“Le pedimos al presidente Andrés Manuel López Obrador que venga por estos lugares. Michoacán está en peligro de perder sus envíos a los Estados Unidos de la fruta del aguacate por la inseguridad, es nuestra forma de sostenernos, y la inseguridad nos está arrebatando el bienestar”, dijo un líder indígena al anunciar que su comunidad retomaba las armas para defenderse del crimen organizado.

Por Francisco Castellanos J.

LOS REYES (Michoacán), México.- Después de una reunión  en  la comunidad indígena de Cherato con la participación de 10 poblaciones más de este municipio para tratar la inseguridad y la ineficacia del gobierno federal y estatal ante el intento de grupos del crimen organizado de ocupar la demarcación se consideró, por unanimidad, retomar las armas como se hizo en el 2012.

De acuerdo con informes del consejo de ancianos de las comunidades, en 2012 recibieron capacitación para vivir bien y están muy unidos con sus cultivos de aguacate.

No puede haber presidente feliz y pueblo infeliz en la lucha contra el crimen”, dijeron en referencia a las cuotas que pretende cobrarles el crimen organizado.

Entre las comunidades que propusieron levantarse en armas para decidir que defenderán su territorio están Cherato, Cheratillo, Oruscato y 18 de Marzo, entre otras, que ya lucharon antes con barricadas y de rondas comunitarias.

Hicieron un llamamiento a los gobiernos federales y estatales para implementar la seguridad con seriedad.

Hemos escuchado en los diferentes medios de comunicación las falsas batallas de la Guardia Nacional, que siempre están llenas de victorias, desde este momento y desde este lugar le decimos al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que ya se deje de discursos vacíos y que tome cartas en el asunto. Nuestra realidad es muy diferente a como él la percibe, no hay ningún país feliz, no hay ningún logro alcanzado en sus metas, la realidad de nuestros pueblos es desastrosa”, se le oyó decir a uno de los dirigentes.

Le pedimos que se venga por estos lugares. Michoacán está en peligro de perder sus envíos a los Estados Unidos de la fruta del aguacate por la inseguridad, es nuestra forma de sostenernos, y la inseguridad nos está arrebatando el bienestar.

Las comunidades indígenas firmaron y sellaron un comunicado en defensa de su decisión de retomar las armas.

Uno de los antecedentes más recientes se produjo el 26 de noviembre de 2017 cuando, luego de tener conocimiento de que 20 camionetas con civiles armados, presuntamente relacionados con el crimen organizado, se dirigían a la tenencia indígena de J. Jesús Díaz Sirío, la localidad entera se levantó en armas en menos de una hora, con al menos mil comuneros que colocaron barricadas.

Los habitantes portaban desde palos, piedras, resorteras, cuchillos, machetes, pero también pistolas escopetas y fusiles de asalto.

La decisión de los comuneros y de sus autoridades locales consiste en impedir el acceso a gentes relacionados con el crimen organizado, que desde hace algunos meses transitan por el lugar, intimidan y extorsionan a los habitantes de estas tierras y sus alrededores.

Un informe de 386 páginas de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos sobre la violencia en Michoacán por el enfrentamiento entre los Caballeros Templarios y las autodefensas recoge diversos testimonios que dejan ver el alcance de la situación

El miedo fue una constante percibida en el municipio. Muchas personas se negaron a rendir su testimonio, por temor a sufrir represalias, incluso manifestaban no querer ser vistas con visitadores adjuntos de la Comisión Nacional”, dice el informe.

Respecto a los daños a la economía local, diversos testimonios confirman que, durante 2013, los distribuidores de productos no ingresaron a su región por el riesgo de transitar por las carreteras debido a la inseguridad, lo cual les generó disminución en sus ventas y escasez de productos y servicios, incluyendo alimentos y servicios médicos, lo que desembocó en un aumento en los precios.

Un testigo señaló que los caballeros templarios ofrecían despensas con promesas de “limpiar” la comunidad de delincuentes. Sin embargo, fue una táctica para ubicar cuánta gente había en las comunidades y cuáles eran sus posibilidades económicas. Mencionó que la razón por la que llegaron a ese municipio fue para instalar “narcolaboratorios” en sus bosques y para extorsionar con mil pesos por cada hectárea de sembradío de aguacate y maíz.

Afirmaron que los delitos de mayor incidencia eran extorsión, secuestro y  homicidios. Sobre la extorsión, comentaron que “los caballeros templarios” exigían a la población el pago de una cuota. Como ejemplo de la explotación económica, un testigo relató que “los caballeros templarios” lo obligaban a trabajar en su taller mecánico para que estuviera a disposición de los delincuentes, y amenazaban con lastimar a su familia si no lo hacía.

Se recabaron otros testimonios que dan cuenta de la desaparición de personas. Uno de ellos relató que uno de sus familiares fue secuestrado por los caballeros templarios en octubre de 2013, contaba en ese entonces con 31 años de edad y hasta el momento de la entrevista la familia no tiene ningún dato sobre su paradero.

En general, las personas señalaron que no denunciaba los delitos porque las autoridades del Ministerio Público, el Presidente Municipal, la Policía Municipal y servidores públicos del Ayuntamiento estaban coludidos con la “delincuencia organizada”, por lo que temían que estos les informaran a los templarios y sufrir represalias.

Sobre el surgimiento del grupo de autodefensa, señalaron que en marzo de 2013 la población se organizó y conformó el grupo de guardias comunitarios autodenominados Pueblos Unidos del Municipio de Los Reyes. Esto fue motivado por el secuestro y posterior desaparición del encargado del orden en la comunidad de Cherato a manos de integrantes de “los caballeros templarios”.