El autor de este análisis sostiene que el Partido Popular y Ciudadanos se convierten en cómplices de Vox en sus propuestas que atentan contra los derechos humanos y contra la propia constitución española.

Opinión de Xavier Caño Tamayo.

MADRID, España.- Los ciudadanos de Galicia y el País Vasco votarán nuevo gobierno el 5 de abril. En Galicia, el Partido Popular (PP) de Alberto Núñez Feijóo podría perder su mayoría absoluta y, en el País Vasco, una concurrencia conjunta del PP y Ciudadanos no evitaría otro descalabro de las formaciones conservadoras.

Agitar el fantasma de ETA en la campaña del País Vasco

Pablo Casado agita el fantasma de ETA al empezar su campaña electoral vasca en Ermua, el pueblo de Miguel Ángel Blanco, el concejal asesinado por ETA el 13 de julio de 1997.

Fuentes del PP aseguran que la utilización del terrorismo etarra ha tenido siempre una importancia esencial en el partido. Casado quiere mantener con vida al terrorismo vasco y, aunque haya desaparecido, él ‘resucita’ a ETA. Ataca a Pedro Sánchez al asociarlo con Bildu, formación de la que Casado dice ser heredera de terroristas. Da igual que ETA dejara de matar en 2011 y que miembros de Bildu hayan pedido disculpas por los crímenes perpetrados, porque el PP necesita de nuevo el miedo y el enfrentamiento.

Por eso Pablo Casado inventa una relación directa de los desaparecidos etarras con el partido nacionalista vasco Bildu. Sin embargo, no menciona que José María Aznar, siendo presidente del gobierno, declaró en mayo de 1999 que había autorizado ‘contactos con el entorno del Movimiento Vasco de Liberación (es decir, ETA), liberó a 210 presos la formación etarra y acercó a cárceles próximas al País Vasco a 125. Eso no merece comentario alguno de Casado.

Crispación como estrategia de la derecha en España

Tal vez porque entonces no podría manipular la campaña electoral con un terrorismo que ya no existe. Aznar actuó entonces adecuadamente y cabe preguntar a Casado porqué acusa de modo torticero al gobierno de coalición por reunirse con la Generalitat de Cataluña para buscar una solución aceptable al conflicto, cuando además no hay de por medio terroristas que secuestren y maten, solo un gobierno territorial que convocó un referendo ilegal. Pero Casado necesita la bronca y el embuste para provocar situaciones sin salida aparente, nunca soluciones.

Esa es la ética de la derecha de este país, heredera directa del franquismo. Por eso es útil recordar que en Alemania la canciller conservadora Ángela Merkel calificó de imperdonable que su partido en Turingia hubiera aceptado el apoyo de la ultraderechista Alternativa para Alemania para formar un gobierno regional que luego se desmontó. Pero en España, PP y Ciudadanos gobiernan en distintas comunidades gracias a Vox, una derecha autoritaria, centralista, misógina, xenófoba y antidemocrática.

Vox propone la deportación de inmigrantes a sus países de origen y construir un muro infranqueable en Ceuta y Melilla. También propone deportar a los inmigrantes legales en territorio español que hayan cometido delitos leves y también que cualquier inmigrante que haya entrado irregularmente en España no pueda legalizar su situación jamás. Asimismo, pretende imponer penas de cárcel al personal de las asociaciones humanitarias y ONG que ayuden a inmigrantes. Todo esto ocurre ante el silencio del PP y Ciudadanos. Ignoran Vox y sus cómplices que nada puede estar por encima de los derechos humanos como proclama Amnistía Internacional. Nunca.

Emigrantes españoles irregulares

Conviene hacer un apunte histórico sobre inmigración, uno de los objetivos preferentes de los ataques xenófobos de Vox. En los años 60 del siglo pasado, dos millones de trabajadores salieron de España para conseguir un empleo que no encontraban aquí. Emigraron a Suiza, Alemania, Bélgica, Francia, Gran Bretaña y Holanda. De 1960 a 1970, la media de emigrantes españoles sin contrato era casi el 52% y el 48% entraba en los países receptores con pasaporte de turista. Sin papeles, claro. Conviene recordar esos datos contra el embuste de que los españoles que emigraron a Europa lo hicieron con los papeles en regla. No fue así.

Hay más propuestas de Vox que denunciar ante las que PP y Ciudadanos otorgan al callar, como derogar la ley del aborto, derogar la ley integral contra la violencia de género, aunque año tras año en España sean asesinadas como media de 50 a 60 mujeres por sus parejas o exparejas. Vox propone además suspender la autonomía catalana, ilegalizar los partidos nacionalistas no españolistas, cerrar las televisiones regionales, suprimir los defensores del pueblo regionales, cerrar las agencias meteorológicas autonómicas, lo que sitúa a Vox fuera de la Constitución.

El artículo 2 de la Carta Magna española establece que el reino de España reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que lo integran. Ir en contra de ello va contra la Constitución. Con su silencio que otorga, el PP y Ciudadanos devienen tan anticonstitucionales como Vox.