La artista Darya Von Berner, nacida en México, de madre española, padre ruso y apellido alemán, recibe a Espacio Méx en su estudio en el corazón del “Madrid de los Austrias” para hablar del arte como liberación creadora contra el “orden” establecido y los límites de “la razón”. Esta artista multidisciplinar participará en la exposición Luz y Vanguardias que se celebra este junio en Salamanca.

MADRID, Epaña.- “Sentirte perdido es la única forma de aprender porque ya no puedes recurrir a lo que ya sabes”, dice Darya Von Berner. Aprendió esta lección en un taller con Milton Glaser, artífice del corazón rojo con el “I love New York” tan reconocible como elemento universal de la cultura pop.

“Antes de llegar al curso nos pedía que durante una semana escribiéramos todo lo que comíamos, desde que nos levantábamos hasta que nos acostábamos y luego nos pidió que describiéramos un día feliz de nuestra vida proyectado a cinco años en el futuro”, cuenta la artista.

Este ejercicio removió conciencias y provocó no pocos divorcios, según cuenta esta artista. Su nacionalidad múltiple coincide con su visión del arte como fuerza que libera de los límites impuestos por los nacionalismos y las ideologías totalitarias.

“Nos movemos por convenciones. ¿Qué es lo mexicano? ¿Qué es lo español?”, pregunta de forma retórica la artista, que mantiene amistades en de su época en el Colegio Madrid en la Ciudad de México.

“Un cumpleaños sin las mañanitas de mi amigo Felipe Leal no es un cumpleaños”, dice sobre su vínculo con el país que tiene en su bandera un águila que devora a una serpiente, tan presente desde su infancia en México como símbolo nacional y en forma de boa constrictor como mascota que tenía en la finca de su madre en Yucatán.

España, México, un viaje de ida y vuelta

Para ella, la serpiente simboliza un poder creador contra el “orden” establecido a base de líneas divisorias impuestas y que ha desembocado en fenómenos como el nazismo al que hace la artista se refiere a menudo.

“Hay un dibujo de una tribu indígena del norte de México en el que la serpiente son como rayos que vienen de todas partes. En otras culturas es como un falo que puede representar algo tan tremendo como una violación. Por otro lado es poder y para algunos dioses griegos estaba en el bastón de mando y es algo que no podemos controlar y que nos da poder al mismo tiempo”, dice la artista.

Su madre, de Madrid, acabó en México y ella, nacida en México, vive en el corazón del “Madrid de los Austrias”, en un luminoso espacio decorado con sus propias obras donde ha lee al historiador Abraham Moritz Warburg, conocido como Aby Warburg, que le ha hecho retomar preguntas sobre su propia identidad que alberga desde su infancia.

Me preguntaba ¿que soy? porque mi madre no hablaba como la gente de la calle, la veían como alguien que no era de allí. Mi padre es ruso. Entonces yo salía a la calle y me preguntaba ¿dónde están mis raíces, donde está mi mundo?

Cuenta que sus amigos se impresionaban con las fotos en las que aparece con una constrictor en la mano.

Ana María Palos, madre de Darya Von Berner, con la boa constrictor

“Nadie les da importancia a estos símbolos pero luego viene alguien que está revolucionando la interpretación de nuestro mundo a través de las imágenes. Estas imágenes son importantes en lo que tenemos en común españoles, mexicanos, dos mundos con una personalidad muy fuerte”, dice Von Berner.

Sus lecturas de Aby Warburg le han despertado otras reflexiones relacionadas a los símbolos como método de conocimiento y al impacto de las tecnologías en la edad moderna. “Nos hemos olvidado de la pluralidad de visiones del mundo que tiene cosas en común. Este historiador de la cultura busca estos símbolos que se encuentran en los pueblos primitivos en México”, dice Von Berner, convencida de la necesidad de encontrar los símbolos que pertenecen a toda la humanidad. “La serpiente impresionaba tanto en el antiguo Egipto como a los griegos, se convirtió en símbolo de la medicina. Estos símbolos están ahí y nos unen. En este momento que hay algunos que pronostican “el choque de civilizaciones” me gusta pensar en interpretaciones que encuentran el hilo conductor que nos va uniendo todo y ve lo que hay de común”, dice la artista.

Mejorar lo alcanzado por otros: “caminamos a hombros de gigantes”

Somos el único primate capaz de construir sobre lo que otros han construido. Estamos sobre espaldas de gigantes y esto ha sucedido siempre. Los modelos son muy importantes, nos permiten decir puedo llegar hasta ahí. Si ese primate evolucionado llegó hasta ahí, no puedo bajar el listón.

Al hablar de arte, Von Berner se refiere a Fritz Bauer, un abogado judío que regresó a Alemania tras la Segunda Guerra Mundial y que sostuvo que había que reconstruir todo lo que habían destruido los nacionalismos.

“Esto es lo que hace el artista con mayor facilidad que otros pero también lo hacen los abogados, los periodistas. Lo hacen todos aquellos que no sólo desempeñan su trabajo si no que saben que forman parte de este sueño, de este primate evolucionado que quiere ser siempre mejor de lo que ha llegado a ser”, dice.

