Alfredo Ramírez Bedolla, diputado de MORENA, pide despenalizar el aborto con un enfoque de derechos humanos para salvaguardar la vida e integridad de las mujeres. Francisco Castellanos J. desglosa por estado los supuestos en que es legal interrumpir el embarazo, analiza los antecedentes, las consecuencias y propone algunas recomendaciones.

MICHOACÁN, México.- Alfredo Ramírez Bedolla, legislador de MORENA, señaló que el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo no puede estar supeditado a la doble moral de quienes dicen defender la vida pero toleran la violencia contra las mujeres; la sociedad michoacana no puede ser indiferente e ignorar que arriesgan su integridad, incluso pierden la vida, en la práctica de abortos clandestinos,  y dijo que por ello el Congreso del Estado debe legislar para despenalizar el aborto.

En Michoacán se han logrado significativos avances para no criminalizar a la mujer por la interrupción del embarazo al estipular en el Código Penal que no se puede fincar responsabilidad por aborto en caso de precaria situación económica, abuso sexual, procreación artificial no consentida, que la salud de la madre esté en riesgo, cuando el producto tenga malformaciones graves, y sea resultado de una conducta imprudente (Artículo 146).

Ramírez Bedolla considera que es urgente que las y los legisladores escuchen a las michoacanas, y hagan valer su voz en lo concerniente al aborto.

“No hay quien no alce la voz para condenar la violencia de género; paradójicamente, muchos se oponen a la despenalización del aborto porque creen que moralmente está bien, pese a que la interrupción del embarazo en condiciones de ilegalidad implica una grave violación a los derechos de las mujeres y su integridad”, sentenció Alfredo Ramírez, quien pidió coherencia y enfrentar este controvertido tema desde el enfoque de los derechos humanos.

La mujer que decide abortar es víctima de violencia de Estado, porque se enfrenta entonces a un sistema de procuración e impartición de justicia que la criminaliza, afirmó el diputado.

En un acto de congruencia con los principios que decimos defender, debemos avanzar hacia la despenalización del aborto en Michoacán para salvaguardar la vida e integridad de las mujeres.

Legislación sobre aborto

Cabe señalar que no todos los estados del país tienen las mismas reglas en cuanto al aborto. Guanajuato y Querétaro cuentan con las leyes más restrictivas al admitirlo sólo en casos de accidente o violación sexual.

El aborto es legal en los 32 estados cuando el embarazo es producto de una violación; en 29 se permite cuando el embarazo pone en riesgo la vida de la mujer; en 10 cuando el embarazo constituye un riesgo severo a la salud de la mujer; en 13 en casos de malformaciones congénitas; en 29 cuando el embarazo se produce de manera “imprudencial”; en 11 cuando el embarazo es producto de una inseminación artificial no consentida y en un estado, Yucatán, por razones económicas.

Aun en los casos en los que el aborto es permitido por ley bajo ciertos criterios, el acceso a un aborto seguro y legal en dichas circunstancias aún continúa siendo limitado, excepto en la Ciudad de México, donde se están implementando servicios gratuitos de aborto electivo seguro dentro de las primeras 12 semanas de gestación.

Antecedentes

De acuerdo con investigaciones del Colegio de México, el aborto es un procedimiento muy restringido legalmente y actualmente se lleva a cabo de manera clandestina en todo el país excepto en la Ciudad de México, donde es legal desde abril de 2007  si se lleva a cabo dentro de las primeras 12 semanas de gestación.

Entre 1970 y 2000, la población en México se tornó más urbana y se duplicó pasando de 48.2 millones a 97.5 millones de habitantes.

En este mismo período de tiempo, el porcentaje de mujeres que completó niveles de escolaridad superiores a la educación media (Secundaria) se incrementó de 6 % a 34%.

Estos cambios se han acompañado de una reducción importante en el tamaño de las familias. El número de hijos por familia se redujo de 5.6 en 1976 a 3.4 en 1990 y a 2.2 en 2006.

El uso de métodos anticonceptivos entre mujeres actualmente casadas se ha incrementado gradualmente de 25% a fines de los años ’70 a 71% en 2006. Sin embargo, el nivel de uso de métodos anticonceptivos varía según la región del país.

La incidencia de aborto

A nivel nacional, ocurren aproximadamente 44 abortos por cada 100 nacidos vivos.

La tasa anual de abortos inducidos en México es de 33 abortos por cada 1,000 mujeres de 15–44 años; una cifra ligeramente superior al promedio oficial en América Latina (31 por 1,000).

Esta tasa fue sustancialmente menor en la región Sureste (25 por 1,000), el área con mayor pobreza en el país. Esta menor tasa de aborto en la región Sureste es consistente con otros indicadores sociales y demográficos: comparada con el resto del país, el Sureste es una zona más rural que cuenta con niveles de escolaridad más bajos y un porcentaje mayor de población de origen indígena.

Las consecuencia del aborto inducido

En 2006, un número estimado de 149.700 mujeres fueron hospitalizadas por complicaciones post-aborto, es decir, un incremento del 40% en comparación con las cifras reportadas para 1990.

Este incremento se explica por el crecimiento poblacional. La tasa anual de hospitalización por complicaciones postaborto de hecho se mantuvo estable con un poco más de cinco ingresos por cada 1,000 mujeres en edad reproductiva.

La tasa de hospitalización asociada al aborto en México en 2006 (5.7 por cada 1,000 mujeres en edad reproductiva) fue aproximadamente igual al promedio reportado para el mundo en desarrollo y un poco menor al promedio estimado para América Latina (aproximadamente ocho por cada 1,000 mujeres).

Entre las mujeres sexualmente activas de 15-24 años, la proporción que son solteras  incrementó en años recientes (de 23% a 28%); sin embargo, el uso de métodos anticonceptivos ha permanecido muy bajo entre las mujeres jóvenes. La demanda insatisfecha de anticoncepción entre los adolescentes sexualmente activos se ha subrayado como uno de los principales retos que actualmente enfrenta el gobierno.

Implicaciones para políticas públicas y recomendaciones

El número de hijos que las mujeres mexicanas desean en la actualidad es menor al que deseaban anteriormente. Lograr que las mujeres accedan a métodos anticonceptivos eficientes y de bajo costo  puede prevenir los embarazos no deseados y reducir la necesidad de recurrir a la interrupción de un embarazo.

La consejería de planificación familiar debe responder al deseo cada vez mayor de las mujeres de planear sus nacimientos de manera más precisa. La necesidad no satisfecha de métodos anticonceptivos entre mujeres casadas no se ha reducido en la última década, lo que apunta a la necesidad de contar con mejores servicios.

Varios estudios han demostrado que las mujeres están muy motivadas para regular el tamaño de su familia y utilizar anticonceptivos posteriores a un aborto. Las intervenciones deben mejorar la cobertura y la calidad de los servicios de anticoncepción después de un aborto inducido, un nacimiento o aborto espontáneo.

Es necesario hacer especial énfasis en los jóvenes y ofrecerles programas adecuados de educación sexual, servicios  de salud reproductiva e información sobre métodos anticonceptivos, incluyendo el uso correcto y consistente del condón y de otros métodos anticonceptivos.