La escritora, que recibirá la Presea Sor Juana Inés de la Cruz 2018 el 26 de noviembre, presentó en el Instituto de México en España su nuevo libro ‘Y por mirarlo todo, nada veía’. A sus 88 años, se declaró “tuiterísima” y criticó con ironía al movimiento #MeToo que, según ella, ha caído en extremismos.

 

MADRID, España.- Ante la avalancha informativa que nos arrasa todos los días, ¿cómo saber qué es lo más importante? ¿Cómo jerarquizar? A esta interrogante quiso responder la escritora mexicana Margo Glantz (Ciudad de México, 1930) y de ella nació su último libro ‘Y por mirarlo todo, nada veía’, editado por Sexto Piso.

La escritora de 88 años, hija de inmigrantes ucranianos, confesó este lunes en el Instituto de México en España ser “tuiterísima”, provocando la risa de las cerca de 50 personas que asistieron a la presentación de su obra. Es además periodista, profesora, académica, viajera y coleccionista, según se define ella misma en su cuenta de Twitter, red que fue fundamental en la creación de esta obra.

“Hemos perdido no solo la jerarquía, sino el sentido de la ironía” aseguró la escritora que recibirá el próximo 26 de noviembre la Presea Sor Juana Inés de la Cruz 2018 en la Feria Internacional del libro de Guadalajara. “El humor es fundamental para distanciarse, para poder entender esa acumulación violentísima de cosas”, para que el mundo sea más soportable, apuntó durante el diálogo con la escritora española Marta Sanz.

Con esta mirada irónica criticó al movimiento #MeToo que, según ella, ha caído en extremismos. “El movimiento se ha exagerado brutalmente y ha llegado a una intolerancia que colinda con los fundamentalismos”, afirmó enfática y añadió:

“No me interesa que saquen de los museos a Balthus, ni que le cambien el final a Madame Bovary porque se suicida o que la ópera Carmen de Bizet ya no sea vista”.

Aunque la escritora aclaró que no comparte la postura de artistas como Catherine Deneuve, que calificaron al movimiento #MeToo de totalitarismo.

Glantz apuntó a demandas del feminismo que, para ella, deben seguir siendo reivindicadas, como el derecho al aborto. “Me parece fundamental porque es la única forma en que la mujer puede disponer de su propio cuerpo”, sentenció.

La corrección política se ha convertido, para esta doctora honoris causa, en una nueva forma de limitarnos. “La corrección política se ha vuelto una incorrección política porque es otra forma de constreñir brutalmente.”

El libro de Glantz, inspirado en las redes sociales, es también un guiño a autores como George Perec o Sor Juana Inés de la Cruz, de cuyo verso se inspira su propio libro. Es un aluvión de imágenes, una figura retórica que, como una matrioshka, encierra otras figuras, según la descripción que hizo Marta Sanz.

Una “biografía pulverizada” en la que al mismo tiempo que se confiesa, se oculta, reveló Glantz. Una “poética de Twitter”, según la autora, quien, cuando estalló la Primavera Árabe, se dio cuenta que era posible un nuevo ejercicio literario (antes en 140 caracteres) que, al mismo tiempo que podía ser liberador, podía ser enajenante.

Las redes sociales pueden producir revoluciones y contrarrevoluciones importantes”, señaló.