El ganador de ‘El entrenador del año’, que saldrá de entre 50 formadores de nivel amateur en México, tendrá una experiencia formativa de una semana en Madrid con los gastos pagados. Este programa de la empresa G Sport Mx, fundada por el mexicano Jorge Martínez Bernal, tiene entre sus objetivos dar herramientas de gestión para alargar la vida de los equipos de fútbol amateur en México, que no suele superar los cinco años.

MADRID, España.- Los equipos de fútbol amateur en México tienen una vida útil que no suele superar los cinco años. Así lo asegura Jorge Martínez Bernal, socio fundador de G Sport MX, que pone en marcha ‘El entrenador del año’.

Este programa dará a los entrenadores amateurs en México herramientas de gestión y administración para resolver esta falta de continuidad. Dirigido a entrenadores mexicanos de nivel amateur sin importar si tienen o no certificaciones y títulos, el programa abrirá su plazo de inscripciones durante la primera semana de marzo, con un precio de 50 euros.

Los cinco mejores participantes presentarán su proyecto tras haber desarrollado un caso práctico. El ganador que vendrá a Madrid para tener una experiencia formativa con herramientas para poder fortalecer desde dentro los proyectos deportivos y alargar su vida útil.

México en busca del entrenador amateur del año

Este yucateco con 15 años en Madrid afirma que los entrenadores abandonan sus equipos amateurs por problemas de gestión y por una ausencia de proyecto. Con frecuencia se llevan a sus jugadores a otros equipos, lo que deja debilitado al equipo y, en muchas ocasiones, marchito.

Para desarrollar este programa, Martínez Bernal y sus compañeros de andadura han tenido en cuenta las observaciones de padres a los que les preguntaron qué consideraban importante en el desarrollo de sus hijos dentro del fútbol amateur.

La experiencia en Madrid de ‘el entrenador del año’ contará con cuatro ‘Másters’ expertos en distintas áreas de gestión y metodología. David Vilanova, conocido como el entrenador viajero, aportará sus conocimientos en materia de metodología deportiva. Alberto Pérez Borrachero, proveniente del sector de clubes, compartirá su experiencia en materia de optimización de recursos. Por su parte, Juan Bernal pondrá el acento en el aspecto psicológico del deporte de acuerdo con su formación y experiencia, mientras el propio Martínez Bernal se centrará en la educación deportiva de niños y padres, piedra angular de la organización que fundó en 2017.

La participación de los padres responde menos al azar y a la casualidados que al convencimiento del papel que pueden jugar en el fútbol amateur como agentes para la vocación formativa del deporte. Sin embargo, las escenas que han protagonizado padres en algunos medios de comunicación, sobre todo antes de la pandemia, nos recuerdan del peligro de utilizar el deporte para ventilar frustraciones y de convertir la victoria en un fin que justifica los medios: insultos a árbitros, batallas campales contra los padres del equipo adversario y otros comportamientos contrarios al desarrollo integral de los menores.

Por estos motivos, G Sport Education, otro de los programas de la organización, pone el foco del deporte formativo en los padres, a los que clasifica en varios tipos.

Tenemos al papá entrenador, al papá Uber, al ovador, al hooligan al agente deportivo”, dice Martínez Bernal con tono de humor sobre distintos arquetipos paternos que ha encontrado en estos años. Este programa educativo se centra en el hogar, la escuela y el campo de fútbol, tres entornos donde los padres pueden convertirse en auténticos agentes de cambio, en facilitadores y promotores de una nueva visión que ponga la formación en el centro de la actividad deportiva. Recuerda la importancia que tiene darles a los niños responsabilidades para que, desde edades tempranas, aprendan a responsabilizarse de sus medias, de sus tacos y de sus espinilleras. Sobre todo, considera fundamental trabajar con los padres para que vean más allá de sus proyecciones y sus frustraciones, para que comprendan la labor del entrenador y la función del deporte formativo.

Contó la anécdota de un niño de 7 años, poco apreciado entre sus compañeros por su estilo señorita Rottenmeier a la hora de corregir de forma constante y repelente.

“Un día le pregunté porqué se comportaba así. No sé, me dijo. ¿A ti te gusta el fútbol? No. ¿Y entonces qué te gusta hacer? Me gusta nadar. ¿Y se lo has dicho a tu padre? No. ¿Por qué? Porque no”. Así fue como una conversación entre Martínez Bernal y un niño desembocó en una apertura: un padre abrió los ojos y su hijo los brazos para hacer lo que quería hacer. Con un pequeño gesto se puede transformar toda una dinámica familiar para favorecer el desarrollo y la formación de los niños, adultos del mañana.