Se cumplen 113 años del nacimiento de Francisco Gabilondo Soler, creador de Cri-Cri y del universo musical que ha cautivado a millones de niños y adultos mexicanos. Laura Martínez Alarcón entrevista a su hijo Tiburcio Gabilondo Gallegos, que mantiene vivo el legado de “un autodidacta que sólo terminó la primaria, pero al que invitaron a dar clases en la Universidad, un hombre que hablaba muy bien español, inglés y francés, tenía conocimientos de alemán y euskera, que pasó los últimos 6 años de su vida estudiando italiano y tenía conocimientos sueltos de varios otros idiomas. Estudioso de matemáticas, física, química y geología. Apasionado conocedor de historia mexicana y universal. Gran conversador y padre muy cariñoso”.

BARCELONA, España.- Tuve el privilegio de conocer a don Francisco Gabilondo Soler en su casa-rancho-observatorio astronómico de Texcoco hace muchos años. Ya era un hombre mayor. Recuerdo su timidez disfrazada de seriedad, la intensa mirada de sus ojos azules detrás de unas gafas de cristales gruesos, pero, sobre todo, recuerdo la tostada con nata y azúcar que me compartió. Nata elaborada con la leche de sus propias vacas. Es un honor que me sigue acompañando después de tantos años. Cri-Cri era, y sigue siendo, un mexicano fuera de serie.

Octubre fue un buen mes para don Francisco. Nació un 6 de octubre -habría cumplido ciento trece años- y dicen que fue un 15 de octubre de 1934 cuando empezó a llamarse Cri-Cri, el Grillito Cantor.

De niño devoraba las fábulas de Esopo y los cuentos de los hermanos Grimm y Hans Christian Andersen, así como los libros de aventuras de Julio Verne y Emilio Salgari. De joven practicó la natación y el boxeo. Incluso intentó torear, pero no le gustaba matar al toro.

La afición le duró poco. Dicen que fue marinero en un barco mercante y viajó a lugares remotos. Sin embargo, su verdadera vocación era aprender y, siempre de manera autodidacta, sus dos grandes pasiones fueron la astronomía y la música.

Nuestros padres y abuelos crecieron escuchando sus canciones y cuentos musicales a través del programa de radio que transmitió durante 28 años por la frecuencia de la XEW. Nuestros hijos y nietos siguen disfrutando a través de sus álbumes y Cd’s. A la hora de emigrar, ¿cuántos de nosotros no cargamos en nuestras maletas la colección completa de sus discos? Francisco Gabilondo Soler se retiró de la vida pública en 1961, pero Cri-Cri sigue trabajando desde siempre porque la buena música, las canciones bien escritas y el buen sabor que deja al escucharlas una y otra vez, constituyen un tesoro para chicos y grandes, pero sobre todo, para los niños que todos llevamos dentro.

Tiburcio Gabilondo

Hoy conversamos con su hijo Tiburcio Gabilondo Gallegos, heredero y salvaguarda de la obra de este enorme músico y compositor veracruzano que sigue deleitando a millones de niños y niñas en todo el mundo.

Francisco Gabilondo Soler escribió más de 200 canciones y dicen que dejó una maleta con kilos de cuentos y aventuras, ¿cierto o falso?

Tenemos localizadas 226 canciones correspondientes a la serie de Cri-Cri, es decir, las que se usaron en el programa de radio o fueron compuestas bajo esa temática. La maleta sí existió (por ahí anda arrumbada) y contenía las partituras y partichelas de los arreglos de las canciones tal como se usaban en radio. Por otra parte –pero no en la maleta- hay casi 4,000 textos de radio de los años 1936 hasta 1961. No hemos logrado identificar del todo los que corresponderían de 1934 y 1935, pero podrían estar entre esos. Pasa que no tienen fecha. Y sí, hay muchos chismes (que no cuentos) alrededor de Cri-Cri.

¿Qué te ofende más? ¿Las parodias mal hechas, las frases sacadas de contexto de las canciones de Cri-Cri, o la escasa imaginación de muchos productores a la hora de montar un homenaje en su memoria? De verdad, ¿se necesita sacar a una mujer vestida de vaca para interpretar a una vaca, o un disco sinfónico con sus mejores canciones?

