“El Partido Popular (PP) y Ciudadanos sólo podrían ser ‘constitucionalistas’ con una Carta Magna que constara de la primera media parte del artículo 2 porque el resto de la Carta Magna se lo pasan por el arco del triunfo”, afirma el periodista Xavier Caño Tamayo en este artículo.

Por Xavier Caño Tamayo.

El conflicto en Cataluña o con Cataluña ha destapado la manipulación de las palabras por parte de la derecha española para confundir a la gente. Esa derecha, encarnada tanto por el Partido Popular como por Ciudadanos, osa autodenominarse ‘constitucionalista’.

Pero al Partido Popular (PP) y a Ciudadanos les cuadra más ser llamados ‘unionistas’ o incluso centralistas. El único artículo de la Carta Magna que les interesa de los 169 de la Constitución es el artículo 2, el que indica que “la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles.Aunque en realidad ni siquiera les interesa todo ese artículo porque, tras hacer referencia a la unidad española, el textoreconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que forman España. Y tanto PP como Ciudadanos han dejado claro su deseo de recentralizar el Estado:  entregar al gobierno central muchas competencias de las comunidades autónomas, lo que es reducir las autonomías a un decorado. Curiosa contradicción de los conservadores de este país: ¿son constitucionalista y quieren suprimir artículos esenciales de la Constitución que organizan el Estado por comunidades autónomas?

Pero hay más vulneración constitucional e incoherencias de la derecha respecto a la Constitución porque esa derecha ha gobernado España desde 2011 hasta hace medio año con las comprobadas secuelas de mayor desigualdad y deterioro social que conocemos y sufrimos.

¿Como casa ese estado de injusticia perpetrado por el gobierno del PP (con la complicidad de Ciudadanos) con la proclamación de España como “Estado social y democrático de derecho que propugna como valores superiores la libertad, la justicia, la igualdady el pluralismo políticoque proclama la Constitución?

También cabe recordar que en el acabado año 2018, España ha sido advertida por organismos internacionales de derechos humanos por erróneas, insuficientes e inadecuadas medidas contra la corrupción, el racismo o la migración que no respetan los derechos humanos. El Estado español ha sido condenado ocho veces en 2018 por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) por violar derechos ya vulnerados en años anteriores como malos tratos y tortura, negar el derecho a un tribunal independiente e imparcial, negar un juicio con garantías, vulnerar la libertad de expresión…

La derecha no apoyó la Constitución… ni la apoya

La derecha española se autodenomina constitucionalista, pero Alianza Popular, como entonces se llamaba el PP, no apoyó la Constitución cuando se sometió a votación ciudadana y aprobó en 1978. En castellano obras son amores y no buenas razones. Es difícil creerese presuntoconstitucionalismo de la derecha cuandola Comisión Europea, que no se caracteriza precisamente por su izquierdismo, reveló hace unos meses que España es uno de los cuatro países con mayor desigualdad de los 28 de la Unión Europea. Y aún más difícil de creer el presunto constitucionalismo del Partido Popular cuando el artículo 128.1 de la Constitución española ordena que: “toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general”, justo lo contrario de lo perpetrado por el gobierno del PP.

¿Cómo puede estar la riqueza subordinada al interés general cuando se permite que haya más de dos millones de jóvenes en situación de pobreza, de los que 600.000 sufren pobreza severa según el Consejo de la Juventud de España? Pero al mismo tiempo que la juventud se empobrece la gran banca gana más que nunca y Santander, BBVA, La Caixa, Bankia y Banco Popular se embolsaron el año pasado más de 15.000 millones de euros de beneficios, casi un 20% más de ganancias.

Dice el artículo 20 de la Constitución que se reconoce y protege la libertad de expresión. Pero, según denunció la sección española de Amnistía Internacional,desde la entrada en vigor de la llamada ley mordaza, hace algo más de tres años, han sido impuestas más de 90.000 multas (80 diarias) por aplicación de esa ley”. ¿Es constitucionalista una ley que vulnera así la libertad de expresión? Y, por si alguien aún duda, recordemos que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó al Estado español por encarcelar a dos jóvenes que quemaron fotografías del rey emérito y su esposa con el argumento de que esa acción (quemar las fotografías de los reyes) era un ejercicio de la libertad de expresión en ningún caso sancionable

Un sistema de impuestos contra lo establecido en la Constitución

Dice además el artículo 31 de la Constitución que “todos contribuirán a los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica por medio de unsistema tributario justo inspirado en la igualdad y la progresividad. Pero resulta que, gracias a las políticas de los gobiernos del PP y sus regresivas políticas fiscales, los bancos son las empresas que menos pagan a Hacienda por los beneficios que obtienen, según la Agencia Tributaria, con un pago del 5%. Sin embargo, medianas y pequeñas empresas abonan un 15% de sus beneficios. ¿Igualdad? ¿Progresividad? Ni en pintura.

¿Y si nos fijamos en el artículo 47 que establece que “todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada? Lo que vemos día tras día es que aumentan los desahucios por no poder pagar el alquiler o la cuota de la hipoteca. En 2017 hubo más de 60.000 y, en 2018, más de 50.000. Desahucios que significan miles de personas sin vivienda.  Y, para que no haya resquicio de duda de cómo el Partido Popular se burla del derecho constitucional a una vivienda digna adecuada, la ex-alcaldesa del PP Ana Botella y 7 ex-cargos suyos han sido condenados por el Tribunal de Cuentas a pagar 26 millones de euros por malvender pisos públicos sociales de Madrid a fondos buitres especuladores que han generado una peligrosa burbuja con el aumento arbitrario de los alquileres de pisos.

En resumen, la derecha utiliza la Constitución como paraguas o arma según sus siempre dudosos intereses, pero no la defiende ni la cumple. Por eso no hay que fiarse de la derecha cuando dice ser ‘constitucionista’. PP y Ciudadanos sólo podrían ser ‘constitucionalistas’ si la Constitución solo constara de medio artículo, la primera media parte del artículo 2 porque el resto de la Carta Magna se lo pasan por el arco del triunfo.