Cuenta que el artista Piet Mondrian le decía a su padre que iba a haber una guerra, a lo que éste respondía que estaban en pleno siglo XX, que eso no podía ocurrir. Al poco tiempo se cumplió la predicción del niño. Unos generales dividieron el mundo en líneas que no tenían en cuenta las culturas como Mondrian cuando trazaba líneas en sus lienzos.

“Pero estas líneas tienen que ver con la responsabilidad del artista que sabe que está relacionado con este primate evolucionado”, dice Von Berner, que señala además el absurdo de hablar de razas cuando en nuestro genoma no queda nada claro la pertenencia a un país.

Los nacionalismos son invento del siglo XVII. Hay pensamientos que te abren, te inspiran nuevos pensamientos y hay pensamientos que cierran puertas. Cuando hablas de la raza es como una caja fuerte que sientes que se cierra.

Serpiente como liberación artística: Holanda y Brasil

Si bien la serpiente no se ha manifestado como tal en la obra artística de Von Berner, sí le ha ayudado a liberarse. Cuando la invitaron a los 25 de colocación de la obra del arquitecto Bernard Tschumi en Holanda tenía que hacer una instalación en un pabellón de cristal bellísimo. Llegó con una idea pero, al verse limitada de tiempo para realizarla, empezó a experimentar con unos “rizos”.

“Dejé que el material se expresara con su propia fuerza y que tomara la forma de esas curvas por sí solo. Con la cantidad de paredes de cristal se reflejaba como espejos y creaba un mundo mágico, lleno de luces rojas como flores, como rosas, como una explosión de vida. Me recordó a la escultura de Laconte, en el Museo del Vaticano, que lucha contra la serpiente que al mismo tiempo era su fuerza”, dice la artista.

También en Brasil se vio tentada de dejarse llevar por su parte rígida y racional.

“Iba a hacer una exposición en un muelle con una forma geométrica y con una luz amarilla en el río, porque ahí iba todo el oro que sacaban del Brasil. Me monté toda mi historia, el oro, el río, los esclavos… llegué a Bahía y pensé: aquí esto no pega. Las luces que tienen por la inseguridad hacían imposible por la noche ver la obra. A veces el trabajo te permite descubrir aspectos importantes de las culturas”, dice la artista. Entonces apareció la serpiente en forma de ramas, con un inmenso nido hecho a partir de ramas recogidas a las que empezó a enredar su luz.

“Estar fijada a normas me había coartado, me había impedido ver la flexibilidad de este material que volaba con el aire. Era como un sueño, tuvo mucho éxito, todo el mundo decía qué luz más rara”. Se movía con el viento y hacía curvas”, recuerda Von Berner.

Arte para el diálogo entre culturas: Perú y Paraguay

Cuando la invitaron a Perú, cuenta que pidió trabajar con artistas locales. Le hablaron de un grupo de 14 personas a los que llamaban los Aguaitones, a los que les escribió para preparar la exposición.

“Se pusieron a trabajar por su cuenta. Hicieron un trabajo contra los españoles en el que decían que eran como ratas que venían a comerse todo, sin contar conmigo. La directora me dijo están todos contra ti. Afortunadamente yo me había aprendido sus nombres de memoria y, cuando llegué, estaban sentados en el mismo orden en que me los había aprendido”.

Cuenta la artista que en ese punto de inflexión se dieron cuenta de que realmente quería saber quienes eran, dialogar y conocer Lima a través de sus ojos. “Y cuando me iba de Lima yo lloraba como una magdalenay el conductor que me llevaba al aeropuerto me decía se ha enamorado y yo le decía no me puedo enamorar de 14, me he enamorado de Perú”.

En Paraguay se enfrentó a una nueva dificultad por la preponderancia de la cultura oral.

“Y el guaraní tiene tanta fuerza que cuando llegaban los misioneros españoles empezaban a hablar guaraní, que ha impregnado idiomas de todo el mundo. No sabemos que las palabras jaguar, barbacoa o tabaco vienen del guaraní”, cuenta Von Berner. Una vez presentada la obra oral que preparó una fiesta con los artistas. Celebraba haberse perdido porque le había abierto la puerta a un nuevo aprendizaje al no poder recurrir a lo que ya sabía.

La serpiente, que es la fuente de la vida, es nuestra creatividad. La historia que he contado es mi vida”, concluye la artista antes de enseñar las obras artísticas, algunas de ellas suyas, que decoran su hogar y estudio en el corazón del Madrid de los Austrias.

Obras de arte que decoran su estudio y hogar, de izquierda a derecha, de arriba a abajo

A68– 68 agujeros en representación del año 1968, cuando se produjo la matanza de Tlatelolco

Sillón de alarmas– Securitas Direct y la industria del miedo. La donación de alarmas para una buena causa y devolver algo a la sociedad.

Tapiz de billetes de Metro– Se van a cumplir 100 años del metro de Madrid. La obra simboliza las miles de historias que a diario se entretejen en ese espacio: gente que se enamora, personas a las que acaban de despedir del trabajo. Cada billete tiene diez viajes, diez historias distintas. Algunos tienen impresos fragmentos de un poema.

Last Illusion (Caca de oro) – Símbolo de una sociedad de consumo que deifica cosas sin valor.

Pájaro de Brancusi

Se puede conocer en mayor detalle la vida y obra de Darya Von Berner en su página web: http://www.daryavonberner.net/