Lo ofensivo es verdaderamente la falta de imaginación de los productores, totalmente cierto. No se necesita gastar mucho para hacer una buena producción, pero sí invertir tiempo para pensar o contratar a alguien que pueda pensar creativamente. No necesitas ser literal para representar un cuento, porque eso son las canciones de Cri-Cri en la definición de su autor, “cuentos con música”. Lo que ocurre es que suele desestimarse la capacidad de los niños como audiencia y espectadores, suponiendo que se van a conformar con poco. Por el contrario, son un público difícil de complacer, pero justo Cri-Cri apuesta por la inteligencia del niño. Por otra parte, cosas como versiones sinfónicas son innecesarias y rimbombantes; Cri-Cri es mucho más íntimo en su sonido. Sobre las parodias mal hecha o frases sacadas de contexto, habla más de las carencias de quienes caen en ello.

Francisco Gabilondo Soler

Como psicólogo que eres, ¿crees que los niños y las niñas de hoy, tan abducidos por Internet, entienden el mundo de Cri-Cri?

Los niños entienden todo lo bueno. Me parece una capacidad natural del ser humano, y los niños siempre son sensibles al arte, sin importar cultura o credo. Nuestra experiencia con la música del Grillito Cantor es que, pese a contar con muchos más estímulos hoy en día que antes, una vez que los niños entran en contacto con Cri-Cri ya no pasa inadvertido. Puede llamarles la atención en mayor o menor medida, y habrá temas que les gusten más y otros menos, pero no pasa inadvertido. Y cuando hay un contenido consistente, el niño es capaz de colocar su atención ahí. Por ello el Grillito Cantor sigue teniendo sentido hoy en día, a ya casi 86 años de existencia. La experiencia para los adultos es distinta, porque a ellos los invade la nostalgia, pero una nostalgia de una buena experiencia que se convierte en bonitos recuerdos.

¿Cómo nació Cri-Cri? ¿Por qué un grillo y no un zorro?

El proyecto del Grillito Cantor fue obra de la casualidad, pero de forma afortunada. Francisco Gabilondo era un pianista compositor de canciones festivas a modo de burla y crítica social. Trataba de llevar su programa llamado El Guasón del Teclado a la XEW, que era la estación importante de la época. EL dueño, don Emilio Azcárraga Vidaurreta le hizo ver que sus canciones tenían algo que llamaba la atención de los niños, de modo que Francisco intentó hacer algunas composiciones para ellos. Después de meses de trabajo, uno de los gerentes –el señor Othon Vélez- escuchó el material y le dio la oportunidad de presentarlo. Pero Francisco Gabilondo era un pianista solista, y ya para la W eso dejaba bastante que desear en la presentación. De modo que le agregaron a un violinista para acompañar en el programa. El señor Vélez sugirió que, ya que eran canciones para niños, hubiera algún animalito que fuera la mascota del programa. Pensando justo ya en el violín como antagonista del piano, Francisco recordó que en los cuentos clásicos los grillos son representados tocando el violín o como músicos, de modo que optó por ese personaje. Y el nombre lo tomó del francés en la voz infantil “cricri”, que equivale a decir “grillito”. El nombre pegó perfecto por lo corto y porque se pudo asociar fácilmente a la cuestión musical. Por eso no fue ni zorro ni vaca tocando las maracas.

¿Es verdad que hubo un acercamiento con Walt Disney?

Sí, pero eso vino en los años 60, después de la realización de la película Cri-Cri, el Grillito Cantor de 1963 con López Tarso como Francisco Gabilondo, donde la compañía Disney facilitó una secuencia de animación. Nada que ver con que Disney hizo al personaje de Pepe Grillo por un desplante de Gabilondo. Entraron en algunas pláticas, pero no se llegó a un acuerdo y hasta ahí quedó el asunto. Básicamente, lo que no convenció a mi padre fue la propuesta artística, pues sentía que se diluiría la presencia de la música ante la imagen, y prefirió conservar el carácter musical de la obra. Eso fue.

