Javier González nació en Ciudad de México hace apenas 16 años. Es insultantemente joven, pero también un chico con mucho talento y una ambición clara: “El sueño de cualquier piloto es llegar a la Fórmula 1, pero sobre todo mi sueño es ser piloto profesional y poder llegar a vivir de esto”, cuenta con una sonrisa pícara en su rostro casi imberbe.

Después de triunfar en el Campeonato Nacional de Karting de México, esta temporada dio el salto a Europa para correr en la F-4 francesa. Y tuvo un debut inmejorable. En el circuito de Nogaro, el pasado 16 de abril, Javier ganó su primera carrera a bordo de un monoplaza y logró poner la bandera de México en lo más alto. “Es una sensación inexplicable. Hay pocos mexicanos aquí en Europa y ser uno de los que pone a México en un lugar alto, es muy padre”, recuerda.

Desde entonces, ha logrado sumar tres podios más en Francia, corriendo contra competidores que en su mayoría le superan en edad y experiencia en la categoría F-4. Un inicio muy prometedor que pronto le abrió también las puertas de España. El equipo DriveX, del ex piloto español Pedro Martínez de la Rosa, contrató sus servicios este verano para correr en la F-4 española.

Su estreno en esta competición, el pasado mes de agosto en el Circuito de Navarra, da cuenta de la rápida progresión de este joven chilango. “Fue un debut bueno. Complicado debido a que es un coche completamente distinto al que estoy habituado (en Francia corre con motor y chasis Renault, mientras en España es un Tatuus F4-T014), con competidores a los que no conocía, un circuito que no conocía, pero poco a poco fuimos mejorando y ya en la tercera y última carrera logré quedar sexto, muy cerca del Top-5. Bastante contentos yo y el equipo, y vamos a tratar de seguir mejorando para las siguientes fechas”.

Hasta final de temporada, Javier González ha compaginado la competición francesa con la española. En Francia ha conseguido subir tres veces al podio y ha terminado undécimo en la general. En España ha conseguido subir al cajón en cuatro ocasiones (con tres segundos puestos) y ha terminado quinto en la general. “Quería buscar un reto nuevo y el equipo Drive X apostó por mi. Es cierto que compaginar los dos campeonatos es un poco difícil, ya que son dos coches totalmente distintos. Uno tiene turbo y otro no, pero está bastante bien porque me va a permitir desarrollarme mucho más como piloto”.

Discurso ambicioso de este joven mexicano que sorprendentemente no tiene a ‘Checho’ Pérez, Fernando Alonso,  Michael Schumacher ni Ayrton Senna como su ídolos o referentes, sino al holandés Max Verstaapen, el piloto más joven en debutar y ganar una carrera en la F-1. “Hace poco más de dos años, cuando yo todavía corría en Karting, coincidí con él en varias carreras. Le conozco personalmente y me encantaría poder seguir sus pasos”, afirma.

Reconoce que cuando llegó a Europa a inicios de esta temporada, lo hizo “un poco sin expectativas”. Era su primera temporada en el viejo continente y la primera vez que corría con autos forma. Sin embargo, la victoria en Nogaro en su debut lo cambió todo. En el campeonato español también ha logrado disfrutar y subirse al cajón.

Javier González (izqda) al conseguir su primer podio en la F-4 de España. Circuito de Jerez. Foto: SPM Motorsports

“Me gusta mucho el deporte que hago, me gusta llevar mucho la bandera de México por todo el mundo y ponerla lo más alto que se pueda es algo muy padre”, cuenta este joven que ha tenido que dejar a su familia a más de 10 mil kilómetros de distancia, en la CDMX, para poder perseguir el sueño de la Fórmula 1.

“Generalmente los pilotos empezamos desde pequeños, que nos suben nuestros papás al karting, pero llega un punto en el que tienes que decidir: ¿esto es un hobby o es algo a lo que me quiero dedicar?”. Decidió lo segundo, y llegó la hora de los sacrificios. “Sin duda es algo complicado, justo a esta edad dejar a la familia, a mi mamá y mi papá, a los amigos, irme solito a Europa a estar todos los viernes y sábados en los coches, es complicado para ellos y para mí, pero les agradezco mucho por darme esta oportunidad de hacer lo que me encanta y eso me lleva a esforzarme cada día.