En su último mensaje de Año Nuevo como presidente de México, Enrique Peña Nieto, prometió anoche que su gobierno redoblará esfuerzos para mejorar las condiciones de seguridad a lo largo del país en 2018 y aseguró que mantendrá su promesa de que no habrá nuevos impuestos ni subirá la tarifa eléctrica, al tiempo que continuarán los trabajos para ayudar a los afectados por los sismos del pasado 1mes de septiembre.

Discurso con claros tintes electorales que el mandatario utilizó para hacer un repaso a los “logros” alcanzados durante su administración en los últimos seis años, entre los que citó el Nuevo Modelo Educativo o la generación de 4 millones de empleos formales en un solo sexenio.

“El 2018 será un gran año porque las y los mexicanos participaremos, en democracia, en la elección más grande de nuestra historia”, indicó.

Sin embargo, el mandatario no hizo mención a los casos de corrupción que han salpicado su mandato y que han relegado en los sondeos al PRI y a su precandidato, José Antonio Meade, de cara a las elecciones presidenciales del próximo 1 de julio. Tampoco recordó a las 26 mil 537 personas que, según cifras oficiales, fueron víctimas de la violencia entre enero y noviembre de este año en todo el país. Ni a la polémica Ley de Seguridad Interior.

Asimismo, el mandatario destacó los enormes retos enfrentados por México en 2017. “Los huracanes y sismos de septiembre nos pusieron a prueba como país. Pero con la solidaridad, el esfuerzo y la unidad de todos, México salió adelante. Hoy somos más fuertes y estamos mejor preparados. Por eso, estoy convencido de que 2018 será un gran año para México”, enfatizó Peña Nieto, antes de concluir su mensaje deseando un “feliz y exitoso año” en el que “la alegría y la armonía” estén presentes en todos los hogares del país.