“No estamos solos”. Me llegó a lo más profundo esta frase de una participante de nuestro segundo encuentro para personas con malestar por el coronavirus en referencia a su alivio por encontrarse con más personas que vivían dificultades similares. Profundizaremos en este recordatorio de nuestra naturaleza social en nuestro próximo encuentro el martes, 12 de mayo, a la misma hora.

Por Rosa María Monroy Martínez.

CIUDAD DE MÉXICO.- Somos seres sociales con la necesidad de estar en contacto con “el otro”, de sentirnos reconocidos como delante de un espejo. Muchas veces, lo que cada uno aporta se suma a las experiencias y los aprendizajes compartidos que nos enriquecen. Como había nuevos participantes en la última sesión del martes pasado (5 de mayo), con un total de siete personas, solicité que se presentaran y que compartieran sus inquietudes y las necesidades para luego desarrollarlas, como haremos en nuestro próximo encuentro el martes, 12 de mayo, y como haremos cada semana, con la bienvenida a nuevas incorporaciones, para compartir experiencias en esta cuarentena y aliviar nuestro malestar por el confinamiento y las situaciones generadas por esta pandemia.

No estamos solos - Segundo encuentro para personas con malestar emocional por el coronavirus

Vulnerabilidad emocional, insomnio, incertidumbre y miedo

La sensación de vulnerabilidad y la preocupación por la amenaza en la salud que supone el virus, sobre todo en personas con afecciones anteriores esttuvo entre las preocupaciones planteadas. Por otro lado, se planteó la ruptura de estructuras por un cambio tan abrupto en las actividades y rutinas que funcionaban adecuadamente antes de la pandemia, con las consecuencias físicas, de salud y de la mente que esto conlleva, entre ellas un insomnio difícil de sortear.

La pérdida de contacto con familiares cercanos supone una incertidumbre difícil de manejar, también con insomnio como resultado, lo que yo interpreto muchas veces como un mecanismo por medio del cual los seres humanos no nos damos permiso de dormir para permanecer vigilantes.

Otras participantes expresaron miedo a un estallido social provocado por situaciones de carencia y con saqueos y violencia como resultado, así como una sensación de incertidumbre ante la dificultad para encontrar información seria.

Pautas para sentirnos mejor

Una vez hechas las presentaciones y planteados los problemas, a modo de introducción, compartí algunas pautas que pueden contribuir a una mejora emocional. Aunque es importante informarse, debe primar la calidad por encima de la cantidad de información, con un cuidado especial con los bulos y la información basura que circula en las redes y en el Whatsapp.  Conviene escoger un medio informativo en el que confiemos y darle un tiempo específico en el día para compartir con la familia y después seguir con otras actividades. Una higiene personal adecuada nos ayuda a sentirnos mejor. Aunque estemos en casa es importante, bañarnos, vernos aseados y cuidar nuestro primer hogar: el cuerpo. En ese sentido, cuidar la respiración sirve para estar dentro de nosotros mismos.

La alimentación y el ejercicio se convierten en pilares de nuestra salud. No sólo debemos cuidar una dieta equilibrada, sino además comer en un entorno adecuado y sin el ruido de la televisión, sin los teléfonos y esas distracciones que nos quitan la calma. Cuando comemos, comemos. Este rito presenta la oportunidad de compartir un momento con quienes convivimos en el confinamiento. Por su parte, establecer rutinas de ejercicio nos ayudará a estimular nuestra respiración, a mantener nuestra flexibilidad y a liberar endorfinas.

Como esta situación inédita dificulta la higiene del sueño, se necesita establecer horarios para levantarse y para irse a la cama, así como evitar siestas demasiado largas, desconectar a partir de ciertas horas de los dispositivos, y no ingerir sustancias estimulantes que perjudiquen el sueño.

Más que nunca, nuestros vínculos sociales sirven de red para impedir que caigamos en el aislamiento. Esta situación presenta la oportunidad de conectar con las personas que son más importantes para nosotros por medio de videollamadas, aunque también podemos conectar con nuestros vecinos y gente de nuestra comunidad.

En el plano emocional, es importante aprender a identificar nuestros estados de ánimo, nuestros sentimientos y emociones sin someterlos a juicio. Necesitan un tiempo y espacio para luego aprovecharlos, para transformarlos o para dejarlos ir.

Tratados estos puntos, nos espera una nueva sesión el próximo martes, 12 de mayo, a las 13:30 (México) y 20:30 (España) a la que podrán incorporarse nuevos integrantes. En esa sesión profundizaremos en los puntos tratados en la sesión pasada, con el objetivo de que cada participante desarrolle sus propios recursos para salir fortalecida física, mental y espiritualmente después de este confinamiento. Todos tenemos esos recursos, pero muchas veces no nos damos cuenta o no confiamos en ellos. Los invitaré a encontrarlos y desarrollarlos. Tal vez no volvamos a nuestra vida anterior tal cual, pero nuestro encuentro con el exterior, con este mundo, podrá ser enriquecedor si trabajamos para fortalecernos.

Agradezco el apoyo de Carlos Miguelez Monroy al frente de Espacio Méx y la confianza y participación respetuosa de las participantes.


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