“Con un poco de suerte te puedes encontrar a un personaje de la farándula como Laura León, “La Tesorito”, a quién pedí autógrafo y foto. No cedió ‘la abusadora’, pues andaba en pants (chandal) y más despintada que una pared encalada”, cuenta Gonzalo Estrada en esta ‘Crónica Mestiza’, que lleva el nombre de la canción de Chava Flores y que redescubre nuestra añorado Distrito Federal, con sus plazas, sus puestos de comida, su música y su vida única.

CIUDAD DE MÉXICO.- El poeta urbano Chava Flores compuso Sábado Distrito Federal en 1979, una canción alusiva a un sábado de paseo por esta maravillosa ciudad, ahora llamada Ciudad de México. Nos cuenta sus peripecias campeando su letra entre la crisis de la época, los puestos de comida, las pulquerías, los cabarets y la vida de los burócratas, de ricos y de pobres.

Desde entonces hasta le han cambiado de nombre a la ciudad y ya es el ex Distrito Federal, más no por ello dejan de fluir y coincidir millones de historias en su centro histórico, en el que si te dejas llevar como visitante puedes hacer de un sábado o cualquier otro día una experiencia rica en el paisaje geográfico y humano y en las delicias en antojitos y bebidas que se ofrecen sobre la marcha.

La Ciudad de México madruga sin haberse ido a dormir. Puedes iniciar a primera hora de la mañana, ya sea paseando por la Alameda Central o por el Zócalo, y encontrar múltiples establecimientos fijos y semifijos y aún ambulantes que ofertan tacos de canasta, camote enmielado y plátano macho, guajolotas, jugos de frutas naturales. En establecimientos fijos encuentras desde barbacoa de borrego hasta chilaquiles pasando por los huevos al gusto. Basta con transitar la calle peatonal Madero para comprobarlo.

Por esa zona peatonal encontrarás a un ejército de jóvenes que dan abrazos gratis, animalistas pidiendo apoyo para perros y gatos, el mago, las estatuas vivientes y la musicalidad de un cilindro reproduciendo payaso, soy un triste payaso, de Javier Solis.

Pasada la hora del desayuno puedes caminar por la Alameda Central y dirigirte al mercado sobre ruedas que se instala en la Plaza del Monumento a la Madre por la calle Sullivan e Insurgentes, que combina toda suerte de artículos de primera necesidad: la compra de comestibles para la semana incluyendo chiles y jitomates, ropa de primera y segunda mano, desde unos calcetines hasta un “tacuche”, que te pondrá arregladito como para ir de boda.

La sección del mercado que más sorpresas presenta es la de la comida callejera. Sus parrillas están listas para calentar toda suerte de antojitos no sólo mexicanos, sino también de otros países. Hay lo clásico mexicano: menudo, pancita o callos, tacos de cochinita pibil, zacahuil, tamales, tacos de bistec, chorizo “de ese que traen los inditos de juera”, Chava Flores dixit. También hay paella, y tapas españolas en formato grande a la mexicana con ingredientes italianos, faltaba más.

Recorrer el mercado sobre ruedas es una aventura de innovaciones. Ofrecen hasta masajes anti estrés con final semifeliz: ¡arreglo de uñas, cortes de pelo y hasta maquillaje aplicado in situ!

Siempre, siempre hay música ambiental con el puesto que venden los discos, que van ya en vías de extinción, y se esmera en promocionar a los Ángeles Azules y las últimas de los Tigres del Norte y de la Trevi, sin faltar nunca alguna canción del Divo de Juárez, “que para eso a él le falta, lo que yo tengo de más”.

Con un poco de suerte te puedes encontrar aparte del danzante de la danza del venado a un personaje de la farándula como es el caso de Laura León, “La Tesorito”, a quién pedí autógrafo y foto. No cedió “la abusadora” pues andaba en pants (shandal) y más despintada que una pared encalada.  

Si te queda tiempo y ganas puedes visitar el tianguis artístico cultural de Chopo, el Museo del Chopo y el kiosko Morisco. Si de plano hay ganas de marcha no dudes en visitar Garibaldi, que merece otra crónica aparte.  Así puedes disfrutar de un sábado en el ex Distrito Federal, bueno, bonito y barato, y en donde encontrarás de “tocho morocho”, “sin hilo, sin maña ni nada que lo acompaña”.