Aerolíneas low cost y algunas grandes que no podrán hacer frente a las nuevas normativas y desaparecerán, reducción de rutas, enormes hoteles vacíos y touroperadores sin negocio forman parte del escenario turístico que anticipan una trabajadora de Lufthansa, un responsable de marketing en una empresa turística de la Riviera Maya y un consultor independiente.

Por Ángeles Garrido.

MADRID, España.- La mexicana-alemana Alex Pabst vive desde hace más de vente años en Alemania, donde trabaja para Lufthansa en el aeropuerto de Frankfurt. Desde hace unas semanas sólo llegan aviones de su aerolínea con trabajadores temporeros de Polonia y Rumanía para trabajar en la cosecha del campo alemán o con cargas de materiales sanitarios provenientes de Asia.

Pabst, que trabaja como Service Coordinator Ticketing and Transfer Services, afirma que las restricciones a los vuelos por la pandemia han llevado a Lufthansa a retirar varios modelos de aviones comerciales, entre ellos el avión con mayor capacidad de pasajeros del mundo, el Airbus 380.

Alex Pabst

Las nuevas restricciones harán inviable la aglomeración de tantas personas en un mismo espacio. Para abordar los aviones, los pasajeros ingresan uno por uno al avión en grupos de máximo 40 personas a la vez con intervalos de 15 minutos entre un turno y el siguiente para evitar aglomeraciones en los pasillos del avión. Además, se procura dejar un asiento libre entre pasajeros.

Para finales de 2020 se espera que sólo operen el 50 % de los vuelos a Europa y se prevé que los vuelos hacia Estados Unidos no se reabran este año. La recuperación podría tardar entre 5 y 6 años.

Lufthansa tiene entre sus objetivos no recortar personal, pero lo más seguro es que los contratos temporales no se renueven.  La mayoría de los que siguen trabajando lo hacen a tiempo parcial en un modelo de turnos. Pabst es una de las afectadas por esta reducción de jornada y reconoce que estas medidas han sido posibles gracias al apoyo del gobierno alemán que compensa a empresas y empleados por estos recortes.

Esta trabajadora de Lufthansa considera que la mayoría de las aerolíneas de bajo coste no soportarán las crisis por las dificultades que supondrá el cumplimiento de las nuevas normativas de espacio entre pasajeros. Incluso grandes aerolíneas están en Peligro. South African Airlines ha despedido a toda su plantilla.

Flagelo para grandes hoteles en la Riviera Maya

Las aerolíneas y los transportes están entre los más perjudicados por el coronavirus, aunque también sectores como el hotelero sufrirán grandes transformaciones, como lo cuenta Antonio González Quinzaños, nacido en México y nieto de españoles. Después de estudiar y vivir unos años en España decidió establecerse en el área de Cancún, en el Caribe mexicano, donde trabaja en el área de marketing digital para una conocida empresa turística enfocada al turismo internacional.

Foto: Gerson Repreza (Unsplash)

En la actualidad, el aeropuerto Internacional de Cancún apenas presta servicios mínimos, con una de las 4 terminales internacionales abierta.

La mayoría de los hoteles están cerrados y los pocos viajeros que llegan son residentes locales que tienen su segunda residencia o que tienen negocios en la zona. Estos son los pocos que ocupan las pocas habitaciones disponibles.

El cierre de las tiendas ha hecho que mucha gente regrese a sus lugares de origen por la falta de trabajo, lo que ha incrementado la oferta en la venta y alquiler de viviendas y espacios comerciales.

Si cierran el destino al turismo internacional se puede perder mucho, no sólo en cuestión de ocupación y ventas, sobre todo los hoteles de lujo que están enfocados a este sector con tarifas que no están al alcance de la mayoría de la población mexicana”, dice en referencia a grandes hoteles, entre ellos las grandes cadenas españolas, que venden el ‘todo incluido’.

La falta de turismo internacional en la región provocaría el cierre total de esos hoteles. 

Cada hotel solventa la crisis de diferente manera. Algunos hicieron despidos masivos, otros mantienen a parte de su plantilla, pero con “días solidarios” (permisos obligatorios sin goce de sueldo) o vacaciones. Otros, como la empresa de González Quinzanos, han ejecutado convenios y bajaron sueldos sin despedir a sus 10.000 empleados.

En México, muchos empresarios mantienen el pago de impuestos sin moratorias y apoyos que se han facilitado en países como Alemania. El apoyo del gobierno se limita a la firma de convenios con empresas para promover el destino cuando se reabra, regala despensas a las personas locales y facilita comedores comunitarios.

A los clientes se les ha ofrecido la posibilidad de cambiar la fecha de su viaje sin cancelar la reserva. Una fecha tentativa para la reapertura podría coincidir con la temporada de huracanes, de poca afluencia en el Caribe.

Según González Quinzanos, la estrategia comercial se basará en promociones y ofertas agresivas que han dado resultados en crisis anteriores, con una perspectiva de recuperación en 2021 y de normalización a partir de 2022.

Tour-operadores que ya estaban en crisis por las nuevas tecnologías

La crisis también ha perjudicado a touroperadores. Esteban Balaguer Trelles, hijo de asturiana nacido en Argentina, vive en España desde hace 20 años y trabaja como consultor independiente e asesorando a diversas comisiones y Cámaras de Turismo internacionales.

Considera grave el impacto que esta crisis tendrá en tour operadores y agencias de viajes españolas. Grandes eventos que alimentan al sector, como la Semana Santa, San Fermines y La Feria de Sevilla ya han sido cancelados. Las agencias de viajes tradicionales sufren una crisis desde hace años por la oferta de viajes online y ahora han tenido que cerrar sus establecimientos a la espera de que hoteles y aerolíneas vuelvan a operar con cierta normalidad.

Ahora más que nunca todo depende de un trabajo en equipo del sector público y privado.

Sin embargo, afirma que algunas cadenas hoteleras están reaccionando rápido y se plantean crear un certificado COVID-19 FREE. Esto serviría para dar tranquilidad a los clientes. Al mismo tiempo para cumplir con los protocolos se replantean renovaciones en sus instalaciones para mejorar la distribución de espacios y circulación interna (accesos, restaurantes, zonas comunes, etc.).

Hay mucha incertidumbre sobre el futuro del turismo, pero se habla de una posible tendencia hacia lo más pequeño y local por cuestión de operatividad y costes. Tras meses de confinamiento, mucha gente buscará destinos libres de virus donde disfrutar de la naturaleza los paisajes y espacios abiertos.