Acaban de condenar a 23 años de cárcel a dos militares que se encontraban fuera de servicio cuando sometieron a un párroco de Michoacán, México, para robarle sus pertenencias. Lo subieron a un coche y, en medio de una carretera, lo mataron con un arma de fuego, según las investigaciones.

La Piedad, MICHOACÁN, México.- La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) obtuvo sentencia condenatoria de 23 años de prisión en contra de dos hombres por el homicidio de José Alfredo López Guillén, sacerdote de Puruándiro, a quien mataron para apoderarse de sus cosas el 19 de septiembre de 2016.

El Tribunal de Enjuiciamiento resolvió sentenciar a Francisco J., y Vicente A., ambos militares que estaban fuera de servicio el día de los hechos.

Durante el juicio, se logró acreditar que los acusados estuvieron conviviendo en la casa del religioso y, tras sostener una discusión, sometieron al sacerdote, lo maniataron con algunas prendas de vestir y lo envolvieron con una cobija para luego colocarlo en la parte trasera de un coche Jetta, color blanco, sacado después de la casa parroquial junto con una Chevrolet Tornado.

De igual forma, se comprobó que se apoderaron de varios objetos de valor y los subieron a una de las unidades, conducidas por cada uno de los sujetos hacia el municipio de Zináparo; sin embargo, a la altura del predio conocido como El Guayabal, bajaron al sacerdote y le causaron cuatro heridas por proyectil de arma de fuego que provocaron su muerte.

La Fiscalía Regional realizó las respectivas investigaciones, solicitándose orden de aprehensión en contra de Francisco J., y Vicente A., quienes fueron presentados ante el órgano jurisdiccional.

Una vez que el Tribunal de Enjuiciamiento valoró las pruebas presentadas, resolvió sentencia condenatoria de 23 años de prisión y al pago de reparación del daño, tras haberse acreditado su responsabilidad en los delitos de homicidio calificado y robo calificado grave.

Una discusión con dos hombres, pertenecientes al Ejército mexicano, fue lo que provocó que el sacerdote José Alfredo López Guillén fuera asesinado, informó el procurador de Michoacán, José Martín Godoy Castro.

De acuerdo con los informes, los acusados estaban destacamentos en Michoacán para labores contra la delincuencia y el día del asesinato del clérigo, el pasado 19 de septiembre, se encontraban fuera de servicio.

En rueda de prensa, el funcionario indicó que, según las investigaciones, el sacerdote fue contactado en redes sociales por uno de los soldados para un encuentro.

La cita fue en la casa parroquial de Janamuato, donde el militar llegó acompañado de su otro compañero, Francisco. El sacerdote estuvo conviviendo con ellos varias horas.

Por la noche, habría surgido una discusión tras la cual ambos militares sometieron al religioso, se apoderaron de dos vehículos que estaban en el inmueble y planearon deshacerse del cuerpo.

Vicente y Francisco sometieron al sacerdote, a quien maniataron con unas prendas de vestir para luego envolverlo en una cobija y meterlo a la cajuela de un automóvil Jetta, propiedad de la víctima”, afirmó Godoy Castro en un mensaje ante los medios de comunicación.

El funcionario dijo que uno de los soldados condujo el auto y el otro se llevó la camioneta Tornado que estaba en la misma sede eclesiástica, para enseguida escapar.

Esa misma noche, según Godoy Castro, asesinaron al sacerdote disparándole cuatro balazos con un revólver; luego abandonaron el cuerpo a la orilla de la carretera Puruándiro-Zináparo, a unos kilómetros de Janamuato.

Aunque el Procurador evitó mencionar el oficio de los acusados, fuentes cercanas a la investigación confirmaron su vínculo con el Ejército y el contacto que habían establecido con el cura por medio de una cuenta que éste manejaba en Facebook con un nombre distinto.