La cuarentena se puede agravar en función de las circunstancias de cada uno. Las personas con autismo, ansiedad u otras patologías, los miembros de familias disfuncionales o víctimas de malos tratos son ejemplos de ello.

Por Andrea Romero Santos *

MADRID, España.- Salir a la calle a dar un paseo, ir de tiendas o tomar un café con un amigo son actividades que considerábamos tan elementales y que ahora el coronavirus nos ha obligado a borrar de nuestra agenda. La gran mayoría de nosotros nos resignamos y buscamos cualquier otra cosa que hacer encerrados en nuestra casa como leer, navegar por internet, cocinar o ver la televisión. Sin embargo, no supone el mismo esfuerzo para todos.

El Boletín Oficial del Estado (BOE) incluyó una nueva instrucción del Real Decreto que permite salir a la calle de forma excepcional a las personas con alteraciones de la conducta que se puedan ver agravadas por el aislamiento, como el autismo.

En España hay registradas 2.166 personas con Trastorno del Espectro Autista según el estudio sociodemográfico desarrollado por Autismo España en 2019. Sería uno de los grupos más afectados por el aislamiento por el peligro que puede suponer tanto para ellos como para su familia. Los niveles de ansiedad pueden multiplicarse, al igual que la agresividad y el estrés. Lo mismo ocurre con las personas con otros tipos de conductas disruptivas como la ansiedad.

El estudio Percepción y hábitos de la población española en torno al estrés realizado por Cinfasalud afirma que más de 12 millones de españoles sufren episodios de ansiedad de forma continuada. Los expertos recomiendan que, si no se benefician de la nueva medida del BOE, se marquen unos retos en casa que incluyan realizar actividad física, seguir una rutina de trabajo, seguir una buena alimentación y realizar un mayor uso de la tecnología para poder comunicarse con familiares y amigos. No todos los países han tomado las mismas medidas en cuanto al confinamiento. En Bélgica, por ejemplo, las reuniones están prohibidas, aunque sí que los ciudadanos pueden salir a dar un paseo o a correr. Las circunstancias de los dos países no son las mismas, aunque medidas como esa ayudan a que las personas lleven el aislamiento de la mejor manera posible.

Mucha gente parece concienciada con la decisión del Gobierno de quedarnos en casa. Sin embargo, cada día aparecen nuevos vídeos en redes sociales de personas increpando desde los balcones a aquellos que ven por la calle sin pararse a pensar las circunstancias personales de cada uno. Lara Ortega, trabajadora de la Asociación Pauta de Madrid, afirma en una entrevista para laSexta que suele recibir insultos cuando sale a la calle a pasear con los jóvenes que tiene a su cargo.

Poco a poco los insultos han llegado a ser muy graves, nos han llegado a desear la muerte y a desear que nos infectásemos del coronavirus”, afirmó.

Por otro lado, vivir en el núcleo de una familia disfuncional tampoco es sencillo en una situación de cuarentena. Las personas con problemas familiares suelen pasar poco tiempo en su casa y centrarse en otro tipo de relaciones interpersonales como los amigos, profesores u otros expertos. Con la cuarentena, esto se complica y el tiempo que tienen que pasar con sus familias es mucho mayor.

Un aislamiento, distintas realidades

Foto de Noah Buscher en Unsplash

Los casos más extremos son las mujeres que sufren de malos tratos y deben pasar esta cuarentena en casa encerradas con su pareja. La convivencia forzada puede llegar a agravar la situación y las posibilidades de pedir ayuda se reducen. Por ello se han lanzado diversas iniciativas para ayudar a estas mujeres y animarlas a denunciar a pesar del aislamiento. El teléfono de 016 sigue en pleno funcionamiento y se han lanzado iniciativas como la de ir a una farmacia y pedir una Mascarilla-19 que hará saltar las alarmas de la situación de malos tratos, pero sin alertar al maltratador. En España ya van 17 las mujeres asesinadas a mano de sus parejas en lo que va de año. La cuarentena no ha conseguido parar estos números y la última víctima fue una mujer de 35 años el 20 de marzo cuando ya se había decretado el estado de alarma. Ser conscientes del problema que el machismo supone es fundamental y más en situaciones tan complicadas como la que estamos atravesando.

* La autora es participante de Crónicas de México en España, el taller de periodismo de Espacio Méx y estudiante de periodismo en prácticas por la Universidad Complutense de Madrid