Alta gastronomía mexicana, rodeada por una brillante exposición de pinturas inspiradas en Frida Kahlo y aderezada con un intenso toque a feminismo. El universo cromático y sensorial que rodeaba a la artista mexicana más universal fue el ambiente elegido para dar color a las Jornadas Gastronómicas de México que el restaurante Coroa Lounge & Gardens Gallery llevaron a cabo hace unas semanas en el hotel Gran Meliá Palacio de los Duques de Madrid.

Jóvenes ilustradoras de México y España de la escuela pictórica de Frida fueron las encargadas de realizar las pinturas que envolvían el interior de ese céntrico hotel madrileño, mientras los comensales degustaban un menú de alta cocina mexicana elaborado por dos Chefs llegados desde México: Irving Alejandro Cocom y Roberto Ferruz, del Hotel Paradisus Playa del Carmen, Quintana Roo.

Un menú de cinco platillos salados y un postre, que mezclan la cocina prehispánica con la contemporánea y de la que surgen auténticos manjares como el chilpachole de mariscos, la esfera de aguacate, el camarón en aguachirle verde y un sabroso taco de chocolate como postre.

“Queríamos enseñarle al público el legado y las costumbres heredadas de la comida prehispánica envolviéndolo todo en las formas de cocina más contemporáneas”, señalaba el chef Ferruz.

Alta gastronomía mexicana con tintes únicos gracias a la exposición de ilustraciones que muestran la influencia colorida y vital existencia de Frida y del México actual, realizadas por nueve mujeres. Las españolas Coco Dávez, Idoia Montero, María Díaz Perera, Añeta Martín, Ana Martínez, Eli García, Thani Mara  y María Hergueta y la mexicana Patricia Fornos.

“Frida es como el tequila, se bebe a besos. Ella inspiró con besos en forma de obras de arte a muchas artistas y mujeres como las que estamos aquí hoy”, señala Idoia Montero. “Desde que la conocí, la pinto casi por impulso. Ella vivió como pintó y pintó como vivía”.

La madrileña de 26 años, Coco Dávez ha demostrado su interés en la mexicana en numerosas obras, especialmente en la serigrafía sin rostro, pero con mucho color, que le dedica en su serie Faceless. “De Frida me interesa su imaginario colorista y el gran número de autorretratos de mujer que sufre, así como el hecho de ser una mujer en el mundo del arte”, asegura.

“Como Frida es alguien a quien yo admiro, no dude ni un instante. Me impresiona que basase toda su obra en el sufrimiento. Me quedo con la frase que dijo: ‘Pinto flores para que yo no muera’. Utilizaba el sufrimiento para hacer arte, y el arte para no darse por vencida”, añade Ana Martínez, otra de las autoras de esta exposición inspirada en Frida que viste las paredes de los restaurantes de este hotel madrileño.

En la muestra participaron también María Díaz Perera dialoga con Frida en muchos de sus retratos, como los de Federico García Lorca o su serie sobre estrellas del rock; o la ilustradora María Hergueta, que vive entre Malmö y Barcelona, publica internacionalmente en medios como The New York Times o editoriales como Penguin Random House con obras que muestran un acercamiento más sutil a Frida Kahlo.

La artista mexicana Patricia Fornos señala “la pasión” como lo más representativo que Frida Kahlo supo plasmar en sus lienzos. Una pasión que ahora entra en España también de la mano de la alta gastronomía mexicana.


FOTO: Lycland