El Pozole Fest de este 28 de diciembre cambia de sede. Al final se celebrará al final en Corazón Agavero Mezcaloteca (C/ Humilladero, 28). Los amantes del pozole y de la comida mexicana tienen una cita ineludible en Madrid, de 13:00 a 23:00.

MADRID, España.- El Pozole Fest se convierte en la segunda cita que organiza la Fonda Pop Up, una iniciativa de los mexicanos Vladimir Cabrera y de Carla Guevara junto con otros voluntarios que colaboran en los preparativos.

El pozole, un platillo considerado uno de los más representativos de la gastronomía mexicana, consiste en un caldo que lleva maíz inflado, carne, especias y chiles secos que se cuecen a fuego lento durante horas para que los ingredientes suelten todo su sabor. Cada persona le puede añadir lechuga, rábanos frescos, orégano y picante al gusto.

En esta ocasión, los comensales podrán disfrutar del pozole rojo con carne de cerdo, una de las variantes del plato. Habrá micheladas y cervezas mexicanas para acompañar el pozole, aunque habrá también agua de sabores y refrescos.

Fonda ‘pop up’

En México, las fondas son pequeños establecimientos donde se venden antojitos mexicanos y cocina tradicional.

Queremos promover la cocina tradicional auténtica, hacer un recorrido por distintos platos tanto para conocedores de la comida mexicana como para quienes quieren conocerla”, dice Vladimir Cabrera, quien dice tener como objetivo presentar un platillo distinto cada mes, como mínimo, en este tipo de actividades que reúnen a mexicanos y a personas de otro país amantes de la cocina mexicana o que tienen curiosidad por conocerla.

“Además de mexicanos, somos amantes de nuestra extensa riqueza culinaria y queremos que puedas acceder a ella siempre a buen precio y de una calidad inmejorable”, dice Cabrera.

Festival de las flautas, primer éxito de la Fonda Pop Up

Hace tres semanas, Fonda Pop Up organizó el festival de las flautas, conocidas también como tacos dorados, en el mismo local. El equipo preparó más de 800 tacos hechos con Tortillas Maya, una de las marcas más frescas y artesanales que se venden en España, rellenas de pollo y bañados en una deliciosa salsa verde y con queso fresco encima. Además, prepararon 30 litros de caldo. A cada cliente le regalaban un vasito de caldo que servía para bañar las flautas o beberse aparte.