Es un ahuehuete y se encuentra en el parque de El Retiro. En torno a sus casi cuatro siglos de vida hay muchos mitos y leyendas. Se cree podría ser hijo del árbol más grande y antiguo de México, el que se encuentra en Santa María de Tule (Oaxaca).

MADRID.- Dicen botánicos e historiadores que es el árbol más antiguo de la ciudad de Madrid. Procede de México, se le presumen casi cuatro siglos de historia y en torno a él hay muchos mitos y leyendas.

Hablamos del ahuehuete (Taxodium Mucronatum) que se encuentra en el emblemático parque de El Retiro, un ejemplar con forma de candelabro que mide 25 metros de alto y cuyo tronco tiene un diámetro de 5.50 metros.

Lo encontramos en el lateral izquierdo del Parterre, jardín de estilo francés creado a instancias del rey Felipe IV en el interior del El Retiro.

“Por su belleza, exuberancia y por su valor histórico es el más importante que tenemos en la ciudad de Madrid”, señala Javier Lapuente, ingeniero forestal y presidente de la Asociación de Amigos de los jardines del Buen Retiro.

Llegó a Madrid procedente de México porque al rey Felipe IV le gustaba traer especies singulares de América, Filipinas y otras colonias.

El momento de su plantación es realmente confuso. “La historia y la tradición más cariñosa con el árbol habla de que, por su importancia y por su tamaño, sería de 1640”, cuenta Santiago Soria, ingeniero de montes y consejero técnico del Retiro. “Otros lo sitúan incluso en 1633, año en que el conde duque de Olivares ordenó la construcción del Retiro, lo cual es imposible porque la zona en la que se encuentra no se había empezado a plantar”, añade Soria.

Según la tradición popular es de los pocos árboles del Retiro que se salvó de la tala cuando las tropas de Napoleón Bonaparte invadieron Madrid a principios del siglo XIX. Acuartelados en el Palacio y los Jardines del Buen Retiro, los soldados franceses usaron la madera de los árboles como material de artillería y abrieron zanjas para construir trincheras, destruyendo casi por completo los jardines, restaurados posteriormente en tiempos de Fernando VII.

“Una de las historias que se cuentan es que en 1808 el árbol ya era tan grande que en sus ramas con forma de candelabro los franceses construyeron una plataforma y sobre ella pusieron un cañón que apuntaba al Casón del Buen Retiro para domar al pueblo madrileño”, dice Santiago Soria. “Tampoco hay certeza de ello. Si hablas con un artillero te dice que no es el sitio ideal para poner un cañón”.

El ahuehuete (que en náhuatl significa “viejo del agua”) es considerado el árbol nacional de México desde 1921. Una especie autóctona que se encuentra prácticamente en cualquier zona de ese país.

Teorías sobre su procedencia

Sobre el origen del ahuehuete del Retiro han surgido múltiples leyendas: unas cuentan que sus semillas proceden del llamado “árbol de la noche triste” donde Hernán Cortés lloró su más amarga derrota frente a Moctezuma en 1520 (y que aún sobrevive en la colonia Popotla de la Ciudad de México); otras versiones señalan que desciende directamente del árbol de Santa María del Tule (Oaxaca), unos de los más viejos del mundo, con 2 mil años de antigüedad; y algunos documentos apuntan a que provendría de Puebla.

Carlos del Álamo Jiménez, ex decano del Colegio de Ingenieros de Montes, sostiene que el árbol del Retiro tiene a sus hermanos en los ahuehuetes que se encuentran en los jardines del Palacio Real de Aranjuez, 40 kilómetros al sur de la capital española. “Seguramente proceden de las semillas que envió en aquella época el obispo de Oaxaca y que provenían de uno de los árboles más viejos del mundo: el ahuehuete de Santa María de Tule”, señalaba Del Álamo en un artículo publicado por el diario La Razón.

“Hay escritos que certifican la llegada de aquellas semillas, pero no sabemos realmente qué se hizo con ellas”, dice por el contrario Santiago Soria, quien cree que la llegada de los ahuehuetes de Aranjuez (que son de tamaño y grosor similar al del Retiro) pudo darse muchos años después, concretamente en 1783.

“En aquel año llegaron a Aranjuez en maceta desde América con un certificado firmado por tres escribanos que dan fe de que son hijos de unos árboles inmensos que hay en Puebla. Que ese certificado venga firmado por tres escribanos indica la importancia que se le da a esos árboles. Si ya hubiera uno en España, concretamente en El Retiro, con más de cien años de antigüedad, no le hubieran dado tanta importancia”, indica Soria.

Conservación

Más allá de las dudas sobre su lugar y fecha de origen, hoy es el árbol más protegido y admirado de capital española. Desde 1992 está incluido en el Catálogo de Árboles Singulares de la Comunidad de Madrid.

Es sometido a numerosos controles y estudios, rama por rama, para evitar que contraiga enfermedades.

“Está rodeado por una cerca metálica para impedir que nadie pueda subirse a él y cometer actos vandálicos. Y en cuanto se detecta que hay alguna rama que se puede desgajar, se corta. Está muy bien cuidado y mimado”, afirma Javier Lapuente.

A pesar de sus casi 400 años de historia, por la longevidad de los ahuehuetes (pueden tener una vida de más de mil años) todavía se le considera un árbol joven. “Es un árbol que está, digamos, como una persona de 30 años”, dice Soria, quien recalca la importancia histórica y botánica de este ahuehuete y asegura que todavía podrán disfrutar de él varias generaciones de madrileños.

El árbol que une a México y España

“Es nuestro árbol más emblemático y el que tiene una historia más romántica. Es un árbol que nos une a los madrileños como símbolo de la guerra contra Napoleón y también es un reflejo de la unión con México. Sin exagerar, es el árbol más importante que tenemos en Madrid capital y probablemente también el más antiguo, independientemente de que tenga unos años más o menos”, añade Soria.

“No hay un solo día que no me dé un paseo para contemplarlo y acariciarlo. El viejo del agua nos tiene encantados y fascinados”, señala por su parte Lapuente.

El paso del tiempo y los siglos de historia que atesora hacen que este ahuehuete sea una excusa perfecta para que turistas y mexicanos residentes en Madrid se acerquen a contemplar El Retiro, un emblema de la capital española que cuenta con más de 19 mil árboles y es considerado el pulmón de la ciudad.

En 2018 cumple 150 años como Parque de Madrid y aspira a ser declarado próximamente Patrimonio Mundial por la UNESCO en una candidatura conjunta con el Prado como paisaje de las artes y las ciencias.