Ahora que Cupido anda suelto este viernes de San Valentín, ¿conoces el impacto que tiene un beso? Cuando besas activas hasta treinta y seis músculos de la cara, diecisiete de ellos relacionados con la lengua, y cada ósculo (bien dado) puede quemar hasta doce calorías.

Por Laura Martínez Alarcón.

BARCELONA, España.- Un estudio de la Universidad de Albany en Nueva York, publicado hace un par de años en la revista Evolutionary Psychology, demostró que tanto para las mujeres como para los hombres el primer beso es clave para continuar la relación, aunque son ellas quienes lo valoran más. Un buen besuqueo, dicen los expertos, desata dentro del cerebro una serie de reacciones neuroquímicas en el sistema límbico, ubicado en una zona que incluye el tálamo, el hipotálamo y la amígdala cerebral, responsable de regular las emociones y los instintos, entre otros comportamientos. Besar, pues, activa las neuronas.

Asimismo, esta maravillosa acción activa el hipocampo, una de las principales regiones del cerebro directamente relacionada con el funcionamiento de la memoria y el aprendizaje. Besar libera hormonas como la oxitocina (conocida como la hormona del amor); la serotonina, que nos ayuda a reducir los factores de tristeza, y la testosterona, que incrementa los niveles del apetito sexual. Todos estos neurotransmisores favorecen el apego y el establecimiento de relaciones sociales, y contribuyen al bienestar mental.

De acuerdo con la consultora sexual británica Relate, la liberación de endorfinas, que se produce cada vez que besas, combate el desánimo y evita caer en la depresión. Porque el beso, antes que nada, es placer. La posición fisiológica de la boca hace que ésta sea, de entre todos los órganos erógenos del cuerpo, la que está situada más cerca del cerebro, el centro donde se producen las sensaciones y las emociones. Para tener una idea: las terminaciones nerviosas que se activan en el beso involucran el tamaño de un área cerebral, la que controla la boca, más grande que la relacionada con los genitales.

Por si todo esto fuera poco, según un estudio de la Universidad de Viena, cuando cierras los ojos y fundes tus labios en los de tu pareja, tus pulsaciones cardiacas suben de sesenta hasta ciento treinta por minuto, liberas adrenalina, baja tu tasa de colesterol y al intercambiar bacterias, se refuerza tu sistema inmunitario. Hoy se sabe que en un solo mililitro de saliva anidan unos cien millones de bacterias, un intercambio superlativo de microbios. Esto, sin embargo, es positivo porque la saliva tiene también microbicidas que acaban con la mayor parte de las bacterias ajenas.

Como ves, un beso implica mucho más de lo que crees y es bueno para la salud. Así que, ¡a besar, se ha dicho!