Viajamos a un paraíso de queso manchego, aceite de oliva, miel de lavanda, vino y muchos productos en un lugar de La Mancha del que sí nos queremos acordar.

MADRID, España.- “En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme…”. Así empieza Don Quijote de la Mancha, la obra más universal de la literatura española. En el caso de Dehesa de los Llanos, una finca de 10.000 hectáreas, situada en la provincia de Albacete (Castilla y la Mancha) con una quesería que existe desde el siglo XVII, sería lo contrario. Los motivos sobran para sí querernos acordar.

Dehesa de los Llanos

Los orígenes de esta finca albaceteña se remontan a 1647, cuando una congregación de monjes franciscanos se instaló en ella para dedicarse a la agricultura y a la ganadería. En la actualidad, es una de las pocas propiedades de Europa, de aquella época, que sigue en explotación.

El producto estrella de la finca es el queso manchego, típico de esas tierras y declarado el mejor queso del mundo por el World Cheese Award de 2012. También quedó primero en la categoría de queso de oveja de pasta dura (entre 0 y 3 meses de maduración) en el World Champioship Cheese contest 2020.

Se trata de un queso de extraordinaria calidad compuesto tan solo por productos naturales como leche cruda, cuajo, fermentos lácticos y sal. Como está elaborado sin pasteurizar, esto hace que mantenga las vitaminas que acompañan a la materia grasa. Todas las curaciones del queso Dehesa de los Llanos son aptas para los intolerantes a la lactosa, celíacos y alérgicos al huevo. La ganadería de la finca está compuesta por 5.500 ovejas de pura raza manchega, identificadas electrónicamente cada una de ellas, lo que asegura su bienestar y trazabilidad.

Por otro lado, más de la mitad de las hectáreas de la finca están dedicadas al cultivo de patatas, cebollas, trigo, maíz, viñas, olivos, cerezas o plantas aromáticas, entre otros. Además de variada, esta finca respeta un proceso de trazabilidad mediante un desarrollo sostenible que se refleja en la calidad de sus productos con una garantía de seguridad alimentaria.

Experiencias gastronómicas

Para dar a conocer su oferta, la finca albaceteña ofrece una propuesta diferente y creativa para disfrutar de unas meriendas exquisitas con sus productos. De la tierra a la casa directamente. Para ello, ha preparado un kit especial, compuesto por aceite de oliva virgen extra, miel de lavanda, nueces, queso y una botella vino Cima Mazacruz Selección.

Pack Dehesa de los Llanos

Si algo positivo se pudo extraer del confinamiento fue poder recuperar costumbres gastronómicas como cocinar de manera consciente, sentarnos todos juntos a la mesa o prestar mucha más atención a los alimentos que ingerimos. Dehesa de Los Llanos hace hincapié en que continuemos con estos buenos y saludables hábitos.

Todos los productos que componen el kit tienen rasgos de calidad excepcional y están tratados de forma ecológica. El aceite de oliva virgen extra se obtiene mediante extracción mecánica en frío de las aceitunas de la variedad arbequina, cultivadas en la propia finca. En cuanto a la miel de lavanda, de textura densa, sabor dulce e intenso y olor floral, está también elaborada de forma artesanal, extraída por expertos apicultores de las colmenas situadas en pleno campo de lavandín (un híbrido natural entre lavanda y el espliego). Las nueces están cultivadas en la plantación de 30 hectáreas que la finca posee y sus variedades tardías Franquette y Fernor son de origen francés. El Cima Mazacruz Selección 14 es un vino atractivo, equilibrado y luminoso color rojo cereza. Finalmente, el queso manchego, producto estrella de la finca, consigue unir todas las características de un queso artesano: sabor, aroma y textura.

La cosmética de la Lavanda

Campos de Lavanda en Dehesa de los LLanos

Pero no todo es gastronomía. La lavanda de Dehesa de Los Llanos también se aplica a productos de cosmética que se pueden comprar a través de la web. Dos productos de la finca llevan esta hierba aromática, joya del ecosistema mediterráneo.

Por un lado está el aceite esencial puro de lavanda, destilado in situ en la propiedad, con su efecto antiséptico, antiinflamatorio y analgésico que se puede aplicar como ambientador o relajante para el baño. Ayuda a combatir la depresión, el estrés y el insomnio.

Jabon de lavanda de Dehesa de Los Llanos

En cuanto al jabón de lavanda, está indicado para todo tipo de pieles, incluso las más sensibles, y recomendado tanto para el cuerpo como para el rostro. Evita la descamación. Aporta firmeza, elasticidad y un extra de perfume a lavanda fresca que serena y calma el espíritu como una interminable sesión de aromaterapia. A diferencia de los geles, no irrita la epidermis al limpiar y desinfectar, además de calmar los nervios y la ansiedad.

En su fórmula de elaboración, combina tradición y vanguardia, siempre de forma artesanal, hasta su empaquetado final. Por un lado, siguiendo el proceso ancestral de la saponificación en frío, un método lento y delicado gracias al cual cada ingrediente conserva inalterables sus propiedades naturales. Por otro, la vanguardia se percibe en la rigurosa trazabilidad de estos ingredientes: aceite de Oliva Virgen Extra, esencia pura de lavanda y miel de abejas, materias primas obtenidas en la dehesa y enriquecidas con aceite de coco y manteca de karité para obtener un grado extra de cremosidad.