La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) exige moderación al expresar alarma tras el acuerdo entre el Partido Socialista (PSOE) y Unidas Podemos. Según el analista y autor de este artículo, por moderación entienden mayores facilidades a los grandes empresarios para precarizar el empleo y empobrecer a la clase trabajadora.

Análisis de Xavier Caño Tamayo.

Banqueros, empresarios, “expertos” varios, dirigentes de las tres derechas y hasta los obispos han atacado el rápido acuerdo del Partido Socialista (PSOE) con Unidas Podemos tras las elecciones. Como ha escrito el periodista IgnacioEscolar, “las reacciones contra el pacto entre PSOE y Unidas Podemos han sido casi unánimes. La gran mayoría de medios y toda la derecha han recibido el abrazo de Sánchez e Iglesias con abierta hostilidad, gruesas descalificaciones y un discurso apocalíptico”.

Lo han recibido con la misma alarma y escándalo como si en vez de un gobierno de coalición progresista hubieran convocado al asalto del Palacio de Invierno. Queda por que ver cuan progresista es el gobierno que se forme y si aborda los problemas de la gente sin demoras ni desvíos.

Progresismo es la ideología y doctrina que busca el progreso de la sociedad en todos los ámbitos, pero sobre todo en el político y social. Tal obviedad está plasmada en el diccionario de la Lengua Española. Pero es término suficientemente ambiguo para aplicarse de modos muy diferentes. Habrá que ver.

Tras la reacción apocalíptica general al conocer el acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos, la patronal de empresarios en España ha reclamado un Gobierno que garantice la estabilidad política y la moderación. Lo de la estabilidad ya es un clásico, pero también la petición de moderación, la acción de moderar que significa contener, evitar el exceso de algo. ¿Qué excesos quiere evitar la patronal española? ¿Acaso los aumentos de salario que no ha habido para que España deje de ser el tercer país de la Unión Europea con más trabajadores pobres? Trabajadores pobres, sí, con contrato laboral y fijos, pero cuyos salarios de vergüenza no permiten llegar a fin de mes con dignidad y han de recurrir a Cáritas o bancos de alimentos para comer todos los días.

¿O tal vez la patronal, cuando pide moderación, se refiere a contener el exceso de millones de horas extras trabajadas nunca pagadas?

La patronal pide también que el nuevo Gobierno anteponga el respeto a la Constitución a intereses particulares en un guiño por el conflicto catalán. Ahora salen ‘constitucionalistas’ de todas partes. ¿Se refiere acaso la patronal al artículo 1 de la Constitución que proclama que España se constituye en un Estado social? Un Estado cuyos valores superiores son la libertad, la justicia, la igualdad… ¿Le suenan esos valores a la patronal?

Menos impuestos, menor protección laboral

¿Predica con el ejemplo la patronal y antepone lo que establece la Constitución a sus intereses? En los dos últimos años, España ha mejorado sus datos económicos, pero la gente trabajadora no sólo no lo ha notado, sino que además aumentan la desigualdad y la pobreza, se enquistan y ya forman parte habitual del panorama español.

Al mismo tiempo, las grandes empresas del poderoso Ibex35 han aumentado sus ingresos un 65% desde 2015. Esos beneficios que no han llegado a la clase trabajadora. Si alguien lo duda puede consultar los bien documentados informes sobre desigualdad que periódicamente publica Oxfam Intermón.

La economista Miren Etxezarreta, catedrática emérita de Economía de la Universidad Autónoma de Barcelona, asegura que le haría gracia el miedo de la patronal a la menor señal de progresismo de no ser tan dramático. Y añade, para que nadie se llame a engaño, que a fin de cuentas Unidas Podemos no ha mostrado ser tan radical como se pretende, e incluso menos que algunos partidos socialdemócratas del norte de Europa, por ejemplo. Etimológicamente, radical se refiere a la raíz de algo o a lo que afecte a lo fundamental de ese algo. Pero la derecha patria (patronal incluida) asocia el término ‘radical’ a actuaciones peligrosas. ¿A qué le tiene tanto miedo la patronal? ¿A que acabe el momio de una economía en buena medida de subvenciones, contratos públicos, créditos fiscales y otras jugosas canonjías?

Como a este cronista, a Miren Etxezarreta le gustaría saber qué entiende la patronal española por moderación. ¿La Reforma Laboral de Rajoy en 2012 fue moderada? Muy moderada, pero sobre todo fue como anillo al dedo para las empresas a las que desbrozó el escenario laboral de molestas regulaciones. Por el contrario, esa presunta reforma no fue buena para la gente trabajadora, como lo demuestra el aumento exponencial de empleo precario en el Reino de España desde hace años y que perjudica de modo especial a la gente joven, con un 35% de desempleo. Y ahora la patronal reclama además que el nuevo Gobierno siga la senda “reformista de la consolidación presupuestaria mejorando la eficiencia del gasto público”, una retorcida forma de pedir que el gobierno gaste menos, salvo en los empresarios, y suprima gastos sociales, las empresas y empresarios paguen menos impuestos, naturalmente por eficiencia del gasto público.

En castellano cristalino, la patronal quiere también flexibilidad laboral que, en román paladino, se traduce en despido fácil, barato y menos regulaciones que protejan los derechos del pueblo trabajador.