueño es generar su propio vino en México, cerca de sus familiares y demás seres queridos.

Las cifras mandan: el mercado vinícola en México se muestra próspero

Ricárdez sabe que el mercado del vino va en ascenso; por ello, desde octubre del presente año, sus vinos se vienen comercializando en su México natal, específicamente en Puebla, Cancún y Ciudad de México. Le respaldan las cifras, pues entre 2001 y 2017 la importación de vino de Nueva Zelanda a México ha aumentado hasta alcanzar los 732 mil dólares; pese a los altibajos entre 2018 y 2019 (se registró una caída a 527 mil), posteriormente se llegó a superar los 779 mil dólares. Entre enero y agosto del 2020, las importaciones de este licor desde el país oceánico suman 406 mil dólares, según la Secretaría de Economía.

Un valioso señalamiento complementario es el de Marco López, autor de la reseña Vinos en SweetestHome, quien recuerda que entre 2012 y 2019, el negocio vinícola en México subió un 29%, pasando de 1,154 millones de dólares a 1,489.9 millones. Exceptuando este 2020 por el nefasto impacto de la pandemia, se calcula que el mercado mantendrá su crecimiento hacia los próximos 5 años hasta los 2 mil millones de dólares.