Cuando venir a México a vivir sólo era una hipótesis, la gente con la que hablamos nos advirtió de una serie de peligros para que tomáramos nuestra decisión sobre la mudanza de una forma consciente. Subirse a taxis en la calle a la manera en la que estamos acostumbrados en Barcelona o Madrid siempre estaba en los puestos más altos de esa funesta lista. Nada de taxis. Como alternativa, la mayoría de mexicanos que conocemos se mueven de una colonia a otra a través de Uber o Cabify, las aplicaciones para móvil que tienen fama de seguras entre sus usuarios.

Hay toda una ceremonia pomposa en los Cabify. Primero el conductor se presenta, después te ofrece una botella de agua, luego investiga sobre la temperatura adecuada para ti y, por último, te pregunta que estación de radio quieres escuchar. Yo siempre dejo que sean ellos lo que escojan porque me parece que la frecuencia modulada es una buena autopista para conocer un país.

Andrés, nuestro guía en el Centro, me contó que en México uno sabe que envejece cuando la música de su juventud empieza a sonar por Radio Universal. En eso pienso cuando veo a los jóvenes con sus altavoces a la sombra del Palacio de Bellas Artes. Pobres ilusos, todavía no saben lo rápido que llegará su Despaci-to a esa estación.

El domingo por la noche después de una fiesta en una casa particular utilizamos Cabify para volver al departamento. En esta ocasión, la conductora, después de presentarse y darnos agua, se disculpó por no poder ofrecernos cambiar el dial. Y es que todos los domingos a partir de las diez, todas las frecuencias de radio de México emiten el mismo programa: La Hora Nacional.

La Hora Nacional es un programa gubernamental en el que el Gobierno Federal se hace con el monopolio de las ondas y aprovecha para transmitir su mensaje, poner canciones folclóricas y hablar de temas que cree importantes para el devenir de la nación. El programa empezó a emitirse en 1937 y es una de las pocas cosas que todavía une a los mexicanos a lo largo y ancho del país. Concretamente para apagar la radio en cuanto empieza, según me comenta Andrés.