La artista mexicana Valentina Pelayo presentó en el Instituto de México  en España su trabajo en la exposición ‘Transpeninsular’. La mexicana y el artista gallego Lois Patiño exploraron por tierra mar y aire el territorio de Baja California para luego plasmarlo en obras de pintura, fotografía y video que contaron con el trabajo del curador mexicano Bernardo Sopelana.

MADRID, España.- Transpeninsular se gestó en una residencia artística para grabar imágenes submarinas en Baja California Sur, donde se conocieron el curador mexicano Bernardo Sopelana y el artista gallego Lois Patiño. Cuenta el artista gallego que no sabía bucear cuando llegó y que luego pasó muchas horas debajo del agua.

Traté de representar la cuestión de grandeza, la sensación corporal, de intimidad bajo el agua de ingravidez.  Uno siempre va siempre con la mochila de uno mismo y aportas tu mirada. Buscaba una conexión con el espacio, una conexión de trascendencia, una introspección bajo el agua. Cambia tu perspectiva al conocer ese universo con luces propias”, dijo el artista gallego. El paisaje desértico de la superficie contrasta con lo que el famoso Jacques Cousteau definía como el acuario del mundo, como recuerda el artista de Vigo.

Al contrario que el trabajo de Patiño, la artista mexicana Valentina Pelayo dirigió una mirada terrestre y aérea al territorio para desarrollar su trabajo artístico.

Es importante como creador estar en un lugar que se presta para la creatividad, para desarrollar tus ideas. Yo lo encontré en Baja California”, comentó Pelayo, que inspiró su trabajo visual las ballenas, los cielos y los atardeceres que filmó y fotografió. El trabajo de la artista mexicana explora conceptos como el de las fronteras culturales, de relevancia en el territorio californiano que recorrió, el de los espacios.

Lo más interesante fue el proceso, no el resultado. Es importante colaborar con curadores que te den otra perspectiva, que te den ideas.

El curador de la exposición afirma que el Instituto México se interesó por el proyecto que unía las visiones de la artista mexicana y del artista gallego. Después de Madrid, la exposición volverá a Baja California porque considera importante que tenga su impacto donde se gestó.

Es un estado joven, convertido en estado autónomo en 1975 que ha crecido a partir de los años ’60 y ’70. La sociedad apenas empieza a desarrollar su identidad. Veo mucho de búsqueda, de amor al espacio y a la península, llena de naturaleza salvaje”, afirma Sopelana, que destaca además la noticia de que las mantarrayas gigantes volvieron a la bahía de la paz después de décadas.

Hay un vínculo especial de las personas con el entorno natural, nuestro único recurso por el aislamiento geográfico.

Considera el curador mexicano que se está haciendo un esfuerzo importante para proteger ese entorno.

Se está gestando un movimiento, se producen debates por las minerías a cielo abierto que se quieren desarrollar en la zona. Es muy importante generar un activismo cultural con proyectos como éste. Creo en el activismo político y social. Pero también creo que el arte puede crear un activismo cultural importante.

Su vínculo con el Instituto de México en España data de sus años en Madrid, donde vivió. Afirma que muchos de los artistas que irán a Baja California Sur en el futuro provienen de Madrid, la ciudad donde dice haber podido desarrollar de forma plena su vida y su carrera.

Susana Pliego Quijano Roberta Lajous Vargas, la directora del Instituto de México en España y la embajadora de México, respectivamente, destacaron la importancia de apoyar el talento joven mexicano y de fomentar el diálogo cultural entre México y España. Más información sobre la exposición, que estará abierta al público hasta el 22 de octubre, aquí.


Imágenes del autor y del Instituto de México en España