El nutricionista Carlos Ríos apuesta por un modelo nutricional que tenga como base las verduras y hortalizas.

La pirámide nutricional ha guiado nuestro hábito de alimentación durante muchos años, pero está perdiendo peso a favor del llamado “Plato de Harvard”. Este modelo alimentario fue creado por expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública de la prestigiosa universidad norteamericana y consiste en un estudio detallado e ilustrado sobre cómo debería ser una dieta equilibrada, para combatir el sobrepeso y obesidad que, según la Organización Mundial de la Salud, son graves problemas que se han triplicado desde el año 1975.

Uno de los nutricionistas y dietistas más populares en las redes sociales es Carlos Ríos. El nutricionista español explica que el “Plato de Harvard” es la forma más sencilla de preparar platos ricos en nutrientes y proteínas que son fundamentales para la salud. “Es más divulgativo y más fácil de trasladar al plato”, añade el creador del movimiento saludable Realfooding, Carlos Ríos.

A continuación presentamos los principales aciertos que se ha llevado el plato “Harvard” para tomarlo como referencia al momento de armar una dieta diaria o semanal:

  1. Frutas y verduras: A diferencia de los hidratos de carbono (arroz, maíz y cebada) que están en la base de la pirámide, “el 50 % (del plato) está compuesto por vegetales, frutas y frutos secos, que son protectores frente a las enfermedades no transmisibles”, indica Carlos Ríos.
  2. El agua es vida: La bebida que siempre debe acompañar al plato “Harvard” es el agua, debido a que su ingesta adecuada ayuda a digerir mejor los alimentos y a eliminar los productos de desecho. Esto no quiere decir que se prohíba el consumo de alcohol. Sin embargo, si los jóvenes quieren seguir un adecuado patrón alimentario deberían prescindir de él, a diferencia de los adultos que se les recomienda una copa de vino tinto en la comida.
  3. Las harinas y carbohidratos desaparecen: “Hay que dar el mensaje de que los cereales debe ser integrales porque hay menos riesgos de que nos pasemos con el consumo de energía que sacian más”, explica Eduard Baladia, coordinador del Centro de Análisis de la Evidencia Científica de la Fundación Española de Dietistas – Nutricionistas (FEDN). De esta forma, pasan a representar el 25 % de la dieta diaria.
  4. Cambio en las fuentes de proteínas: Se da prioridad al consumo de aves, legumbres, nueces y alimentos que contengan alta cantidad de vitamina B3. Según Yesenia López de GuíaDeSuplementos, la vitamina B3 es uno de los nutrientes más importantes para nuestro bienestar. “Seguir una dieta equilibrada que incluya carne, pescado y legumbres nos proporcionará la niacina suficiente como para preservar un metabolismo saludable”.
  5. Limitar el consumo de leche y lácteos: Grasas escogidas: En la pirámide tradicional se habla de dos o tres raciones diarias, pero el Plato de Harvard recomienda solo una o dos raciones.