El palacio que desde 1977 ha sido hogar de todos los presidentes del Gobierno de España y sede de las reuniones del Consejo de Ministros (equivalente a Los Pinos en México) recibirá visitas de todas aquellas personas que lo deseen a partir de septiembre.

MADRID, España.– A partir del próximo mes de septiembre cualquier ciudadano podrá conocer de primera mano las instalaciones del Palacio de La Moncloa, el complejo que desde 1977 es hogar del presidente del Gobierno de España (equivalente a Los Pinos en México) y donde se celebran los Consejos de Ministros en los que se toman muchas de las decisiones ejecutivas más importantes para el país.

Las escalinatas y la sala donde son recibidos a mandatarios extranjeros en visita oficial y políticos de la oposición, la mesa donde se reúne cada semana el Consejo de Ministros, los jardines del Palacio o la sala de prensa donde cada viernes se informa de las decisiones adoptadas por el gobierno, formarán parte de una visita que hasta ahora estaba limitada y puntualmente reducida a grupos de escolares y universitarios, según anunció Moncloa este lunes en un comunicado.

“Con esta filosofía el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez quiere dar respuesta a la voluntad de una sociedad que reclama naturalidad, proximidad y transparencia”, indica la presidencia del Gobierno español en la nota informativa.

Esta iniciativa, titulada Moncloa abierta, iniciará su andadura en septiembre con una visita semanal sujeta a disponibilidad y con aforo limitado. Para participar en ellas será necesario hacer una reserva previa a través de un formulario que se habilitará próximamente en la web www.lamoncloa.gob.es, según el comunicado.

Un edificio con cinco siglos de historia

La historia de La Moncloa se remonta hasta el siglo XVII, cuando Gaspar Haro Guzmán, marqués del Carpio y de Eliche, decidió comprar la finca agraria sobre la que inició la construcción de lo que con el paso del tiempo se ha convertido en el palacio actual.

Conocido inicialmente como el Palacio de Eliche o la Casa Pintada, el rey Carlos IV adquirió su propiedad en 1802 y treinta años después Isabel II lo cedió en propiedad al Estado.

Durante la Guerra Civil española (1936-1939) quedó destruido casi por completo. Después de su remodelación, durante la dictadura franquista fue utilizado como residencia oficial para los jefes de Estado que visitaban España.

Fue después de la transición, en 1977 y durante el mandato de Adolfo Suárez, cuando pasó a convertirse en la residencia oficial de los presidentes del gobierno de España. Con una extensión de 58.000 metros cuadrados, se encuentra integrado a Patrimonio Nacional y está catalogado como Bien de Interés Cultural.

Como curiosidad, los 13 edificios que forman parte del complejo están comunicados por un búnker subterráneo que Felipe González mandó construir después del intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.