El mezcal está llamado a convertirse en un producto clave para la recuperación del estado mexicano de Oaxaca tras los devastadores terremotos del año pasado. Así lo ha expresado Juan Carlos Rivera Castellano, Secretario de Turismo de dicho Estado en los distintos actos previos a la inauguración de la Feria Internacional de Turismo (Fitur) que se celebra esta semana en Madrid.

Juan Carlos Rivera Castellano, Secretario de Turismo de Oaxaca, a la derecha. Foto: Juan Carlos Rojas

La producción y venta de mezcal, que se produce a partir de la fermentación de agaves cultivados en la región, han contribuido a que la recuperación económica y del estado de ánimo de miles de familias y de comunidades indígenas que viven de forma directa o indirecta de esta bebida artesanal. Además de las pérdidas humanas provocadas, dos de los terremotos en Oaxaca dañaron de forma considerable infraestructuras clave del Estado, lo que requería una respuesta económica que ha dado en gran medida el sector mezcalero.

El mezcal se ha convertido en un atractivo turístico de la región, al abrir la posibilidad de que los viajeros conozcan de primera mano el proceso de producción de esta bebida con creciente prestigio en distintos mercados.

En Oaxaca se cultivan 120 variedades de mezcal de las 210 que existen en todo el mundo. Con estas especies se producen mezcales de espadín -la variedad más común- en sus diferentes tipos: joven, con gusano, reposado o añejo y también de agaves silvestres como el arroqueño, el madrecuixe, el tepextate o el tobalá, entre otros.

El estado de Oaxaca ofrece otros atractivos alejados geográficamente de la zona donde se cultivan los agaves mezcaleros. Su litoral ofrece decenas de playas paradisíacas con

aguas cristalinas multicolor y arena fina que contrasta con un paisaje y una vegetación de variada, elementos que le otorgan el merecido adjetivo de paraíso Tropical.  Además, las costas de Oaxaca son reconocidas por tener el mayor número de anidación de tortugas al año, de diferentes especies y todas en peligro de extinción.

Rutas gastronómicas

Más de 40.000 familias y cerca de 200 mil Oaxaqueños están vinculados con la producción de mezcal, según el gobierno de Oaxaca, que promueve como atractivo turístico rutas gastronómicas en una zona donde se produce hasta el 80% de todo el mezcal que se vende en el mundo.

Además de fortalecer y de empoderar a la pequeña y mediana empresa del mezcal, se benefician de estas rutas los dueños y trabajadores de pequeños hoteles, de restaurantes, artesanos y otros comerciantes que enriquecen la experiencia de visitantes extranjeros y nacionales. El estado oaxaqueño posee una de las gastronomías más atractivas de México, considerada patrimonio inmaterial de la humanidad por parte de la Unesco.

La zona de los Valles Centrales es el punto de partida de la ruta Caminos del Mezcal. El recorrido permite descubrir las tradiciones que envuelven a la bebida que, desde tiempos prehispánicos, complementa los deliciosos platillos de la región. Estas rutas permiten conocer los campos donde los magueyes crecen de manera silvestre o cultivada y observar la riqueza biológica de Oaxaca, con miles de especies de flora y fauna. Oaxaca contribuye a que México se considere uno de los doce países considerados megadiversos en términos de flora y fauna.

Éste y otros actractivos culturales han provocado un incremento en el turismo de la región. La ciudad de Oaxaca, rica en patrimonio histórico, registró un total de 830.000 visitantes de enero a septiembre de 2017, lo que supone un incremento del 6.5% respecto al mismo periodo del año anterior. El turismo representa un 8,7% del PIB del estado y genera 10 millones de empleos totales, según cifras oficiales.

Playas paradisíacas

Como atractivos playeros principales, el estado de Oaxaca ofrece la posibilidad de visitar Puerto Escondido, uno de los paraísos mundiales del surf, sobre todo por el espectáculo que ofrecen las olas de la playa de Zicatela. A pocos kilómetros se encuentra la perla de Carrizalillo, una pequeña cala que contrasta con las corrientes de Zicatela y que permite a familias nadar como si estuvieran en una piscina de hotel pero con paisaje de acantilado y vegetación tropical de fondo. También está la playa de Bacocho, con oleaje moderado.

A 100 kilómetros se encuentran Huatulco y Puerto Ángel, con sus playas adyacentes y de belleza similar. Entre Puerto Escondido y Huatulco, separados por 100 km de carretera, el viajero puede encontrar paraísos como Mazunte, San Agustinillo, Zipolite, la Playa de Roca Blanca (cerca de aquí se rodaron escenas de la película Y tu mamá también).

Oaxaca cuenta también con lagunas como de la Chacahua, la de Manialtepec o la de Ventanilla, que desemboca en una playa de gran oleaje donde desovan algunas de las más grandes especies de tortugas en el mundo.

Oaxaca ofrece desde hace años grandes oportunidades para desarrollar un modelo de turismo sostenible que contribuya a proteger especies amenazadas y en peligro de extinción. Mazunte cuenta con el Centro Mexicano de la Tortuga para sensibilizar a la población y para promover la protección de las especies. Como ocurre con las rutas gastronómicas del mezcal, este modelo beneficia a familias y comunidades vinculadas a la hostelería y a los servicios.