La contaminación del aire en Madrid cayó a niveles históricos en mayo, según la organización Ecologistas en Acción. Madrid Central, que limita la circulación de coches en el centro de la ciudad, contribuye a reducir de forma notable la contaminación del aire, que mata de forma prematura a 40.000 personas en España y a 7 millones de personas en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Por Xavier Caño Tamayo.

Temperaturas más altas, tormentas más destructoras, olas de calor más sofocantes, sequías más frecuentes, huracanes letales, glaciares derretidos, reducción del hielo de los casquetes polares, subida del nivel del mar, además de alteración de ecosistemas e incesante desaparición de especies animales. Sólo los necios o sujetos de mala fe y oscuros intereses niegan la evidencia. El cambio climático ya está aquí.

Los alimentos son más caros y escasos por fenómenos climáticos extremos, lo que aumenta la pobreza. También crece la propagación de enfermedades letales (malaria, chagas, dengue) que se habían erradicado de los países desarrollados y disminuido en los emergentes. Este cambio climático se origina por la emisión de gases de efecto invernadero, producidos por combustibles de origen fósil en los vehículos de motor.

Problemas de salud y muertes por contaminación

A las conocidas secuelas del cambio climático cabe añadir graves y masivos problemas de salud en la población. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 9 de cada 10 personas en el mundo respiran aire contaminado. Un informe sobre contaminación del aire y salud de la OMS advierte de que en 2016 murieron en el mundo unos 600.000 niños menores de 15 años por infecciones agudas en vías respiratorias relacionadas con la contaminación del aire. Cada día, el 93% de menores de 15 años respiran un aire tan contaminado que hay que considerarlo un grave riesgo para su salud y desarrollo. Además, las mujeres embarazadas expuestas al aire contaminado tienen más probabilidades de dar a luz hijos prematuros con mucho menor peso al nacer.

En España, cada año mueren prematuramente 40.000 personas por respirar aire contaminado yhasta cien enfermedades distintas se relacionan con el aire contaminado que respiramos: asma, patologías bronquiales, enfermedad obstructiva crónica, neumonía infantil… Sin olvidar que las partículas microscópicas presentes en los gases que contaminan el aire son cancerígenas y generan cáncer de pulmón, derrame cerebral, hipertensión, arteriosclerosisy otros problemas.

En diez años han muerto 93.000 personas de forma prematura en España por la contaminación del aire según datos del Instituto Nacional de Estadística y del Ministerio de Medio Ambiente. Si se amplía ese dato al mundo, cada año mueren 7 millones de personas por respirar aire contaminado, según la OMS.

La contaminación de este aire está provocada por la utilización de gasóleo, gasolina y carbón, combustibles de origen fósil. Quemar carbón para producir electricidad es una de las peores fuentes de contaminación atmosférica del mundo. Como también lo es el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero por el transporte y desplazamientos con vehículos con motores diésel o de gasolina.

En Madrid y Barcelona, como muestra, se superan habitualmente con creces los máximos admisibles de gases nocivos del tráfico rodado. Una contaminación que perjudica sobre todo la salud de los menores, de las personas mayores y de gente con enfermedades respiratorias. Para afrontar el problema, el Ayuntamiento de Madrid fue el primero en España en restringir el tráfico para reducir la contaminación del aire. Es el plan Madrid Centralque acota un Área de Prioridad Residencial de 472 hectáreas en la capital de España. En esa zona el tráfico está restringido a residentes, a vehículos eléctricos o híbridos, y a vehículos diésel y de gasolina que tengan acreditados bajos niveles de contaminación.

Limitar el tráfico en las ciudades para reducir la contaminación

En marzo de 2019 la Universidad Politécnica de Madrid informó que la emisión de gases nocivos  había disminuido en la zona de Madrid Central y, aún mejor noticia, que el pasado mes de mayo la contaminación en la capital del Estado disminuyó a niveles históricos. Cabe concluir que Madrid Central funciona. Ecologistas en Acción constató en su informe mensual de calidad del aire en la capital que este mayo se dieron los niveles más bajos de contaminación en diez años.

Según el Ayuntamiento, el tráfico ha bajado un 24% en la Gran Vía y hay en el aire un 38% menos de contaminantes como óxido de nitrógeno y otros. Para Ecologistas en Acción, “hace falta más Madrid Central, no menos”.

La contaminación del aire que respiramos es un grave problema global que ha llevado a 280 ciudades de Europa a delimitar zonas de restricción al tráfico y otras medidas como rebajar la máxima velocidad permitida. Como muestra de los esfuerzos en Europa contra la contaminación del aire, cabe citar a Oslo, capital de Noruega con algo más de 600.000 habitantes. Su ayuntamiento se ha propuesto eliminar la emisión de todos los gases nocivos para 2025 por medio de una prohibición progresiva de circulación de todos los vehículos de diésel y gasolina. Uno de cada tres coches en Noruega es eléctrico; en Oslo se está reformando el transporte público de autobuses y barcos entre fiordos para cumplir con las reducciones de CO2acordadas en el encuentro sobre el Clima de París. En 2019 y 2020, el programa Ruter Fossil Free 2020 (libres de fósiles) eliminará todos los vehículos de diesel y gasolina del transporte público para sustituirlos en la región de Oslo por 1.100 autobuses eléctricos.

Reducir la contaminación del aire, una medida inaplazable

En España sólo existe Madrid Central, pero en Alemania hay 50 ciudades (Bonn, Hamburgo, Stuttgart, Frankfurt, Hamburgo, Berlín y muchas más) con zonas que limitan la entrada y circulación de automóviles que contaminan. En tanto que Madrid Central solo acota cuatro kilómetros cuadrados, el área restringida en Berlín al tráfico de vehículos contaminantes es toda la ciudad.

En la experiencia madrileña, Ecologistas en Acción explica que la contaminación se ha reducido sobre todo en el centro y norte de Madrid y constata los beneficios de la restricción de tráfico en Madrid Central para mejorar la calidad del aire y la salud de la ciudadanía. Sin embargo, el Partido Popular ya ha dicho que, si consigue gobernar en la capital del reino, anularán Madrid Central. A pesar de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid dio la razón al Ayuntamiento de la capital frente al de Alcorcón, que lo demandó, y avala las medidas contra la contaminación aprobadas por la Junta de Gobierno municipal de Madrid porque no impiden la libre circulación que garantiza la Constitución sino que “limita el uso de vehículos a motor para preservar el medio ambiente y la salud de las personas”. Además, la Comisión Europea se ha solidarizado con el Ayuntamiento de Madrid en su esfuerzo por reducir gases contaminantes de vehículos a motor con combustibles fósiles. Bruselas destaca que la calidad del aire en España “es serio motivo de preocupación”y reclama a las autoridades españolas que apliquen con rigor las medidas adicionales prometidas.

No es chanza. Reducir al máximo la contaminación del aire que respiramos es cuestión de salud, de vida o muerte.