México ocupa el primer lugar en casos de diabetes de todos los que forman la OCDE. El incremento de la actividad física, una dieta adecuada y la reducción del peso ayudan a disminuir en casi un 40% el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Además, El Instituto Nacional de Nutrición y Ciencias Médicas Salvador Zubirán, en México, acaba de desarrollar un producto capaz de reducir la concentración de triglicéridos y glucosa en  sangre.

Desde el año 2000, la diabetes mellitus es la primera causa de muerte para mujeres y la segunda para hombres en México, donde más de 4 millones de personas han sido diagnosticadas.

México dobla al resto de países de la OCDE en cuanto a las cifras de diabetes, donde el 15.8% de la población que tiene entre 20 y 79 años, sufre esta enfermedad. La principal causa de esta realidad tan alarmante es la alimentación, rica en productos procesados de bajo costo y bebidas azucaradas, así como el aumento del consumo de comida rápida y la disminución de la actividad física.

En el año 2016, el  10.3 % de las mexicanas y el 8.4% de los mexicanos sufrían de diabetes, con la Ciudad de México, Nuevo León, Veracruz, Tamaulipas, Durango y San Luis Potosí a la cabeza. La tendencia a la alza ha hecho que se modifique la legislación aumentando los impuestos sobre las bebidas azucaradas y se ha implementado una regulación en cuanto al etiquetado de los alimentos.

¿Qué es la diabetes?

La diabetes consiste en un conjunto de trastornos metabólicos consecuencia de un defecto en la producción de la insulina o de la resistencia a la acción de la insulina en las células diana de esta hormona. Uno de las principales características es la presencia de elevadas concentraciones de glucosa en sangre de forma crónica, que suele ir acompañada de otros síntomas como la necesidad excesiva de orinar y un aumento del apetito y la sed.

La insulina, una de las hormonas encargadas de regular los niveles de glucosa en sangre, es producida y  secretada por las células beta de los islotes de Langerhans, en el páncreas. Esta hormona se libera tras la ingesta de alimento, cuando los niveles de glucosa aumentan. Así, la insulina provoca que las células de nuestro organismo se preparen para capturarla.

El diagnóstico se realiza estudiando los síntomas clínicos, midiendo la glucosa en ayuno, la prueba de tolerancia a la glucosa oral y el estudio de la hemoglobina glicosilada.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce tres tipos de diabetes: tipo 1, tipo 2 y diabetes gestacional (la que se da durante el embarazo). La diabetes tipo 1 tiene lugar cuando se produce la destrucción de las células beta del páncreas, por lo que no se produce insulina. Suele tener carácter autoinmune, es decir, el propio sistema inmune del individuo ataca a estas células productoras. Por otro lado, la diabetes tipo 2 es consecuencia de la resistencia a la insulina por parte de las células del organismo. Es la más abundante y se relaciona la obesidad y la mala alimentación.

Las principales complicaciones que la diabetes provoca afectan a la visión por las lesiones de los vasos sanguíneos de los ojos, insuficiencia renal, daño al sistema nervioso y sistema cardiovascular.

Tratamiento

Cuando se comienza el tratamiento el principal objetivo es regular los niveles de glucosa en sangre.  La principal pauta que se recomienda es el cambio en el estilo de vida del paciente: aumentar la actividad física y adquirir una alimentación sana.

En algunos casos, se administran fármacos o insulina. Los fármacos están indicados para los afectados por diabetes mellitus tipo 2, mientras que la insulina se administra en los diabéticos tipo I.

Tras 10 años de estudio, El Instituto Nacional de Nutrición y Ciencias Médicas Salvador Zubirán, en México, ha desarrollado una bebida en polvo capaz de reducir la concentración de triglicéridos y glucosa en  sangre. Además, se ha visto que regula los niveles de HDL (colesterol “bueno”) y el exceso de grasa corporal.

Este producto contiene proteína de soja, homocisteína, nopal, semilla de chía y avena, entre otros; que además de regular los niveles de glucosa y triglicéridos, favorecen la liberación  controlada de insulina y disminuyen la acumulación de grasa en los tejidos.