La actriz y cantante Gloria Albalate escenifica ‘Putas Rancheras’, un espectáculo que combina canciones rancheras con monólogo para despertar conciencias sobre un tema envuelto en tabú y estigma a pesar de considerarse la profesión más antigua de la historia: la prostitución.

MADRID, España.- Cuesta imaginar a El Rey, Paloma negra, Volver volver, Llorona, y La cama de piedra en un repertorio para despertar conciencias sobre prostitución, machismo e hipocresía social, pero Gloria Albalate lo consigue al combinar canción y monólogo Putas Rancheras en el bar El Intruso (C/ Augusto Figueroa, 3).

Bajo la dirección de Jorge Gonzalo, con el piano de Melina Liapi y con la trompeta y la guitarra de Álex Tatnell Rodríguez, la desgarradora canción se intercala con monólogos que expresan tanto el pensamiento de una puta como el de un putero. La artista se mete en la piel de sus personajes para crear un monólogo reconocible para quien presencie la obra, hombre o mujer, sin moralina o juicios de valor que lo alejen de la realidad.

Está concebido de tal manera de que podamos hablar de este tema desde diferentes lugares; no sólo desde el abolicionista o del que está a favor. La mayoría de las cosas están sacadas de entrevistas con usuarios y prostitutas para dar voz a distintos pensamientos”, dice Albalate, que se declara siempre a favor de la mujer al examinar el tema en cuestión, consciente de su complejidad. Considera que, por un lado, la prostitución se convierte en el único medio de sustento para muchas mujeres y, por otro, puede abrir la puerta al engaño, a la explotación sexual y a todo tipo de abusos.

Es un tema complicado. Al final es ejercer violencia sobre gente que no puede decidir si quiere o no tener sexo con una persona. La pobreza te obliga”, dice, convencida de la necesidad de crear unas condiciones que le permitan a la mujer elegir otra cosa.

Creo que muy pocas mujeres se dedican a la prostitución por gusto.

Las rancheras han estado presentes toda su vida con voces como la de Mercedes Sosa y Chavela Vargas. De hecho, la película Frida que protagonizó Salma Hayek, con La Llorona como tema estelar de la banda sonora. Esta “canción desgarradora”, como ella la define, dio pie a su enganche al género cuando estudiaba arte dramático.

Al elegir las canciones, hicimos lo que hacía Chavela, llevárselas al terreno de mujer. Los sentimientos de hombres y mujeres se parecen. La ranchera me encanta porque, como el bolero, tiene una historia que desgarra.

En palabras del director de Putas rancheras, el trabajo de Albalate amplifica el discurso sobre la prostitución al dar la vuelta a canciones con carga machista y desarticular un discurso patriarcal desde el entendimiento de otros puntos de vista.

“Si nos dejaran a las mujeres ser quienes somos, seríamos feministas. Padecemos un machismo estructural tan asumido que no nos damos cuenta de que actuamos de formas machistas”, dice la artista al defender su feminismo.

El teatro documental y dramático articulan el análisis de la obra, que muestra diferentes puntos de vista sin dar recetas mágicas sobre un problema complejo.

Lanzamos al público nuestras inquietudes y esperamos que ellas disciernan. No hay receta, solo una necesidad de hablar, de contar estos mundos insólitos y cercanos, tan cercanos que son casi invisibles.

La actriz Carolina Garrido (derecha) cantó como artista invitada en ‘Putas Rancheras’

Putas rancheras mezcla teatro y música para conseguir un “cabaretero” y “canalla” del que se declara enamorada la artista y que no defraudará a quienes se acerquen al Bar El Intruso en las próximas funciones para disfrutar de interpretaciones de calidad de un bien seleccionado repertorio de canciones rancheras, para reflexionar sobre un tema social complejo, para pasar un buen rato o para todo lo anterior.