México acude como país invitado al festival de fotografía Ojos Rojos del 17 de septiembre al 17 de octubre en Jávea y Dénia, en Alicante. Además de Dulce Pinzón, que retrata a los migrantes mexicanos en Estados Unidos como superhéroes y de José Luis Cuevas, que nos presenta el mundo de “La apestosa”, una cantina donde se encuentran borrachos y prostitutas, el festival cuenta con la mirada del genio francés Bernard Plossu, que retrató al México de los años ’60.

MADRID, España.-  La obra de José Luis Cuevas y de Dulce Pinzón, fotógrafos mexicanos, y de Alejandro Cartagena, que ha vivido ahí años, estará presente en el festival Ojos Rojos, al que México acude como país invitado. El festival tendrá lugar del 17 de septiembre al 17 de octubre en Jávea y en Dénia.

Tendrá también una gran presencia el trabajo de Bernard Plossu, considerado uno de los fotógrafos más importantes de la historia de la fotografía que creo con su lente una nueva mirada de México cuando aprovechó que sus abuelos vivían en México para viajar. Visitó Puerto Ángel, en Oaxaca, y estuvo tres meses en Chiapas, donde inmortalizó centenares de imágenes con su cámara.

“Este año por primera vez acogemos a un país invitado del otro lado del Atlántico con una gran tradición fotográfica”, afirman en referencia a México desde la organización de Ojos Rojos, que ofrecerá once exposiciones en Dénia y Jávea y que, en su tercera edición, apuesta por la diversidad de técnicas fotográficas y de género.

Presencia mexicana en Ojos Rojos

El fotógrafo mexicano Jose Luis Cuevas (Ciudad de México, 1973) retoma su trabajo ‘La Apestosa’ con fotos inéditas y con un nuevo diseño expositivo.

La apestosa

Su nombre oficial es “Salón Orizaba”, quizá la cervecería más singular de todo el Centro Histórico de la Ciudad de México. Conocida como “La Apestosa”, esta cervecería sirve como lugar de encuentro para alcohólicos y prostitutas, como se puede apreciar en su ensayo fotográfico, con escenas que documentan la relación entre ellos y la atmósfera oscura donde imperan el sexo y el alcohol.

La fotógrafa mexicana Dulce Pinzón cuenta “la verdadera historia de los superhéroes”, como ha bautizado su exposición con la que rinde homenaje a los migrantes mexica- nos en Estados Unidos, sobre todo Nueva York. Sus superhéroes y heroínas con hombres y mujeres que, sin poderes sobrenaturales, trabajan jornadas extenuantes por sueldos bajos para ahorrar y enviarlos en forma de remesas a sus familias y comunidades en México.

Dulce Pinzón - Superhéroes

Nacido en Santo Domingo, República Dominicana, vive y trabaja en Monterrey México desde 1990, cuando tenía tan sólo 13 años. Su exposición se llama ‘Car Poolers’, definido por el diccionario como “un grupo de personas que se juntan para viales de ida y vuelta al trabajo, en el mismo automóvil o alternando a turnos en coche de cada miembro”.

“Para mí, el proyecto no sólo visualiza esta práctica, sino queademás  funciona como una continuación a mi exploración visual sobre el tema del crecimiento suburbano en las ciudades mexicanas y su impacto ecológico, político, económico y social en el resto del entramado de la ciudad”, dice el fotógrafo.

Alejandro Cartagena

Hace seis años comenzó una documentación del área metropolitana de Monterrey y cómo esta se encontraba en una expansión acelerada debido a nuevos impulsos a programas de vivienda social auspiciados por los gobiernos Estatales y Federales.

Fotografía de otros autores

Xavier Mollà nos presenta el resultado de fotografiar el Mar Mediterráneo durante más de 25 años en su exposición Correspondència amb Mediterrània. La exposición de Lucía Morate, Panta Rei, desarrolla la teoría de Heráclito de que todo fluye, todo está en cambio constantemente, con una fotografía orgánica y sensual. Con su trabajo Archipiélagos, Ire Lenes nos muestra la realidad de una Lituania escindida de la antigua URSS a través de imágenes de Nuevo Documentalismo.

Tránsitos, el nuevo trabajo de Jerónimo Álvarez, se compone de retratos subacuáticos como metáfora sobre la burbuja durante la pandemia. El gran fotógrafo callejero Baylón nos enseña sus imágenes en blanco y negro y realizadas con una Rolleiflex de las calles de Beijing. Los exquisitos collages de Nina Llorens Peters nos transportan a mundos de fantasía y belleza. Por último, Isabel San Ruperto nos relata una transformación vital a través de una fotografía intima.

Para adaptarse a la situación pandémica, han decidido combinar actividades presenciales con otras online. En función de la situación en el momento de la celebración del festival, las actividades presenciales pueden convertirse en virtuales o incluso cancelarse, aunque la mejora de la situación en semanas recientes invita al optimismo.


Programación completa en https://festivalojosrojos.com/