En alguna entrevista comentaste que tu papá siempre buscó estar a la vanguardia en tecnología. ¿Crees que le habría gustado este mundo tan hiperconectado?

¡Por supuesto! De hecho, él utilizaba una calculadora de escritorio de última generación (digo, para 1989) donde podía hacer muchos de sus cálculos astronómicos aplicando fórmulas y ahorrando horas y horas de cálculo… que invertía en otras horas y horas de cálculos más avanzados, jajaja. Incluso llegó a saber del uso del MIDI para conectar un teclado electrónico a la computadora para poder así escribir una partitura, y su primer comentario fue “¡Qué bien, porque tenemos muchas cosas que registrar!”. Y es que escribir partitura a mano es casi como dibujar. Siempre fue un hombre consciente de su tiempo, y hoy se daría unas tremendas divertidas explorando la información astronómica que se facilita a través de las redes y universidades.

Francisco Gabilondo Soler

Yo estoy convencida de que seríamos mejores ciudadanos si conociéramos más la obra de tu padre por el exquisito manejo del lenguaje que, al mismo tiempo, es accesible a todos, por su visión de la sociedad mexicana, por su amor a la naturaleza y los animales. ¿Cuál es tu opinión al respecto?

Estoy de acuerdo en que Cri-Cri hace aportaciones interesantes a través del lenguaje y muchas de sus perspectivas de vida, incluyendo la diversidad en el uso de géneros musicales. Toda riqueza que llega a través del arte nos da la posibilidad de crecer y aspirar a ser mejores personas, mejores ciudadanos, mejores personas con los demás y para con nosotros. Pero el Grillito brinda su arte enriquecido de manera sencilla, y queda ahí para quien guste tomarlo.

Hay muchas cosas que se desconocen de Francisco Gabilondo Soler, tuvo una vida llena de anécdotas y de aventuras, ¿podrías compartir alguna con nuestros lectores?

Francisco Gabilondo Soler

Estoy trabajando en una biografía sobre Francisco Gabilondo Soler en honor a esa vida tan rica e interesante pero que él mantenía en un círculo discreto e íntimo. Me parece que, poniendo a un lado el hecho de ser su hijo, en verdad es un compositor que merece el tiempo conocer porque ha logrado tocar el corazón, la memoria colectiva y el sentido de identidad de varias generaciones de mexicanos e hispano hablantes. Optó por ser músico profesional ante la dificultad de ser astrónomo profesional, pero jamás dejó de lado esa vocación científica. Fue un autodidacta que solo terminó la primaria, pero al que invitaron a dar clases en la Universidad, un hombre que hablaba muy bien español, inglés y francés, tenía conocimientos de alemán y euskera, que pasó los últimos 6 años de su vida estudiando italiano y tenía conocimientos sueltos de varios otros idiomas. Estudioso de matemáticas, física, química y geología. Apasionado conocedor de historia mexicana y universal. Gran conversador y padre muy cariñoso. Más que una sola anécdota, haber vivido con un papá intelectual donde las conversaciones eran todas buenas e infinitas, fue un privilegio de vida. El 14 de diciembre de este año se cumplen 30 años de su partida y uno no deja de extrañarlo.

México es otro país desde que Cri-Cri compuso su última canción, ¿sigue vigente?

Sigue siendo muy vigente. Y lo es porque los contenidos de los que habla Cri-Cri siguen teniendo significado. Las canciones hablan de las vivencias de la vida cotidiana, del cariño alrededor de los personajes, de problemas, tropiezos y personajes que siguen existiendo. Hablan de ir a la escuela, de ir al mercado, de llamadas equivocadas, de tus abuelos. A lo mejor la abuelita de hoy viste ropa deportiva y hace yoga, pero sigue siendo tu abuelita y la quieres. Invitamos a todos a seguir las redes sociales de Cri-Cri y estar al tanto de los eventos y novedades que siempre brinda este Grillito Cantor tan activo y travieso. Gracias y saludos.