El coleccionista mexicano Mauricio Fernández Garza revolucionó la ciudad de Almagro (Ciudad Real) cuando, gozoso, inauguró uno de los palacios renacentistas más imprevisibles e importantes del siglo XV, cuya reconstrucción financió tras convertirse en su propietario.

Artículo de Ana Lucía Ortega.

MADRID, España.- También empresario y político, Mauricio Fernández Garza anunció en abril de 2022 que, tras la suculenta restauración, el edificio se podría catalogar en su dimensión e importancia, ya que en toda la provincia española no había nada igual.

Palacio de los Marqueses de Torremejía

Decoración interior

Tras la compra de este inmueble señorial, don Mauricio puso toda la carne en el asador para dejar el palacio impoluto y saldar una deuda que contrajo con España y la comunidad almagreña. Porque en años atrás, y sin saberlo, se había adueñado de uno de los artesonados mudéjares más relevantes del siglo XVI, que cubría las bóvedas de la Iglesia del Rosario del eminente colegio universitario de Almagro, y los coloco en La Milarca, su rancho de Monterrey, en México.

El documental “Los cielos españoles” recoge el recorrido histórico de estos icónicos tejados, tan singulares, que fueron los únicos en el mundo que combinaron los estilos hispano y musulmán. No tardaron en convertirse en el foco de atención de los coleccionistas. Uno de los mayores compradores fue el magnate de la prensa William Randolph Hearst, quien tras la guerra civil española, adquirió el artesonado almagreño entre otras tantas obras medievales. Sin embargo, tras la quiebra del imperio Hearst, le fueron embargados sus bienes, incluidas miles de cajas con obras artísticas. El coleccionista de arte Fernández Garza adquirió años después, gracias a un anuncio publicado en una revista, uno de los mayores tesoros de España, sin constancia de su valor real ni su origen. A día de hoy se cuenta, que el mecenas mejicano en reciprocidad, decidió comprar una de las mansiones de Almagro más extraordinarias: el Palacio de los Marqueses de Torremeĵia.

Una visita imperdible

Entramos por las caballerizas del palacio donde estuvieron los pajares originales y vimos un auténtico edificio del siglo XV que nos descubrió Santos Romero, director del museo, artesano de oficio y mano derecha del señor Mauricio. Nos guió hasta las habitaciones de los nobles en la planta de arriba, a través de amplias escaleras que crujían bajo nuestras pisadas. Todo aquí había vuelto a su estado original —nos confirmó—, las lámparas, los suelos, las alfombras, el mobiliario. Nos aclaró que las estancias no están climatizadas porque las paredes son de adobe y podrían verse afectadas.

El primer Marqués de Torremejía, Gaspar Osorio Mejía Zúñiga (Caballero de la Orden de Santiago), en el siglo XVII adquirió el inmueble que fuera de una familia muy adinerada de judíos conversos, procedentes de Galicia: los García de Pisa. En 1936 moría sin descendencia el último marqués de Torremejía, por lo que su viuda donó el palacio a la rama femenina de los dominicos. Tras el cambio de titularidad se estableció en el edificio una escuela para educar a niñas de familias humildes de la provincia, pero hace unos diez años echó el cierre y se puso en venta en un portal inmobiliario.

La rehabilitación promovida por el empresario mexicano y ejecutada por acreditados profesionales (arquitecto Federico Pérez Prada y el restaurador Ignacio Fernández) descubrió auténticos tesoros que ocultaban las paredes empapeladas de los dormitorios de las niñas. Las paredes y techos de las estancias estaban cubiertas de curiosas y valiosísimas pinturas murales del siglo XVII al XIX, que son únicas, y han sido restauradas por un equipo especializado del Museo del Prado durante más de dos años. Las pinturas sobre papel de arroz japonés mostrando ambientes y figuras chinescas, son sorprendentes por su carácter inusual; una estancia exhibe paisajes de animales en escenas inverosímiles y otra, un llamativo altar masónico que merece investigarse, por lo que han contactado con los representantes del Templo Masónico de Santa Cruz de Tenerife (Bien de interés cultural en la categoría de Monumento), para cotejar opiniones sobre este original hallazgo.

El patio porticado del palacio es otro elemento fuera de lo común que lo hace notable. Su mecenas lo fundamentaba citando los tres ingredientes del siglo XV que mencionaba en la red social Facebook: “Las columnas isabelinas de 1475 a 1505, el techo de 1505, y el suelo original de la misma época. Los techos con diseños de 1400 han sido recuperados dejándolos totalmente restaurados.” Asimismo afirmaba, sobre las novedosas pinturas murales de paredes y cubiertas que “los descubrimientos de los murales del siglo XVII son verdaderas joyas”.

Los misterios del palacio

El palacio de los Marqueses de Torremejía se ha convertido en uno de los edificios más curiosos y rodeados de misterio en la zona. Su peculiar historia hace guiños al esoterismo y la masonería, y esconde enigmas indescifrables. Durante la remodelación fueron descubiertas dos cuevas, una conectada con el Palacio de Valdeparaíso y la otra al convento de las Bernardas. Algunas personas han sido testigos de raros sucesos, historias inconcebibles como luces encendidas desconectadas de los contadores, o sonidos de muebles moviéndose durante la noche. El desaparecido Hospital de las Ánimas del Purgatorio actualmente anexo al edificio palatino, el de las Caballerizas y el de San Juan, podrían ser motivo de aprensión ante lo desconocido. Tales circunstancias inusuales atrajeron la atención de Iker Jiménez, el presentador del popular programa televisivo Cuarto Milenio que grabó uno de sus episodios en este Palacio.

El pueblo bonito de Almagro

De lo que no queda ninguna duda es que Almagro es uno de los pueblos más bonitos de España, (forma parte de la organización que lleva el mismo nombre), y la inmaculada plaza de Santo Domingo donde se encuentran los palacios nobles parece una pintura al óleo.  Su Plaza Mayor luce todo su esplendor gracias a los soportales y columnatas de piedra y a las casas encaladas con balcones teñidos de verde. El Corral de Comedias de Almagro es un auténtico teatro del Siglo de Oro español (siglo XVII) que sigue funcionando y cada verano es sede del Festival Internacional de Teatro Clásico.

Almagro

A esta propuesta cultural, artística e histórica se suma el complejo del palacio de Torremejía que tiene ya varios proyectos colaterales que se complementarán con la visita al edificio. Estos incluyen catas de vino, visitas nocturnas con catas, un restaurante en el patio de los olivos, o la colección de monedas romanas, y una nueva marca de cerveza que se fermenta en su propia botella. En Almagro está en venta el Palacio de los Fúcares, erigido en 1539, ojalá tenga un destino similar al de Torremejía.