Nuestro cuerpo y mente nos están haciendo un llamado urgente a parar, a echar el freno y gestionar de una mejor manera todas estas nuevas situaciones de estrés.

Por Manuel Ocaña *

MADRID, España.- La crisis mundial de suministros sin precedentes que vivimos es un coctel envenenado. Esta tormenta combina una pandemia, una crisis logística, otra energética, paradas y cortes en empresas de la fabrica mundial (China), un aumento en la demanda de productos, inflación, desabasto de contenedores, aumentos de precios en materias primas y sí, hasta un barco bloqueando la mayor vía de entrada de mercancía a Europa (Canal de Suez).

¿Qué más podría pasar? ¡Habría que preguntarles a nuestros amigos de La Palma!

Las previsiones no pintan para que esto se resuelva en el corto plazo según advertencias de Moody’s Analytics en un informe reciente que asegura que las interrupciones de la cadena de suministro “empeoraran antes de mejorar”.

¿Qué hacemos? ¿Cómo lo afrontamos? ¿Qué respuesta le damos a nuestros clientes que todos los días nos llaman, a veces no con las mejores formas, y nos preguntan: ¿Cuándo llegan los materiales o por qué no llegan y si llegan por qué tan caros?

Resuenan frases como: “El que es perico donde quiera es verde”, “Aviéntate como el Borras” o ésta que me encanta y que creo que en estos tiempos viene como anillo al dedo: “Donde unos lloran, otros venden kleenex”. Los emprendedores buscamos siempre idear algo nuevo, encontrar oportunidades y sacar petróleo en donde otros solo ven tierra, querer resolver todos y cada unos de los problemas y necesidades de los demás.  Sin embargo, a veces es mejor parar un poco y aceptar que hay cosas que no podemos resolver. Porque si no, corremos el riesgo de que nuestro cuerpo nos obligue a hacerlo.

Salud Mental

¡Claro que me ha tocado vivir crisis! sin embargo, nunca en mis casi 30 años como asesor, gestor y emprendedor me había tocado ver algo así. Situaciones ajenas a mí o mi entorno laboral se están convirtiendo en algo cotidiano: terapias, gente “quemada” (burnout síndrome), bajas por depresión, recurrir de forma constante a técnicas para manejar el stress, un aumento sin precedentes de visitas a los profesionales de la salud mental.  Nuestro cuerpo y mente nos están haciendo un llamado urgente a parar, a echar un poco el freno y gestionar de una mejor manera todas estas nuevas situaciones. De nada nos sirve una posición o puesto importante, emprender un nuevo negocio o ganar mucho dinero si no estamos en equilibrio con nosotros mismos.

Mi terapeuta, a la cual adoro, me dijo: “¡Manuel, haz lo mejor que puedas, da tu mejor esfuerzo, pero si no esta en tus manos… déjalo pasar!  Agobiarte no va a resolver el problema y ya no hay muchas piezas de repuesto para modelos como tú”.

Por lo tanto, mis queridos lectores, vamos a tomarnos las cosas con calma, no dejemos que las circunstancias, ni terceros nos agobien, y vamos a prepararnos para cuando todo vuelva a la normalidad, que volveremos, ¡Eso seguro!


 
Manuel Ocaña
 
* Coordinador de Emprendimiento en la Red Global Mx, Capitulo España