El objetivo de inversores y empresas es ganar más y más y nunca tienen bastante. Es la esencia del capitalismo. Por eso, aunque se haya recuperado la actividad económica en España, cada vez más trabajadores fijos y con contrato son pobres. Aumenta la desigualdad, las fortunas suben un 24% y crecen el triple que la renta de las familias trabajadoras que apenas mejoran un 9% mientras la tasa de pobreza, que afecta a más de la quinta parte de las familias, se mantiene congelada.

Análisis de Xavier Caño Tamayo.

MADRID, España.- Uno de los caracteres básicos del capitalismo que soportamos es la codicia que el diccionario de la lengua española define como deseo vehemente de poseer muchas cosas, especialmente riquezas y bienes. Es así porque el sistema capitalista necesita ganar cada vez más, de tal manera que se considera pérdida cualquier ganancia menor a la vez anterior como ocurría en la película “Cayo Largo” de John Houston.

En un hotel de los cayos de Florida, con la amenaza de una peligrosa tormenta tropical, coinciden un oficial del ejército estadounidense, Humphrey Bogart, que vuelve a casa tras la Segunda Guerra Mundial, y Johnny Rocco, un gángster deportado, interpretado por Edward G. Robinson, que acaba de regresar a Estados Unidos de forma clandestina. La proximidad del huracán pone nerviosa a la gente y en un momento de tensión creciente entre el gángster, sus secuaces y las personas decentes del hotel, el soldado lanza al aire una pregunta retórica: “¿Qué quiere Rocco?” Y él mismo responde: “Quiere más”. Roccolo confirma: “Eso es, quiero más”. Y el soldado que regresa pregunta de nuevo: “¿Alguna vez Rocco tendrá bastante?” Y es el gángster quien responde: “Nunca tengo bastante”.

Así es. El objetivo de inversores y empresas es ganar más y más y nunca tienen bastante. Es la esencia del capitalismo. Por eso, aunque se haya recuperado la actividad económica en España, cada vez más trabajadores fijos y con contrato son pobres, un porcentaje que ha aumentado del 14 al 16% mientras crecen las desigualdades a ojos vista. El economista Fernando Luengo nos explica que, con el crecimiento del PIB (la riqueza generada) y la creación de empleo de los últimos meses, sería lógico que subieran los salarios de la clase trabajadora. Sin embargo, según la Oficina Estadística Europea, se rebajó un 1,5% los ya reducidos sueldos. Si a la rebaja salarial añadimos la precariedad del empleo creado no sorprende que aumente el porcentaje de trabajadores pobres.

Se dispara la desigualdad en España

Oxfam Intermon sigue denunciando que la desigualdad en España se disparó durante la crisis y no se ha reducido pese a la recuperación económica, como demuestra que uno de cada seis hogares de trabajadores cayera en la pobreza durante la crisis. Con tanta precariedad y tanto contrato temporal a las personas empobrecidas les es mucho más difícil dejar de ser pobres.

En España, la recuperación económica ha beneficiado de modo injusto y desproporcionado sobre todo a las rentas altas y conviene recordar que las personas que poseen 40 millones de euros o más solo son 1.690 en este país. Una minoría muy reducida en un país de 47 millones de habitantes. Por contra el año pasado en España hubo 16.500 hogares más que el año anterior en los que no hubo ningún ingreso. Y ya suman más de 600.000 las familias que no tienen ingreso habitual alguno.

La desigualdad en España se disparó con la crisis y once años después no se ha reducido. La minoría rica no utiliza metralletas Thompsoncomo los gángsters de Chicago: con sus actuaciones mantiene la desigualdad o incluso la aumenta. En España, los salarios más bajos han caído un 28% y la crisis económica ha provocado una reducción general de sueldos de los trabajadores, que han bajado una media del 6% de 2008 a 2014. Y, si bajan los salarios, crece la desigualdad. España muestra una de las distribuciones salariales más desiguales de Europa.

¿Que recuperación económica es la incapaz de reducir tanta desigualdad y de acabar con la pobreza?