España es el país donde más animales se han incautado por tráfico ilegal en vuelos provenientes de México.

En marzo de 2017, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) detuvo a un hombre español cuando intentaba viajar de México a España con 168 aves de nueve especies diferentes. Dieciséis habían muerto por asfixia o aplastamiento y 95 eran ejemplares de venta prohibida.

De los 36 vuelos entre 2006 y 2015 en los que se incautaron especies mexicanas, 19 tenían a España como destino, según un estudio realizado por la Profepa.

El tráfico de animales es el tercer negocio ilegal más lucrativo del mundo, después del narcotráfico y el tráfico de armas, según datos de la Interpol. Se calcula que produce unas ganancias de 100.000 millones de pesos, unos 5.000 millones de euros. En México, no es ilegal la venta de muchas especies y la línea que separa el comercio de animales con el tráfico es muy fina.

La ley General de Vida Silvestre permite la venta y aprovechamiento extractivo o cacería sin muerte, es decir la captura y venta de animales, lo que incluye también la cría en muchas especies, siempre que el propietario tenga un plan de manejo, que informe a las autoridades de cuáles son sus planes respecto a ese animal y eso entre dentro del trato digno. Todo lo que quede fuera se considera tráfico.

“Con una factura puede venderse casi cualquier animal”, afirma Antonio Franyuti, de la organización Animal Heroes

Las especies con las que más se trafica en México son las tortugas, iguanas, peces, serpientes y pericos, según datos de la Profepa. En los últimos años han aumentado el número de incautaciones en los aeropuertos. Sin embargo, es difícil calcular cifras exactas porque en muchos casos estos animales se venden de forma legal. “La droga es siempre es ilegal, aquí es difícil saber qué tigre es legal, cual no”, sostiene Franyuti.

 

Performance de Animal Heroes con cadáveres de perros y gatos reales, en protesta por la legislación que no ayuda a estos animales

Animal Heroes revela la cara oculta de los zoológicos

La organización internacional Animal Heroes lucha por los derechos de los animales en el mundo, investiga y realiza estudios que luego difunde. Cuenta con el apoyo de figuras como Eugenio Derbez, Marco Antonio Regil o Jesse & Joy.  Animal Heroes realiza propuestas para que tanto las entidades privadas como los gobiernos modifiquen sus políticas y mejoren los derechos de los animales.

En México, la organización ha logrado que se prohíban las corridas de toros en el estado de Coahuila, las peleas de gallos en el estado de Veracruz y que se tipifique como delito el maltrato animal.

Antonio Franyuti promoviendo legislaciones a favor de los animales en la cámara de diputados

Uno de los problemas que denuncia la organización es la mala situación de los animales en los zoológicos mexicanos. Para Franyuti los zoológicos no promueven la educación.

Educar no es poner una ficha diciendo de donde proviene el animal, educar sería informar sobre un comportamiento animal que nunca vas a tener en un zoológico porque no es su hábitat natural, no hay modo de esconderse o de escapar

La mayoría de los zoológicos tampoco realizan labores de conservación o investigación, labores que desde Animal Heroes creen que deberían ser la base de estos centros. Muy pocos animales vuelven a su hábitat natural y la mayoría pierden la posibilidad genética de adaptarse a su medio.

“Solamente están preservando, no conservando, no están ayudando a la población”, sostiene Franyuti.

La principal fuente de ingreso de los zoológicos proviene de la venta de las crías y no de la venta de entradas. Un negocio muy lucrativo en el que, según Franyuti, llegan a participar personas vinculadas al narcotráfico y al crimen organizado, y otras personas con mucho poder. De ahí que la organización haya sufrido amenazas y ataques.

Cuenta el militante que el diputado Sergio Gómez Olivier tiene un zoológico en condiciones deplorables que ya ha sido clausurado en varias ocasiones pero que ha vuelto a reabrirse con el apoyo de otros diputados. El centro ha sido denunciado y filmado en documentales de varios países por utilizarse para la venta de animales.

Loros, primates y tortugas mexicanas

En México sólo hay tres especies que están protegidas y con las que se prohíbe comerciar: los loros o cotorras, los primates y las tortugas mexicanas. Estos animales no pueden ser capturados ni vendidos de forma legal. Los mamíferos acuáticos, como los delfines, tienen un programa de protección que impide que se puedan capturar pero sí los pueden vender en México criadores con delfinarios.

¿Qué ocurre con un animal cuando es “rescatado”?

En febrero de este año, la Policía Federal Mexicana encontró una cachorro de tigre de bengala sedado y deshidratado en una caja de plástico en el municipio de Tlaquepaque. El animal, de apenas dos meses, había sido enviado por correo urgente desde el estado de Jalisco y tenía como destino final el estado de Querétaro.

En estos casos el animal queda asegurado, pero esto no en propiedad del país. La persona que lo envió mantiene la propiedad. Profepa comienza entonces un proceso de demandas para hacerse con el animal y quitárselo al propietario. Al no tener espacios para la gran cantidad de animales incautados, Profepa suele realizar observaciones para un mejor cuidado del animal.

El dueño del animal aún tiene en esas circunstancias la capacidad de reclamar que el animal es suyo, lo que tendría que demostrar con facturas y el número de chip. Si esta persona no puede demostrarlo aún puede intentar conseguir la propiedad por pleito legal. En caso contrario, el juicio avanza, Profepa lo decomisa y el animal pasa a ser propiedad del estado.

Cuando esto ocurre, se busca un lugar “seguro”, muchas veces un zoológico, lugares como Black Jaguar o el bioparque Pachuca, donde se rehabilitan animales en el caso de que lo necesiten.

En casos como el del citado tigre, el propietario tendría que pagar una multa si se demuestra que el animal no tiene una procedencia legal. En México el tráfico animal se pena con hasta nueve años de prisión y multas entre los 22.000 y los 230.000 pesos mexicanos (entre los 1.100 y los 11.000 euros, aproximadamente).

imagen de flickr

“La gente tiene en mente que los tigres siberianos y de Bengala están en peligro de extinción, pero en México y Estados Unidos hay sobrepoblación, hay más tigres en cautiverio de los que hay en vida silvestre. No hay lugar para tantos animales ya, la gente los compra cachorritos y después no sabe qué hacer con ellos, nos ha tocado rescatar a muchos porque ya no los quieren” cuenta Franyuti.