Se calcula que un estudiante que sale al extranjero impacta a 10 personas de su entorno inmediato, algo que queda demostrado con un proyecto que surgió de un intercambio entre  la Universidad Iberoamericana y la Universidad de Liechtenstein.

Artículo de Gabriela Cortés Lawrenz *

Con la encomienda de dar oportunidad a talentos mexicanos a desarrollar nuevas habilidades y experimentar nuetros métodos, se inició en 2009 un programa de intercambio entre la Universidad Iberoamericana en la Ciudad de México y la Universidad de Liechtenstein en Vaduz, Principado de Liechtenstein.

Este intercambio tuvo en su origen a visionaros padrinos, maestros y arquitectos en los dos continentes. Uno de ellos es el profesor Hansjörg Hilti, nacido en Liechtenstein y fundador de la escuela de arquitectura en su Universidad con sede en Vaduz. Otro de elllos fue el arquitecto y profesor Humberto Ricalde, en México. A ambos maestros los unia una profunda amistad, que daba cabida a una gran capacidad de creación. A este propósito se unió tambien otro renombrado arquitecto y profesor de muchos talentosos arquitectos mexicanos, Benjamin Romano. Fue el que formuló los criterios y pasos para desarrollar este intercambio, donde los jovenes seleccionados pudieran venir a la Universidad de Liechtenstein con una la beca Cátedra Blanca patrocinada por CEMEX que les pagaba el vuelo a Europa, mientras que la universidad de acogida les garantizaba el semestre sin pago de colegiatura.

Hasta la fecha, alrededor de 30 estudiantes – hombres y mujeres – han obtenido esta beca. Casi la mitad de estos estudiantes se ha quedado a estudiar el programa completo de maestria. Rodrigo Alba Krasovsky continuó su tarea más tarde con un puesto de investigador dentro de la Universidad de Liechtenstein, para años despues culminar con un doctorado en arquitectura y hasta ser premiado por su sobresaliente tesis doctoral por el propio gobierno del Principado.

Impacto de un intercambio y retorno de la inversión en una comunidad en el país de origen

Junto con el profesor Dietrich Schwarz, este jóven mexicano llevó en 2018 a un grupo de 18 alumnos de la maestría en arquitectura de la Universidad de Liechtenstein bajo el apoyo y la colaboración del capítulo Suiza-Liechtenstein de la Red Global de Mexicanos. Los estudiantes y maestros visitaron a Asunción Ixtaltepec, en el Itsmo de Tehuantepec, un poblado en el que se vieron afectadas el 80% de sus construcciones por el sismo del 2017.

Movilidad estudiantil de México

En la excursión, los estudiantes llevaban la encomienda de desarrollar 18 proyectos arquitectónicos adaptados a las necesidades de la comunidad. Los jóvenes provenientes de más de 10 distintas nacionalidades tomaron como referencia su experiencia en Ixtaltepec. Todos los proyectos tenian como objetivo el reactivar la economía local y estaban enfocados en el trabajo comunitario y el sentido de comunidad. Además, tenían que utilizarse materiales locales y técnicas constructivas tradicionales para poder reivindicar la identidad y los valores de esta comunidad.

Todos estos proyectos fueron desarrollados y presentados no solo a sus maestros y sinodales en la Universidad. Meses despues fueron presentados por Alba Krasovsky junto con Ilse Gabriela Martinez y Santiago Caridad, otros dos antiguos estudiantes mexicanos, a grupos comunitarios en Oaxaca para ser evaluados por ellos mismo y tambien para buscar financiación.

Uno de los proyectos, conceptualizado por una estudiante de origen suizo, Linda Capaul, ha sido el Bachillerato Asunción Ixtaltepec – BAI. El BAI es un Bachillerato Marista con un sistema educativo enfocado tanto en el rescate, como en la conservación de tradiciones culturales locales y en la enseñanza de distintos oficios vinculados al medio ambiente, al trabajo comunitario y a la sustentabilidad.

El proyecto se planteó de manera que el aula pudiera ser construida por los propios estudiantes y maestos del Bachillerato trabajando de la mano con un equipo de profesionales. Creando estos vínculos, se busca que la comunidad cuente con más herramientas para tomar decisiones para cualquier construcción en el futuro. Construcciones que sean resistentes a los terremotos y que avalen al contexto cultural y de la naturaleza de la región.

Promoción del conocimiento colectivo contra la fuga de cerebros

Impulsar el capital intelectual por medio de intercambios académicos promueve las redes de conocimiento colectivo. Convertirse en becario para una movilidad internacional puede ser una gran distinción para un estudiante sobresaliente. Para esto se requiere un perfil destacado con un promedio alto en sus calificaciones, regularidad y seriedad en los estudios, disciplina y metodolgía, aptitud excepcional en sus proyectos académicos, disposición de regresar al país de origen, así como tambien para insertarse al ámbito laboral o académico y el dominio de al menos una lengua extranjera.

Con mucha seguridad, el estudiante encontrará en la universidad de acogida nuevos métodos de enseñanza y podrá compararlos con la metodología de la universidad de origen. Además, aprenderá sobre las diferencias de contenido de estudiar en español, por ejemplo, otras áreas de estudio. Estos están relacionados con el país, con la región o con la cultura.

Estudios en torno a la movilidad estudiantil descartan que los alumnos calificados permanezcan en los países de acogida académica. Ademas, una experiencia de movilidad impulsa  a su retorno el desarrollo familiar, el de la comunidad y deja una fuerte huella en el desarrollo propio profesional.

Desarrollo de ‘Soft Skills’

Se calcula que un estudiante que sale al extranjero impacta a 10 personas de su entorno inmediato, según estudios. Es decir, una experiencia como esta impacta a su familia, a sus amigos y tambien a sus compañeros. Además el desarrollo de de las capacidades interculturales puede ser de altísimo valor en su desarrollo profesional más tarde.

Durante un estudio en el extranjero, los estudiantes adquieren las llamadas “habilidades blandas” (Soft Skills) y las profundizan. Estas competencias clave no son sólo para el desarrollo personal, sino que también son demandadas por los empleadores potenciales. El enfoque principal se centra en aptitudes como la competencia intercultural, la tolerancia, la independencia, la capacidad para comunicarse y criticar, la auto-organización y confianza, la tolerancia a la frustración y algo importansísimo: la adaptabilidad.

Vivimos un poco en nuestra propia burbuja. Tenemos nuestro círculo de amigos, nuestra rutina diaria. Un semestre de intercambio puede catapultar al individuo a otro contexto completamente nuevo y ofrecer la oportunidad ideal para probar otras capacidades en terrenos que quizá jámas se hubiesen imaginado.

Además, la oportunidad de una estancia más larga en el extranjero es generalmente más favorable durante el período de estudio. Cuando se completan los estudios, aumentan los compromisos profesionales y privados. Durante el curso del estudio, por otro lado, la flexibilidad suele ser mucho mayor, por lo que una buena razón para salir al extranjero durante este tiempo.


Gabriela Cortés - Red Global MX

* Presidenta del Capítulo Suiza-Liechtenstein de la Red Global MX, miembro de las comisiones de Comunicación y de Género de la Red Global Mx – Europa, además de miembro fundador de Mujer Global MX. Directora de Residencias en la Universidad de Liechtenstein Licenciada en Ciencias de la Comunicación especializada en Mercadotecnia, Publicidad y Propaganda y con una amplia experiencia profesional como periodista y en el mundo de la comunicación.